miércoles, 16 de enero de 2008

José Antonio Ramos Rubio

Leo esta mañana en el diario extremeño Hoy que mi amigo José Antonio Ramos Rubio y Vicente Méndez Hernán (ambos Doctores en Historia del Arte) han publicado juntos un libro titulado El patrimonio eclesiástico de la ciudad de Trujillo, donde hacen un exhaustivo recorrido por los tesoros religiosos del municipio. He hablado por teléfono con él inmediatamente para felicitarle y le ha faltado tiempo para acercarse a mi casa y traerme un ejemplar. José Antonio es el cronista oficial de Trujillo y ya he perdido la cuenta de las muchísimas publicaciones que tiene sobre historia, arte, arqueología, geografía y antropología. Un hombre apasionado y cultísimo que le ha dedicado a Trujillo en particular y a Extremadura en general miles de páginas de estudios excelentes.
Siempre tiene algún libro interesante (suyo o ajeno) que regalarme y, como me conoce tan bien, acierta plenamente. Con esta última publicación suya, José Antonio me ha traído varios libros más de esos que tiene perdidos por casa: el precioso homenaje que hace unos años le dedicó Litoral al gran Luis Antonio de Villena, una antología de Poesía Árabe Clásica Oriental también en Litoral, Ha nacido Manuel de Javier Codesal en Icaria Poesía y el precioso y cuidado libro-catálogo El exilio español en Francia (cincuenta años de prensa), editado por la Diputación de Huesca.
Este buen amigo es ampliamente generoso; da todo lo que tiene y su mano siempre está abierta para ayudarte cualquier día a cualquier hora. Tuve la suerte de conocerle hace ya varios años y seguimos siendo mucho más que compañeros en la Comisión de Cultura de la Diputación de Cáceres. La última muestra de generosidad me la demostró hace pocos meses cuando escribió el prólogo (justo, lleno de luces y afectos) a un libro que he escrito sobre Montánchez y que saldrá ya en pocas semanas... Gracias por todo, querido José Antonio, y no te canses nunca de regalar lo impagable. Mi deuda (ya lo sabes) es eterna contigo.