El otro día, en mi librería cacereña de siempre, encuentro como novedad esta Antología poética lorquiana publicada por la editorial Visor. Tengo que decir que la cogí desganado pero advertí rápidamente en la portada que el prólogo y la selección venían de la mano de Luis García Montero. Y entonces la compré para leerla con tranquilidad; sabía de antemano que no me defraudaría.
Bajo el simple título de "La poesía de Federico García Lorca" se abre un prólogo excepcional. He leído mucho sobre Lorca y estas páginas me han sorprendido. Un poeta desnudando a otro poeta en una maravillosa lectura interpretativa, llena de luces y aciertos.
Dividido en seis partes, siguiendo cronológicamente el trayecto vital y creador de Federico, García Montero describe magníficamente la clave estética lorquiana, los distintos temas que aborda desde su fragilidad y su evolución hacia un mundo poético pleno y universal. Después, una selección amplia y digna de la mejor poesía de Lorca en doscientas páginas (aunque personalmente he echado de menos algún texto decisivo, como aquel "Al estanque se le ha muerto / hoy una niña de agua" o "La gacela del amor desesperado").
A estas alturas todavía se puede seguir leyendo a Lorca desde territorios parcialmente desconocidos y lecturas personales que se descubren colectivas. Los ojos de otro poeta granadino nos presentan a su Federico; aquel joven que se acercó a su paisano en la posguerra española y que le llevó de la mano por pulsos y vacíos para siempre, hasta convertirlo en el otro gran poeta de Granada.
Gracias querido Luis, maestro y amigo, por compatir tus genialidades. Una nueva oportunidad inmejorable para redescubrir la magia de una poesía tan actual y tan verdadera.