jueves, 22 de octubre de 2009

Leyendo a Bécquer

Hoy en clase he acabado con Gustavo Adolfo Bécquer; hemos repasado en varias sesiones una vida realmente romántica (que a los alumnos siempre les queda la boca abierta) y nos ha llegado hasta lo más hondo sus textos llenos de arpas, mundos y besos que esconden prostitutas, alcohol y una soledad enorme.
Un alumno de 4º ESO C me ha dado una sorpresa inimaginable. Me ha traído dos libros ("herencia familiar", me dice sonriente) para que los vea; y al sacarlos de una bolsa de plástico he sentido una emoción especial: eran las Obras de Gustavo Adolfo Bécquer, publicadas en dos tomos por la imprenta madrileña Fortanet en 1871. La primera vez que veían la luz editorial sus leyendas, sus rimas, sus cartas,... Bécquer hacía poco que había muerto y sus amigos publicaron todo lo que encontraron en esta compilación histórica.
Su estado de conservación es primoroso. He leído algún poema en voz alta y el revuelo adolescente no sabía entender el momento; sólo les interesaba el dinero actual de esa joya literaria. ¡Ay, qué vida tan bohemia nos espera! Gracias Álvaro.