miércoles, 28 de noviembre de 2007

La "Crucifixión" de Federico García Lorca

Setenta y un años han pasado desde que Federico García Lorca diera por concluida su gran obra Poeta en Nueva York, y hoy por fin está preparada para su edición definitiva. Después de que la Fundación García Lorca comprara hace más de tres años el conjunto de manuscritos que el poeta dejara en el despacho de Bergamín en julio de 1936, esta mañana el Ministerio de Cultura de España ha adquirido también en subasta (¡qué pena!) el último poema manuscrito que quedaba para completar el poemario póstumo: el titulado "Crucifixión". Para Federico era un texto fundamental, pero regaló este original a su ¿amigo? Miguel Benítez en 1929 al poco de escribirlo; tras insistencias repetidas por carta reclamando el manuscrito, Federico se tuvo que dar por vencido; "Crucifixión" nunca regresaría a sus manos: "Queridísimo Miguel. Estoy poniendo a máquina mi libro de Nueva York para darlo a la prensa el próximo mes de octubre; te ruego encarecidamente me mandes a vuelta de correo el poema Crucifixión puesto que tú eres el único que lo tienes y yo me quedé sin copia. Desde luego irá en el libro dedicado a ti. [...] Miguel, ten la bondad de ser bueno y mandarme ese poema, porque es de los mejores que llevará el libro".
Su generosidad, su amistad desbordada como siempre, le había jugado una mala pasada otra vez. Benítez nunca contestó. Luego su asesinato impidió cruelmente que Federico viese publicada su obra más importante y una de las decisivas del siglo XX.
Hoy regresa "Crucifixión" por fin para quedarse; se unirá definitivamente al resto de manuscritos que componen Poeta en Nueva York, culminando así con éxito la última voluntad del poeta. Se cierra un ciclo entre doloroso y rocambolesco, envuelto por un misterio casi aterrador, que sé habrá emocionado mucho a sus familiares (sobre todo a Laura y a Manuel) y a sus lectores. Hemos cumplido el último deseo del poeta, su herencia poética más lograda.
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La luna pudo detenerse al fin
por la curva blanquísima de los caballos.
Un rayo de luz violenta que se escapaba de la herida
proyectó en el cielo el instante de la circuncisión de un niño muerto.
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[...] La muchedumbre cerraba las puertas
y la lluvia bajaba por las calles decidida a mojar el corazón
mientras la tarde se puso turbia de latidos y leñadores
y la oscura ciudad agonizaba bajo el martillo de los carpinteros.
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Esa maldita vaca
tiene las tetas llenas de perdigones,
dijeron los fariseos.
Pero la sangre mojó sus pies y los espíritus inmundos
estrellaban ampollas de lagunas sobre las paredes del templo.
Se supo el momento preciso de la salvación de nuestra vida.
Porque la luna lavó con agua
las quemaduras de los caballos
y no la niña viva que callaron en la arena.
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[...] Fue entonces
y la tierra despertó arrojando temblorosos ríos de polilla.
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Felicitémonos por este dinero (30.757 euros) entregado por el Gobierno de España en la compra de "Crucifixión", el poema manuscrito perdido; pocas inversiones públicas me aportan tanta satisfacción. Esperemos que en pocos meses tengamos en nuestras manos el Poeta en Nueva York que imaginó Federico García Lorca antes de morir a las pocas semanas. Lo que es la vida...