viernes, 23 de octubre de 2009

Otro libro sobre Montánchez

Acabo de llegar a mi casa de Montánchez al encuentro del último libro que he publicado. Llega con algo de retraso (lo esperábamos a finales de agosto) pero ya está aquí, que es lo importante. Parece mentira, pero la emoción de abrir la caja, sacar un ejemplar y pasearse emocionado por sus páginas es siempre la misma del primer libro; de aquel primer libro que publiqué en julio de 2001.
Ha quedado francamente precioso. Esta vez se ha publicado en Gran Bretaña, en la imprenta de la prestigiosa editorial Amberley. Lo primero que he hecho (es casi como un rito) ha sido separar los ejemplares que debo regalar a los amigos que aparecen en los agradecimientos. Es un libro singular que recorre con fotografías la historia de Montánchez a través del siglo XX; siete capítulos en los que he querido dejar constancia de la idiosincrasia de los montanchegos. Ojalá las pretensiones se hayan conseguido. Ahora que el disfrute sea colectivo y las emociones compartidas...

jueves, 22 de octubre de 2009

Leyendo a Bécquer

Hoy en clase he acabado con Gustavo Adolfo Bécquer; hemos repasado en varias sesiones una vida realmente romántica (que a los alumnos siempre les queda la boca abierta) y nos ha llegado hasta lo más hondo sus textos llenos de arpas, mundos y besos que esconden prostitutas, alcohol y una soledad enorme.
Un alumno de 4º ESO C me ha dado una sorpresa inimaginable. Me ha traído dos libros ("herencia familiar", me dice sonriente) para que los vea; y al sacarlos de una bolsa de plástico he sentido una emoción especial: eran las Obras de Gustavo Adolfo Bécquer, publicadas en dos tomos por la imprenta madrileña Fortanet en 1871. La primera vez que veían la luz editorial sus leyendas, sus rimas, sus cartas,... Bécquer hacía poco que había muerto y sus amigos publicaron todo lo que encontraron en esta compilación histórica.
Su estado de conservación es primoroso. He leído algún poema en voz alta y el revuelo adolescente no sabía entender el momento; sólo les interesaba el dinero actual de esa joya literaria. ¡Ay, qué vida tan bohemia nos espera! Gracias Álvaro.

jueves, 1 de octubre de 2009

Mestre, Premio Nacional de Poesía

Juan Carlos Mestre ha sido galardonado hoy con el Premio Nacional de Poesía por su libro La casa roja (Calambur). Este querido y entrañable poeta y artista visual es autor de los poemarios Siete poemas escritos junto a la lluvia (1982), La visita de Safo (1983), Antífona del Otoño en el Valle del Bierzo (Premio Adonais, 1985), Las páginas del fuego (1987), La poesía ha caído en desgracia (Premio Jaime Gil de Biedma, 1992) y La tumba de Keats (Premio Jaén de Poesía, 1999). Su preciosa página web nos abraza entre lo mágico y lo pasional. Y yo me alegro tanto por él, por su obra, por sus amigos, por sus lectores...
Recuerdo cuando nos conocimos en un concierto junto a Amancio Prada en diciembre de 2003, en Montánchez; una noche especial de literatura, manuscritos, acuarelas y charlas republicanas. Y desde entonces con mis alumnos en clase me gusta comentar siempre uno de los poemas más especiales de Mestre que le escuché ahí, el que más me cuenta, el que me viaja y me emociona: "Lección de Geografía". Una vez, aprovechando la visita de Juan Carlos al "Aula Valverde" de Cáceres (pese al espíritu amargado y el alma negra de uno de los que la dirigían), fuí con mis alumnos del IES "El Brocense" a su lectura poética (Mestre ya estaba avisado) y le regalamos todos los dibujos que ellos habían realizado interpretando los versos a través de su recitado y de su música; emocionado, el poeta los guardó y aún los conserva. Aquí podéis oirlo en la voz del propio Mestre:
-
LECCIÓN DE GEOGRAFÍA
-
Quien no haya visto el mar que se levante,
yo os lo voy a contar, cerrad los ojos.
Imaginad que el agua, como un caballo blanco,
se hubiera subido al campanario.
Las hojas de los árboles son peces,
la nieve, espuma de cristal sobre las olas.
Como de un vaso de luz
que sostuviera la mano de Dios,
van cayendo una a una las gotas de la vida.
Así, el inocente pájaro,
la piedra, el musgo o la mariposa
van entrando en el agua que ya todo lo cubre.
Creeréis que el mundo, desde siempre,
ha ido llevándole sus ríos.
Del fuego, de la oculta ceniza de madera
ha tomado el mar su verde brote de esmeralda.
Como el ruiseñor que canta
en los jardines de la tierra
también las caracolas en sus profundos valles
celebran la música.
Por eso al acercar tu oído
a ese bello laberinto de leche
escucharás, aunque no quieras,
el inmenso ruido de la mar.
Ahora ya lo sabéis,
y sólo falta empujarlo, entre todos,
al aire.
-
-
Mi ejemplar de La casa roja vuelve a aparecer en esta tarde lleno de colores, con un barco, una paloma, un hombre cándido y una delicada dedicatoria que envuelve dos nombres ("habitantes en lo mágico") entre las olas y el viento. Felicidades y gracias, querido amigo, maestro de la palabra y del afecto.