lunes, 31 de diciembre de 2007

Por la familia, pero sólo la cristiana

No tengo palabras. Se cierra el año 2007, quizá el más social y avanzado en temas humanos que yo recuerdo, y una nueva oposición con menos frenillo pero con más mala ostia reclama y critica al gobierno -sin mencionarlo- lo que ellos creen malo y retrógrado. Sí, errores han cometido ZP y su equipo pero no conozco a nadie que todo lo haga perfecto. ¡Qué vergüenza enarbolar así las palabras cristiano, familia y respeto! Qué mala memoria, señores míos. Aquí va el luminoso "Editorial" que hoy publica El País, por si acaso...
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Las decenas de miles de personas que respondieron ayer a la convocatoria del Arzobispado de Madrid en defensa de la familia cristiana recibieron los mensajes que ya se han convertido en una obsesión para la jerarquía católica española. En opinión de los representantes del episcopado que intervinieron en la plaza de Colón, el Gobierno socialista trabaja para destruir la familia, mediante leyes como la que regula el matrimonio entre homosexuales, el divorcio exprés, la Educación para la Ciudadanía o el aborto. Consideran que tales leyes son inicuas y, según el cardenal de Madrid, Rouco Varela, "una marcha atrás en los derechos humanos" y, por supuesto, niegan que exista otra familia que la heterosexual.
Todas las obsesiones generan una atmósfera malsana, porque excluyen la reflexión y la autocrítica. A pesar de las graníticas acusaciones lanzadas ayer por los oradores episcopales, las leyes sobre el divorcio, el matrimonio homosexual o el aborto responden a la necesidad de regular situaciones que se producen en una sociedad abierta y democrática. La insistencia en que sólo existe un tipo de familia reconocible y defendible es un comportamiento teocrático y que demuestra bien poco respeto a la independencia del poder civil o laico frente a las férreas posiciones de una confesión religiosa, muy respetables siempre que no traten de imponerse a todos.
Los obispos convocantes orientarían mejor sus esfuerzos si en lugar de cultivar la manía persecutoria analizasen las causas por las que su discurso religioso tiene cada vez menos crédito. Nadie ataca a la familia en España, y su crisis, de existir, se debería a la estrechez de miras con que sus defensores se han empeñado en negar que la sociedad acepta otras formas de convivencia basadas en principios de afectividad y respeto que la propia Iglesia dice defender. Mal Gobierno sería el que asfixiara esas otras expresiones de convivencia.
El encuentro de ayer tuvo las características de un acto político. La obsesión persecutoria, la repetición de mensajes poco articulados, como el de que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad o la ofuscada acusación al Gobierno de todos los males que aquejan a la Iglesia, confirman que fue un mitin electoral encubierto. Resulta chocante tanta contumacia contra un Gobierno, el de Zapatero, que ha adoptado medidas que tienen un impacto directo en la protección de la familia, cuando no en su fomento. Algunas, como la Ley de Dependencia o la iniciativa para universalizar la educación de 0 a 3 años, afectan de forma positiva en el bienestar de los hogares. El exabrupto del cardenal de Valencia, García-Gasco, de que el laicismo conduce a la disolución de la democracia ratifica la criticable calidad política de la convocatoria. Al contrario, la democracia se disuelve cuando quienes deben respetarla, como los obispos, irrumpen sin miramientos en tareas que no les corresponden.
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martes, 25 de diciembre de 2007

Chaplin

Treinta años hace hoy, día de Navidad, que Charlie Chaplin moría en su mansión de Suiza a los 88 años. Controvertido, inteligente, trasgresor y muy envidiado. Le admiro mucho. Me enamoró desde aquella primera vez que vi La quimera del oro... irrepetible. Odiaba la Navidad, nunca entendió al género humano y criticó ferozmente desde su cine -mudo y sonoro- las injusticias sociales y la política agresiva que sufrió.
Siempre me gustó. Hoy quiero recordarle nuevamente y me tumbo en el sofá para ver El gran dictador (1940). Su monólogo final todavía me pone los pelos de punta. Inmortalidad y sabiduría para estas palabras. Cuánto se te echa de menos, maestro...
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“Lo siento; pero yo no quiero ser emperador. Ése no es mi oficio. No quiero gobernar ni conquistar a nadie. Sino ayudar a todos, si fuera posible; judíos y gentiles, blancos o negros.
Tenemos que ayudarnos unos a otros. Los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás, no hacerlos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos. La buena tierra es rica, y puede alimentar a todos los seres.
El camino de la vida puede ser libre y hermoso, pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las almas. Ha levantado barreras de odio; nos ha empujado hacia la miseria y las matanzas. Hemos progresado muy deprisa, pero nos hemos encarcelado nosotros. El maquinismo, que crea abundancia, nos deja en la necesidad. Nuestro conocimiento nos ha hecho cínicos; nuestra inteligencia, duros y secos. Pensamos demasiado y sentimos muy poco. Más que máquinas, necesitamos humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura. Sin esas cualidades, la vida será violenta y se perderá todo.
Los aviones y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de esos inventos exige bondad humana; exige la hermandad universal que nos una a todos nosotros.
Ahora mismo mi voz llega a millones de personas en todo el mundo; a millones de desesperados , hombres, mujeres, niños; víctimas de un sistema que hace torturar seres humanos y encarcelar a seres inocentes. A los que pueden oírme les digo: "¡No desesperéis!" La desdicha que ha caído sobre nosotros no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen el verdadero avance del progreso humano. Los hombres que odian desaparecerán y caerán los dictadores; el poder que le arrebataron al pueblo ha de retornar al pueblo. Y así, mientras el hombre exista, la libertad no perecerá.
¡Soldados! ¡No os rindáis a esos hombres que en realidad os desprecian y os esclavizan, que reglamentan vuestras vidas y os dicen lo que tenéis que hacer, que pensar y que sentir! ¡Que os comen el cerebro, que os tratan como a ganado y que os utilizan como carne de cañón! No os entreguéis a esos individuos inhumanos, hombres máquina que tienen máquinas en su cerebro y en su corazón! ¡Vosotros no sois máquinas! ¡No sois ganado! ¡Sois hombres! ¡Y con el amor de la humanidad en vuestros corazones! ¡No al odio! ¡Sólo odian los que no pueden amar y los inhumanos!¡Soldados! ¡No luchéis por la esclavitud, sino por la libertad! En el capítulo 17 de San Lucas se lee: “El Reino de Dios está dentro del hombre”. No de un solo hombre o de un grupo de hombres, sino de todos los hombres. Está en vosotros. ¡Vosotros, el pueblo, tenéis el poder, el poder de crear máquinas! ¡El poder de crear felicidad! Vosotros, el pueblo, tenéis el poder de hacer esta vida libre y hermosa; de convertirla en una maravillosa aventura. ¡En nombre de la democracia, utilicemos ese poder, actuando todos unidos! Luchemos por un mundo nuevo; un mundo justo que a todos asegure la oportunidad de trabajo, que dé futuro a los jóvenes y protección a los mayores.
Con la promesa de tales cosas es como esas fieras han escalado al poder. Pero, ¡sólo engañan y mienten! ¡No cumplen lo que prometen! ¡Jamás lo cumplirán! Los Dictadores se hacen libres ellos, sin embargo esclavizan al pueblo. ¡Luchemos ahora nosotros para hacer realidad lo prometido; todos a luchar por la libertad del mundo entero, para derribar barreras, para derribar la ambición, el odio y la intolerancia! ¡Luchemos por el mundo de la razón, un mundo en que la ciencia y el progreso auténtico nos conduzcan a todos a la felicidad! ¡Soldados, en nombre de la democracia, debemos unirnos todos!”
Hannah, ¿puedes oírme? ¡Dondequiera que estés, mira a lo alto! ¡Mira, Hannah, las nubes están desapareciendo! ¡El sol se está abriendo paso a través de ellas! ¡Estamos saliendo de la oscuridad y penetrando en la luz! ¡Estamos entrando en un mundo nuevo, un mundo más amable, donde los hombres se elevarán sobre su avaricia, su odio y su brutalidad! ¡Mira, Hannah, han dado alas al alma del hombre y, por fin, empieza a volar! ¡Vuela hacia el arco iris, hacia la luz de la esperanza! ¡Mira a lo alto, Hannah, mira a lo alto!
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jueves, 20 de diciembre de 2007

1974

Se acostó ya pasada la media noche. Había cruzado el umbral de la madrugada con dos amigos, con palabras cargadas de reflexiones y sueños y la sensación de que la distancia sería hoy mayor que nunca. No durmió de un tirón, como siempre, quizá con el deseo de levantarse al día siguiente desnudo de soledades.
Le ha despertado el móvil, a las 8 en punto; desde Villanueva un mensaje lleno de afecto verdadero (¡Qué suerte tener a gente así tan cerca de uno!). Hoy entra en clase a las 10, pero se levanta mucho antes impulsado quizá por la necesidad del reencuentro. Se ha afeitado casi lacónicamente, habla por e-mail con un amigo de Málaga sobre un precioso libro de Neruda y se emociona cuando lee que pensamiento y corazón se abrazarán a él durante todo el día, sus 24 horas, con sus minutos y sus segundos...
Se hace un zumo de naranja, envuelve un regalo para su amigo invisible y se dispone a salir a la calle con sus 33 añitos recién inaugurados. La jornada le deparará sorpresas, seguro. Casi es un día normal, pero disimulará con mucho esfuerzo sentirse especial y único.
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CUMPLEAÑOS
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Yo lo noto: cómo me voy volviendo
menos cierto, confuso,
disolviéndome en aire
cotidiano, burdo
jirón de mí, deshilachado
y roto por los puños.
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Yo comprendo: he vivido
un año más, y eso es muy duro.
¡Mover el corazón todos los días
casi cien veces por minuto!
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Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho.
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Ángel González

domingo, 16 de diciembre de 2007

Rafael Alberti cumple hoy 105 años

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Sabes tanto de mí, que yo mismo quisiera
repetir con tus labios mi propia poesía,
elegir un pasaje de mi vida primera:
un cometa en la playa, peinado por Sofía.
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No tengo que esperar ni que decirte espera
a ver en la memoria de la melancolía,
los pinares de Ibiza, la escondida trinchera,
el lento amanecer sin que llegara el día.
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Y luego amor, y luego, ver que la vida avanza
plena de abiertos años y plena de colores,
sin final, no cerrada al sol por ningún muro.
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Tú sabes bien que en mí no muere la esperanza,
que los años en mí no son hojas, son flores,
que nunca soy pasado, sino siempre futuro.



sábado, 15 de diciembre de 2007

Las afinidades electivas

Así bautizó a un blog colectivo el poeta catalán Agustín Calvo Galán hace ya más de un año. Un cuaderno de bitácora que pretende recoger "las elecciones de nuestros compañeros de viaje, un intento de interconexión virtual entre poetas españoles contemporáneos". La idea es fantástica: una antología de poesía última elegida por los propios poetas, de la que sólo puedes formar parte si algún compañero te cita entre sus afinidades. Datos biográficos, poética breve y algunos poemas es tu pago de entrada.
Hace unas semanas Javier Pérez Walias mencionó con amistad mi nombre dentro de sus elecciones y ahora soy yo el que felizmente se congratula de formar parte de esta gran familia poética. Me acaba de mandar un e-mail el bueno de Agustín para contarme que ya me ha subido al blog. Para esta ocasión he recordado a trece poetas que admiro y leo con sinceridad, aunque podría haber nombrado a otros veinte. Toda la poesía me interesa, sin excepciones; sólo unas pocas logran entablar una conversación íntima, personal, y a ellas les dedico todo el tiempo del que dispongo.
Abrazos poéticos como éste, amigos, reconfortan verdaderamente...
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1
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Amigo, llévate lo que tú quieras,
penetra tu mirada en los rincones,
y si así lo deseas yo te doy mi alma entera
con sus blancas avenidas y sus canciones.
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2
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Amigo -con la tarde haz que se vaya
este inútil y viejo deseo de vencer.
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Bebe en mi cántaro si tienes sed.
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Amigo -con la tarde haz que se vaya
este deseo mío de que todo rosal
me pertenezca.
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Amigo,
si tienes hambre come de mi pan.
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3
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Todo, amigo, lo he hecho para ti. Todo esto
que sin mirar verás en mi estancia desnuda:
todo esto que se eleva por los muros derechos
-como mi corazón- siempre buscando altura.
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Te sonríes -amigo. Qué importa. Nadie sabe
entregar en las manos lo que se esconde adentro,
pero yo te doy mi alma, ánfora de mieles suaves,
y todo te lo doy... Menos aquel recuerdo...
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...Que en mi heredad vacía aquel amor perdido,
es una rosa blanca que se abre en silencio...
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Pablo Neruda

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Sólo para gente inteligente

Enhorabuena a todos los que hacen El jueves y a los que disfrutamos con sus páginas. El sentido del humor es lo único que no podemos perder... ni nadie puede hacer que lo perdamos.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Pedos ecológicos

Ahora los científicos confirman que los pedos de canguros pueden detener el cambio climático. Por lo visto tienen estos marsupiales una bacteria en el estómago que permite una digestión más eficaz de los alimentos; gracias a ella los gases de los canguros no contienen metano, uno de los que más acentúan el calentamiento de la Tierra junto con el CO2. Ya iremos viendo si acaban implantándonos a todos esa bacteria canguril. Los efectos secundarios podrían ser catastróficos: ¿Dejarán de oler mal nuestras flatulencias? ¿Harán más o menos ruidos? ¿Podremos identificar la autoría de cada una de ellas?
Algún día de estos acabarán por convencernos de que leer, incluso poesía, es casi tan necesario como respirar. Y, mientras, el mundo y quienes lo habitamos en calentamiento perpetuo.

sábado, 8 de diciembre de 2007

Acuse de recibo

En medio todavía de este puente de la Constitución (para muchos de la Pura), y tras haber dejado atrás por fin las fiebres y un virus intestinal, tengo esta tarde un ratino para leer un libro pendiente que me mandó hace pocos días mi amigo Antonio Reseco desde Villanueva de la Serena, dentro de la colección de mi querido Cuatro poetas en un tobogán. Tras Parejas de sexo igual de Luis Antonio de Villena, aparece en Littera Libros (poesía) Resistir al presente del jovencísimo cacereño David Yáñez.
Con muchos altibajos que provienen del recorrido poético de un primer libro, el poeta nos ofrece un lenguaje valiente, fresco, que mira hacia lados poco transitados.
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A LA MAÑANA SIGUIENTE PENSÉ:
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Podemos probar con esto,
nunca saldrá bien
pero lo bueno de los finales imperfectos
es que siempre vuelven al principio
como los perros perdidos,
como nosotros.
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Esta noche el aire sabe a fuego
y los perros perdidos de la noche
aúllan para asustar a la lluvia.
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En mi rápida lectura he encontrado matices con mucha proyección, sorprendentes, aunque con algunas repeticiones innecesarias. Leeré con mucho detenimiento sus canciones-poemas... Promete. Ahora subiré de nuevo para perderme junto con Emma por las Jornadas Gastronómicas que año tras año celebramos en Montánchez; ya van cinco consecutivas. Es lo que tiene ser tan liviano y trivial.

martes, 4 de diciembre de 2007

Lolita's Club

Una tarde-noche fría en Cáceres nos invita a Emma y a mí a ir al cine. Decidimos entrar a ver la última película de Vicente Aranda, una adaptación de la novela de Juan Marsé publicada en 2005: Canciones de amor en Lolita's Club.
Película y libro se titulan igual. Lo que a mí me parece un reflejo de la realidad a otros les evoca una tristeza a raudales. El maestro Aranda lee e interpreta al maestro Marsé. El cine y la literatura no han nacido para caminar de la mano. Es cierto que las películas que ha hecho Aranda sobre libros siempre acarrean mala crítica a la hora de sus adaptaciones, pero no olvidemos que la película de un director no deja de ser una de las múltiples lecturas de esa obra; él es un lector más, diferente y único. Por otro lado, la novela (la última de su autor) no es de las mejores de Marsé pero tampoco de las peores; además después de Rabos de lagartija era muy difícil levantar el vuelo.
El mejor de la película (aunque seguro que la crítica no se pondrá de acuerdo) es Eduardo Noriega, con el doble papel de dos hermanos gemelos, el malo y el tontino. Lo peor, en mis humildes recuerdos de la lectura de la novela, es que el prostíbulo de Marsé era cutre, guarro, de carretera, mientras que el de Aranda es de lujo, con muchos espejos y sedas, y con chicas perfectas, culonas y redondas.
Es bueno ir al cine y ver cine español. La cita con Lolita's Club merece la pena. El maestro Marsé seguro que no quedará descontento.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Encuentro con Lorenzo Silva

Esta mañana visitaba nuestro Instituto Norba Caesarina el escritor Lorenzo Silva. Cuando nos saludamos le alegró encontrarse con alguien conocido y charlamos cruzando el patio dirección al salón de actos de cómo los alumnos siguen leyendo su novela Algún día, cuando pueda llevarte a Varsovia con la misma ilusión y ganas que hace diez años, cuando la escribió por encargo. Su primera incursión en la literatura juvenil le acarreó una satisfacción personal muy grande y cumplió con dos entregas más: El cazador del desierto y La lluvia de París. Las tres las acaba de reunir la editorial Destino en un solo volumen con el entrañable título de Trilogía de Getafe.
Me ha encantado estar a su lado, acompañándole en la mesa con mi compañera Mariví, que ha hecho de maestra de ceremonias. Qué bien cuenta Lorenzo, casi tanto como cuando escribe. Ha hablado del oficio del escritor y lo ha comparado con el de lector, de la adolescencia como etapa especial y que marcará el resto de la vida, de la putrefacción de la televisión actual, de la desilusión que le produce internet y cómo no sobre sus técnicas de escritura. Ha dedicado varias de sus novelas con paciencia y afecto, se ha tomado un cortado lentamente y hemos hablado, mucho, de hijos, libros fáciles y complicados, de la ciudadanía y de cómo sobrevivir en una ciudad como Madrid. Me queda la satisfacción de volvernos a ver en Badajoz en pocos meses y de seguir encontrando a un buen conversador en cada uno de sus libros, a cual mejor.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Una tradición bien aprendida

Acabamos de llegar de Montánchez. Ha sido un fin de semana diferente, pero que llevamos repitiendo en casa desde hace ya bastantes años. La matanza del cerdo, una tradición bien aprendida que nos reúne a todos como un rito al que no se puede faltar. A la tristeza de la muerte se une la alegría del encuentro y la celebración de la chacina, los embutidos y los jamones. Se echa de menos a mucha gente, que ya no está. No falta el trabajo, más o menos voluntarioso, las risas, la buena mano de mi padre con los guisos y la entrega total de mi madre. Las comidas y las partidas de cartas en torno a la chimenea ponen luz a esta fiesta familiar. El resto del año saborearemos la magia heredada de nuestros antepasados. Cuánto hay que aprender de los abuelos...

jueves, 29 de noviembre de 2007

Juan Gelman, Premio Cervantes 2007

Acaban de premiar con el Cervantes de este año al poeta argentino Juan Gelman (1930). Su nombre se ha impuesto por mayoría, tras varias votaciones del jurado, entre una treintena de candidatos como José Emilio Pacheco, Gabriel García Márquez, Nicanor Parra, Mario Benedetti, Juan Marsé, Juan Goytisolo, Ana María Matute, Antonio Muñoz Molina o Blanca Varela.
El amor, la memoria, el dolor y la muerte impregnan totalmente la poesía de Gelman, cuya vida ha estado marcada por su militancia política y por las consecuencias que la dictadura argentina tuvo para él y su familia. Su biografía es realmente un culebrón... Se vio obligado a exiliarse en 1975, primero a Italia, luego a Francia y más tarde a México. En 1976 su hijo Marcelo y su nuera (la española Claudia García) fueron secuestrados por militares argentinos cuando ella estaba embarazada de siete meses; él tenía 20 años y ella 19. Su hijo fue torturado y asesinado por los militares y tras 23 años de intensa búsqueda Gelman encontró a su nieta en Uruguay, donde había sido criada por la familia de un policía uruguayo. Su nuera figura en esa larga lista de 30.000 desaparecidos argentinos y su caso es investigado por la Justicia uruguaya. Gelman, que en la actualidad reside en México, desarrolló desde el exilio una labor internacional de denuncia de las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen militar argentino.
"El espíritu de un país que olvida su verdad no puede agrandar sus horizontes; [...] Sin embargo, la poesía sigue viva, es un tirar contra la muerte", dijo el poeta cuando recibió el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2005.
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basta no quiero más de muerte
no quiero más de dolor o sombras basta
mi corazón es espléndido como una palabra
mi corazón se ha vuelto bello como el sol
que sale vuela canta mi corazón
es de temprano un pajarito
y después es tu nombre
tu nombre sube todas las mañanas
calienta el mundo y se pone
solo en mi corazón
sol en mí […]
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El recorrido de su obra poética completa comenzó con Violín y otras cuestiones (1956), a la que seguirían El juego en que andamos (1959), Velorio del solo (1961), Gotan (1962), Cólera Buey (1965), Los poemas de Sidney West (1969), Fábulas (1971), Carta Abierta (1980), Bajo la lluvia ajena (1980), Hacia el Sur (1982), Com/posiciones (1983-1984), y Eso (1983-1984); con influencias de San Juan de la Cruz en algunos de sus libros, Gelman publicó también Hechos y relaciones, Si dulcemente (1980) y Dibaxu (1983-1985); la última etapa refleja el dolor por sus amigos desaparecidos, la tierra lejana y el desarraigo del exilio, con títulos como Anunciaciones (1988), Carta a mi madre (1989), Salarios del impío (1984-1992), La abierta oscuridad (1993), Incompletamente (1997) y Ni el flaco perdón de Dios (1997). Sus últimos títulos, En el hoy y mañana y ayer (2000), Valer la pena (2001) y País que fue, será (2004).
Gelman es el autor argentino más premiado de su generación, la de los años 60-70: entre otros, el Nacional de Poesía argentino, el de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, el Iberoamericano de Poesía "Pablo Neruda" y el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. Además es el primer Premio Cervantes con blog propio en el que, entre otras muchas cosas, es extremadamente crítico con la política norteamericana. Felicidades, maestro, por la poesía y por el compromiso.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

La "Crucifixión" de Federico García Lorca

Setenta y un años han pasado desde que Federico García Lorca diera por concluida su gran obra Poeta en Nueva York, y hoy por fin está preparada para su edición definitiva. Después de que la Fundación García Lorca comprara hace más de tres años el conjunto de manuscritos que el poeta dejara en el despacho de Bergamín en julio de 1936, esta mañana el Ministerio de Cultura de España ha adquirido también en subasta (¡qué pena!) el último poema manuscrito que quedaba para completar el poemario póstumo: el titulado "Crucifixión". Para Federico era un texto fundamental, pero regaló este original a su ¿amigo? Miguel Benítez en 1929 al poco de escribirlo; tras insistencias repetidas por carta reclamando el manuscrito, Federico se tuvo que dar por vencido; "Crucifixión" nunca regresaría a sus manos: "Queridísimo Miguel. Estoy poniendo a máquina mi libro de Nueva York para darlo a la prensa el próximo mes de octubre; te ruego encarecidamente me mandes a vuelta de correo el poema Crucifixión puesto que tú eres el único que lo tienes y yo me quedé sin copia. Desde luego irá en el libro dedicado a ti. [...] Miguel, ten la bondad de ser bueno y mandarme ese poema, porque es de los mejores que llevará el libro".
Su generosidad, su amistad desbordada como siempre, le había jugado una mala pasada otra vez. Benítez nunca contestó. Luego su asesinato impidió cruelmente que Federico viese publicada su obra más importante y una de las decisivas del siglo XX.
Hoy regresa "Crucifixión" por fin para quedarse; se unirá definitivamente al resto de manuscritos que componen Poeta en Nueva York, culminando así con éxito la última voluntad del poeta. Se cierra un ciclo entre doloroso y rocambolesco, envuelto por un misterio casi aterrador, que sé habrá emocionado mucho a sus familiares (sobre todo a Laura y a Manuel) y a sus lectores. Hemos cumplido el último deseo del poeta, su herencia poética más lograda.
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La luna pudo detenerse al fin
por la curva blanquísima de los caballos.
Un rayo de luz violenta que se escapaba de la herida
proyectó en el cielo el instante de la circuncisión de un niño muerto.
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[...] La muchedumbre cerraba las puertas
y la lluvia bajaba por las calles decidida a mojar el corazón
mientras la tarde se puso turbia de latidos y leñadores
y la oscura ciudad agonizaba bajo el martillo de los carpinteros.
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Esa maldita vaca
tiene las tetas llenas de perdigones,
dijeron los fariseos.
Pero la sangre mojó sus pies y los espíritus inmundos
estrellaban ampollas de lagunas sobre las paredes del templo.
Se supo el momento preciso de la salvación de nuestra vida.
Porque la luna lavó con agua
las quemaduras de los caballos
y no la niña viva que callaron en la arena.
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[...] Fue entonces
y la tierra despertó arrojando temblorosos ríos de polilla.
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Felicitémonos por este dinero (30.757 euros) entregado por el Gobierno de España en la compra de "Crucifixión", el poema manuscrito perdido; pocas inversiones públicas me aportan tanta satisfacción. Esperemos que en pocos meses tengamos en nuestras manos el Poeta en Nueva York que imaginó Federico García Lorca antes de morir a las pocas semanas. Lo que es la vida...

domingo, 25 de noviembre de 2007

Pon Dudú

Acabo de levantarme y veo todavía a mi amigo José Manuel Díez vestido con un pijama rosa y la misma camisa de rayas negras y rojas que llevó al encuentro poético de Guadalupe dando saltos y haciendo una especie de baile a lo Frankenstein. El Desván del Duende anoche actuó en Cáceres dentro de su gira "Pon Dudú 2007"; el escenario, el Gran Teatro. Lleno hasta la bandera. La gente coreando una a una todas las canciones. Y yo sorprendidísimo al no reconocer a mi amigo, cantando y saltando como un loco.
¡Qué emocionante fue el concierto! Luego fiesta privada en la "Belle époque" (cuántos recuerdos de mis años universitarios) y a hacer lo que se puede en estas noches cacereñas que ya se encargaron de apagar pronto hace muchos años. Al final alguien comentó desde el escenario, justo antes de la espléndida canción "Macetas de colores", que estábamos ante el grupo extremeño que en la actualidad tiene más proyección musical. Yo ya lo sabía... Felicidades por este concierto número 301 y abrazos a tanta buena gente. ¿Dónde es la próxima actuación?

sábado, 24 de noviembre de 2007

Luces y sombras

Me manda ahora mismo mi amiga Gloria desde Montánchez esta hermosa fotografía de nuestro Castillo iluminado. Sobran las palabras... Cuántos años oscuros quitan estas piedras de luz. Nos ha costado esfuerzo acometer empresas tan ilusionantes, pero el resultado final hace que olvidemos. Ahora falta la restauración y consolidación final de los muros y las almenas después de tantísimos años, donde colaborará con el Ayuntamiento el Ministerio de la Vivienda. Sólo por cosas como éstas merecen la pena casi todos los padecimientos, que tristemente han sido y serán muchos.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Escribir borrando

Así titula Luis García Jambrina en el último ABCD de las artes y las letras (17 de noviembre) su crítica a Celebración del abismo de Antonio Sánchez Zamarreño, libro que ya comenté aquí en mi blog el pasado lunes 12. Una lectura atenta, no exenta de discurso literario muy aprovechable. Rescato aquí un párrafo delicioso: "En un tiempo en que los poetas, por lo general, tienen mucha prisa por publicar y ser reconocidos como tales, llama la atención un proceso creador que consiste en entregar los poemas al silencio de un cajón, durante largo tiempo, para que allí se desprendan de las impurezas y otras adherencias extrañas. Ya aconsejaba, en este sentido, Ezra Pound que, en poesía, había que escribir mucho y publicar poco, sólo lo imprescindible".
Un poemario exquisito, de corte existencial, que ve la luz de la mano de la Institución Cultural "El Brocense" de Cáceres. Libro de lectura obligatoria. Que luego no vayan estos poetas malditos del tres al cuarto diciendo que la colección abezetario de poesía de la Diputación de Cáceres no merece la pena. Quizá esa falsa indiferencia esconde, bajo cierta viscosidad, que por mucho que siga llamando a nuestras puertas seguiremos inventando excusas para no abrírselas. Ojalá se dé por aludido... Pues eso.

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Adiós a Fernando Fernán Gómez

Esta tarde ha muerto a los 86 años Fernando Fernán Gómez tras una larga enfermedad. A este actor, guionista y director, miembro de la Real Academia Española, dramaturgo y novelista lo recordaré por tres cosas: la voz de don Quijote en la serie de dibujos animados que iluminó mi infancia; su famoso y maleducado "A la mierda" espetado a un pobre admirador que le pidió un triste autógrafo en un momento pésimo; y su inolvidable papel de maestro republicano, lleno de afectos y añoranzas, en la película La lengua de las mariposas basada en el libro de Manuel Rivas.
De su literatura me quedo con dos obras maestras: Las bicicletas son para el verano y El viaje a ninguna parte, teatro y novela respectivamente. En uno de sus artículos que publicó el diario El País ("El abrazo de la lectura", 23/04/1994), Fernando hablaba de su faceta de lector, hermosa declaración de principios que quiero fijar aquí como homenaje póstumo y de agradecimiento profundo.
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El libro se abre ante nosotros como se abre de piernas la amante entregada y posesiva. Como abren los brazos para acogernos el amigo y el familiar. En mi prehistoria se abrieron para mí los brazos diminutos, débiles y sucios de los primeros cuentos de Calleja. Ya entre ellos se observaban diferencias sociales. Los más baratos cabían en la palma de la mano, su letra era casi ilegible y tenían las mejillas manchadas de tiznones como de carbón o de tinta de escribir palotes, curvas y garrotes. No parecían pensados para que los leyeran los niños, sino las abuelitas, desojándose, al borde de la cuna. En cambio, los más caros, en octavo, se leían con facilidad y tenían letras de oro en la portada. Vinieron después los libros de aventuras. Cuando aún no se ha llegado a la adolescencia, cuando aún no nos han amaestrado y no nos han inyectado en el cerebro la suficiente cantidad de resignación, nos asombra dolorosamente la monotonía de la existencia. ¿Cómo es posible -se pregunta el niño- haber pasado ocho años padeciendo esta sórdida repetición cotidiana? Los libros de aventuras, con su mentira piadosa, le abren las puertas de la esperanza. Los libros escondidos. Los libros secretos. Hay que tenerlos debajo de los libros de texto. Leerlos cuando no nos ven nuestros mayores o los profesores, en el colegio. Son libros de aventuras, novelas folletinescas, policiacas. Y muy pocos años después -no años, meses- novelas pornográficas. Qué inefable placer me proporcionan esas lecturas. Aldous Huxley dijo: "Una orgía real nunca excita tanto como un libro pornográfico". Y con esto no intento sugerir a nadie que abandone las orgías.
Pero también el libro tiene enemigos entre los de su propia especie. En mi caso personal, fueron los libros de texto del bachillerato. Qué repulsión, qué aversión me inspiraron. Odio al libro, odio a la lectura, odio al conocimiento. Por fortuna, había en Madrid muchísimos puestecillos callejeros en los que vendían a mitad de precio noveluchas de segunda mano, o de tercera o cuarta, sobadas y requetesobadas, noveluchas de aventuras, policiacas y también verdes. Aquellos puestecillos hicieron que se conservara vivo mi amor al libro, que los catedráticos escritores habrían conseguido asesinar. En la guerra de libros -como no puede ocurrir en las guerras de verdad- ganaron los pobres. Aparecieron después los que algunos consideran enemigos del libro: el cine, la radio, la televisión... Son, es cierto, otros medios de difusión de la poesía, y también de la música y de las artes plásticas. Pero, aunque enemigos en cierto aspecto, es dificil que derroten al libro, ni creo que pongan en ello interés. El libro les lleva la ventaja de la corporeidad, de la cercanía. El libro lo tengo, lo poseo, puedo incluso darle achares, no mirarlo, no leerlo y, sin embargo, conservarlo. No es efímero. Puedo también tenerlo en las manos, acariciarle el lomo como a un perro amigo, hojearlo, sobarlo, puedo besar algunos de sus renglones si me han conmovido. Tanto si es un libro lujoso, encuadernado en suave piel, como si es un libro popular, de los que se doblan y se pliegan sumisos para ser leidos en la cama, con los que uno puede acostarse sin muchas dificultades...
Echo una mirada a la biblioteca. Cuántos libros en ella que ha devorado el olvido. Y cuántos que ya no podré leer. Quiero decirles a esos libros que no leeré nunca que no se sientan despreciados. Sí sé que no los leeré es porque estoy en esa edad en la que al tiempo se le ve volar como a un gorrión asustado, en la que se nos escapa como agua en un cesto, en la que huye como algunos queridos recuerdos. Pero al decir adiós, que un libro me abra sus brazos y repose sobre mi pecho.
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lunes, 19 de noviembre de 2007

En el espejo

Es la realidad del ser humano, reclinado, siempre de espaldas, reflejado falsamente en un pequeño espejo, casi invisible, sujetado por las alas del sueño. Nunca damos la cara ni al amor ni a los problemas. Preferimos perdernos en los reflejos, en las falsas apariencias. Contrastes de luces y sombras, colores vivos y apagados, desnudos limpios frente a ropajes soberbios. Culos grandes pero ojos pequeños y oscuros. Nadie, ni nosotros mismos, nos conocerá nunca. Si al menos el espejo fuera de cuerpo entero...
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La Venus del espejo (h. 1650) de Velázquez podrá verse nuevamente en el Museo del Prado, prestada por la National Gallery de Londres, hasta finales de febrero de 2008; se exhibe dentro de la muestra "Fábulas de Velázquez: Mitología e historia sagrada del Siglo de Oro", inaugurada hoy. Por la posición del espejo, la mujer no se contempla a sí misma; el espejo mira hacia el espectador... Otra oportunidad para encontrarnos a nosotros mismos en ese reflejo.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Saramago a los 85

José Saramago llega hoy a los 85 años. Lo admiro y lo leo hace casi tantos, a no ser porque yo supero por poco la treintena. Tuve la suerte de charlar más de media hora con él, su mujer Pilar del Río y Julio Anguita en febrero de 1999 encerrados en uno de los camerinos del Auditorio de Cáceres mientras mi madre -la pobre- esperaba en la calle preocupadísima (era el homenaje de Izquierda Unida de Extremadura al reciente Premio Nobel; hay muchos testigos que corroborarán mi historia, además de una dedicatoria muy explícita y una foto conmovedora).
Nunca olvidaré la primera vez que leí Ensayo sobre la ceguera... Ojalá pudiera volver a tener la misma sensación de desconocimiento cuando regreso a sus páginas, muy a menudo por cierto. Ya he perdido la cuenta de las veces que la he regalado: "Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, Ciegos que ven, Ciegos que viendo, no ven". Su larga y triste carga existencialista me removieron la mente y el alma, me engancharon para siempre al ciclón que luego sería -y es- Saramago. Me encantaría estar esta tarde con él y con su mujer en Madrid, en el acto de felicitación por su octogenaria juventud y vitalidad. Lo celebraré leyendo alguna de sus cosas. Por lo pronto el título de la nueva novela que prepara me encanta: El viaje del elefante. Confiesa que algunas veces las vidas largas significan soledad, pero no es su caso. Tras tres intentos, le llegó el amor definitivo, una casa final en Lanzarote y el estímulo de miles de lectores.
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Se entra en la vejez cuando se tiene la impresión de ocupar cada vez menos lugar en el mundo. Durante la infancia y la adolescencia creemos que él es nuestro y que existe para ser nuestro, en la madurez comenzamos a sospechar que no es del todo así y luchamos para que lo parezca, se comienza a ser viejo cuando se comprende que nuestra existencia le es indiferente al mundo. Claro que siempre lo había sido, pero no lo sabíamos.
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Por muchos años que cumplas siempre permanecerás joven en tus libros. Qué suerte seguir encontrándote en cada una de tus páginas, comprometido con todas las causas abiertas por la humanidad. Enhorabuena maestro; no te canses de contarnos sobre esta vida, sobre sus brillos y sus sombras. Contigo nuestra ceguera se llenará siempre de luces y no habrá sitio para la indiferencia.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

García Lorca, la tumba removida

Hoy me sorprendía mucho esta noticia del periodista Fernando Guijarro Arcas: Federico García Lorca no está enterrado en el barranco granadino entre Víznar y Alfacar, donde se daba por supuesto que estaba; los familiares del poeta desenterraron el cadáver al poco tiempo de su fusilamiento y se lo llevaron a la Huerta de San Vicente, domicilio familiar a las afueras de la ciudad. Extraigo algunos párrafos de su artículo:
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Para empezar, no sabemos nada cierto de quién componía el grupo que se desplazó a realizar la operación de desenterramiento, ni en qué vehículo lo hicieron [...]. Las tumbas que se cavaban entonces para enterrar a los fusilados eran bastante de fortuna, la gente de Víznar recuerda aún que con frecuencia solían quedar pronto fuera alguna mano o algún trozo de ropa, especialmente cuando tras las lluvias, por aquellas torrenteras bajaba agua abundante, que removía los restos. [...] Las personas enviadas por los García Lorca, tras abrir la tumba, recuperaron los cuerpos que estaban por encima del de Federico, sacaron el cadáver de éste y dejaron los demás en el lugar, marchándose según habían pactado con el Gobierno Militar. Otras personas acudieron más tarde, y trasladaron esos cuerpos a la fosa común, situada en lo que Penón llama “el anfiteatro”, [...] donde existen varias fosas, pero sobre todo una especialmente grande, donde los herederos de unos y otros de los allí fusilados depositan flores con frecuencia. Se cree, y el estudioso Gil Bracero lo ha señalado con precisión, que hay allí más de 1.400 cuerpos, más otros muchos en pequeñas fosas alrededor. En cualquier caso, en la tumba original donde se colocaron los seis cuerpos de los fusilados aquel amanecer, incluyendo a García Lorca, actualmente no hay nada. [...] Mientras tanto, varios trabajadores preparaban el subsuelo de la Huerta de San Vicente, a puerta cerrada y vigilando que nadie se acercase al oír los ruidos, para lo que se haría a continuación. Porque, ya de noche según me informan para mayor secretismo, cuando el vehículo que transportaba el ataúd llegó, se detuvo inmediatamente antes de la puerta de entrada, y bajaron el objeto funerario. Volvieron a cerrar puertas y ventanas, y ya al abrigo de todo tipo de curiosos, en el interior de la finca los familiares pudieron dar rienda suelta a su dolor. Porque debió de ser una escena realmente dura.
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Verdaderamente resulta patético. Si quería hacer una novela-culebrón que no hubiera tildado el largo y caótico artículo como producto de sus investigaciones. Datos y más datos entrelazados, sin una indicación contrastada, sin citar a los informadores donde este periodista se apoya para ir desgranando sus hipótesis. El artículo no tiene desperdicio. ¿Federico García Lorca enterrado en la casa familiar? Se atreve incluso a situar a la pobre doña Vicenta Lorca (madre del poeta) buscando en los alrededores del fusilamiento el cuerpo de Federico; insiste en probar que la negativa de la familia a exhumar el cuerpo del poeta corrobora fehacientemente sus investigaciones; dice que los libros de Gibson son su guía en todo momento (yo he leído los mismos que él y no sé dónde pondrá algo parecido a esto); y un sin fin de calamidades como la última cuando dice no poder citar el nombre de sus informadores por la falta de libertad pública que tenemos en España, "porque si profesas una verdadera independencia, incluso como profesional de la información, y no cuentas con el respaldo de ninguno de los grandes partidos, en la práctica se alza a tu alrededor un insalvable muro del silencio".
No contento con todo esto añade además una serie de anexos humillantes, con acusaciones e insultos a la -según él- "mafia rosa granadina", compuesta por una serie de literatos y comunistas casi casi a la altura de asesinos a sueldo. ¿Por qué se permite a personajes así faltar a la verdad, injuriar y que pasen inmunes por su delito?
No hay derecho a estas cosas. La familia García Lorca sigue sufriendo y mucho con este tema. Alguna tibia conversación pude mantener en su acogedora casa madrileña con doña Isabel, la hermana pequeña de Federico, a finales de los años noventa donde el dolor, las lágrimas y el mutismo afloraron al nombrar Granada, la Huerta y Víznar. Ella nunca quería ir a la Huerta; Granada tenía un eco de recuerdos tristes, de un pasado de heridas abiertas que cortó de raíz la vida de toda la familia. Vivieron un exilio exterior y otro interior que todavía hoy sigue interponiéndose. Emotivas también fueron las palabras de Laura García-Lorca en su despacho de la Huerta de San Vicente no hace demasiados años sobre este asunto; nunca olvidaré los treinta minutos que me dejó pasear solo, ya atardeciendo, por las distintas estancias de la casa... Cuánta inquietud y desasosiego sentí al encerrarme en la habitación de Federico, al sentarme en su cama. Y dolor, mucho dolor aún no superado en las palabras de Manuel Fernández-Montesinos García cuando también hablamos de los últimos días de la vida de Lorca, de los Rosales, de la huída de toda la familia a Nueva York.
Ya está bien de remover tierras y mares. Se sabe lo suficiente sobre su asesinato y su muerte, sobre el odio y la fobia disfrazada de guerra incivil. Dejemos a cada uno con su pena, que ya tienen bastante. Es cierto que la fuerza universal de la figura de Federico García Lorca alienta a cada uno de sus lectores a apropiarnos de su obra, pero nunca de su persona. No interrumpamos su sueño de alas, de manantial, de naranjos y hierbabuena. Su familia es la única heredera de este triste testamento oscuro.
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Quiero dormir el sueño de las manzanas,
alejarme del tumulto de los cementerios.
Quiero dormir el sueño de aquel niño
que quería cortarse el corazón en alta mar.
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No quiero que me repitan que los muertos no pierden la sangre;
que la boca podrida sigue pidiendo agua.
No quiero enterarme de los martirios que da la hierba,
ni de la luna con boca de serpiente
que trabaja antes del amanecer.
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Quiero dormir un rato,
un rato, un minuto, un siglo;
pero que todos sepan que no he muerto;
que hay un establo de oro en mis labios;
que soy el pequeño amigo del viento Oeste;
que soy la sombra inmensa de mis lágrimas.
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Cúbreme por la aurora con un velo,
porque me arrojará puñados de hormigas,
y moja con agua dura mis zapatos
para que resbale la pinza de su alacrán.
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Porque quiero dormir el sueño de las manzanas
para aprender un llanto que me limpie de tierra;
porque quiero vivir con aquel niño oscuro
que quería cortarse el corazón en alta mar.
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lunes, 12 de noviembre de 2007

Celebración del abismo

Este fin de semana he leído con mucho interés la última entrega de la colección abezetario de poesía de la Diputación de Cáceres; acaba de salir a la calle con la letra "K" mayúscula. Es el nuevo libro poético del salmantino Antonio Sánchez Zamarreño (1951); a un estudio suyo sobre la poesía de Luis Rosales llegué hace ya muchos años cuando estudiaba filología y ahora (qué atrevida es la ignorancia) le descubro como poeta.
Profesor en la Universidad de Salamanca y estudioso de la poesía española contemporánea, ésta es su segunda entrega poética; tiene muchos poemas sueltos en revistas y antologías pero dos únicos libros. Celebración del abismo -así se titula- es ciertamente un homenaje a la literatura, a esa eterna compañía del silencio. "Escribo para desvanecerme", asegura en la poética que abre estas páginas. Celebración sentida, a sus lecturas, a su profesión y a sus poetas, dividida escrupulosamente en tres partes. En la última, nómina de autores que aparecen abrazados en una especie de testamento poético. "Llama de palimpsesto" titula el poeta su tributo a autores como Berceo, Manrique y Garcilaso, los místicos, Góngora, Quevedo y Lope, llegando a Unamuno, los hermanos Machado, Juan Ramón, Lorca, Miguel Hernández, Borges, Gloria Fuertes, Valente, Goytisolo o Claudio Rodríguez. Guiños emotivos a amigos como Pepe Hierro o intertextualidad exhibicionista al hablar con un "poeta menor" que lleva el mismo nombre que el autor. Declaración amorosa, decidida, en cuerpo y alma. Me gusta mucho "Burla", su corta despedida a Luis Rosales:
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Nos vertemos como ríos,
tú al quererme, yo al quererte,
yo en tus mares, tú en los míos:
pondrá su boca la muerte
sobre dos cuerpos vacíos.
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Tras la primera incursión (que lleva el título del poemario), donde el poeta habla de sí mismo, del amanecer, del agua, de su epitafio, se abrirá una segunda parte breve, inmediata, casi como fotogramas perdidos ante el vértigo de la vida, la inmediatez, lo fugaz. Noventa y dos pequeños destellos poéticos que forman "La picadura de la espuela":
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[15] Sombra de pájaro o de sombra,
cuando escribo un poema
ya estoy en otro que aún no he escrito.
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[35] De tres palabras, aún me sobran tres:
en lo que callo expreso lo que soy.
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[77] El poeta es un ojo
que se vacía en el poema.
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[84] Detrás de mí, estoy
dormido yo en un bosque.
Y, aunque aquí escribo estas palabras,
tengo que soñarlas al otro lado.
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[91] Muerto el poeta, no callará nunca.
Es otra plenitud en otra boca.
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Deliciosamente embaucadora esta parte central del poemario. Exquisitez de imágenes, de ritmos internos, de juegos lingüísticos alucinantes. Ya celebro yo (y lo seguiré haciendo mucho tiempo) el encuentro providencial de este poeta existencialista, de andadura clásica y temática amorosa, compañero de abecedario poético y de inquietudes. Se enriquece así nuevamente una de las mejores colecciones de poesía actual. En el umbral del abismo han quedado para siempre su lectura y mi lectura.

domingo, 11 de noviembre de 2007

¿Por qué no te callas?

Me ha encantado ver a nuestro rey Juan Carlos perdiendo por una vez los papeles y exigirle silencio al ineducado y rencoroso Hugo Chávez. Reflexionando, uno también se muerde la lengua en demasiadas ocasiones deseando gritar lo mismo:
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a Rouco Varela y al portavoz de la Conferencia Episcopal Española, por sus palabras y actitudes cada vez más inconstitucionales
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a mi vecina de arriba, que arrastra los muebles a las ocho y media de la mañana, incluso sábados, domingos y festivos
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a esos mierdas que van al cine como si fuera un bar de copas, con risas y copas incluidas
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a los que chillan a las personas que nos atienden tras un mostrador, como si las colas fueran culpa de los que menos pintan en las empresas
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al desgraciado envidioso con que me cruzo casi a diario, porque va de poeta maldito desconociendo plenamente el significado de ambos términos (quizá utiliza demasiado la fotocopiadora)
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a Zaplana y Acebes, pareja de hecho reconocida, porque consiguen que hasta el más ignorante pierda los papeles
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al alumno idiota de la última fila, porque pasa totalmente del profesor, de sus compañeros, de sus padres y del sistema en pleno
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a todos aquellos que cuestionan tus opiniones y decisiones sólo porque no piensan lo mismo, desconociendo que en lo transversal y en la diferencia se apoya la poca riqueza de los seres humanos
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¿Por qué no te callas y dejas de tocarme las narices, imbécil de mierda? Añado yo...

viernes, 9 de noviembre de 2007

Sólo si salo sale

Antonio, compañero y profesor de Filosofía, me regala esta mañana una chapa con el logotipo de su grupo de rock. Se incorporó algo después de iniciado el curso, de sustituto. Es un tipo genial, con mucha personalidad y ahora me entera que además es músico.
Su grupo se llama "Sólo si salo sale", cuatro amigos de Jaraíz de la Vera (Toñete es guitarra y voz) que tras cambiar de componentes, de nombre, de estilo e incluso de idioma en sus canciones están ganándose a pulso un lugar de privilegio en el panorama musical de nuestra región. Ya han participado en varios festivales y recogido diferentes premios y otros que llegarán sin duda. Os invito a visitar su página web; no dejéis de ver ni sus fotos ni la letra de sus canciones. Cuánto arte, madre mía.

jueves, 8 de noviembre de 2007

Las filipinianas

Acabo de dejar a mi queridísima Inma Chacón camino de Sevilla. Esta mañana hablábamos de ella mi compañera Lola y yo (con las noticias en los periódicos regionales sobre la presentación de su nueva novela) cuando ha sonado mi móvil. Era ella, venía para Cáceres y quería que comiésemos juntos.
Mi alegría ha sido enorme. Hemos hablado muchísimo, confesiones para que la amistad las acune en su manta de consuelo. Después, por la tarde, nos hemos acercado a la Universidad donde impartía hoy una de sus sesiones en el taller de escritura.
La siento feliz, en la literatura sobre todo. Nuestra conversación me devolvía el abrazo de siempre, aquella complicidad que surgió un día en el que me acerqué a ella buscando no sé qué. Siempre se mostró conmigo cariñosa y dulce, me cubrió de alas y ató nuestro encuentro con urdimbres fuertes. Ahora me trae el regalo de su nueva novela: Las filipinianas. Tras La princesa india es su nueva incursión en este terreno que le vino heredado y del que se sabe aprendiz irónicamente. No me ha dado tiempo a leer ni una de sus páginas, pero prometo en breve (ya saben mis amigos que leo como las tortugas). Sólo he hojeado la dedicatoria, limpia y llena de desasosiego como todas las suyas. La literatura ha sido puente de unión afianzado con los recuerdos y el afecto reencontrado. Seguimos embarcados en el mismo sueño, el de la amistad verdadera.
En la vida uno no sólo se cruza con gente indeseable, rencorosa y dañina... Qué suerte y qué envidia sentirme así de querido.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Parada en Silos

Anoche regresé a Cáceres casi de madrugada. Decidimos acercarnos en estos días a tierras de Burgos, siguiendo los pasos del Cid. El viernes día 2, muy cerca de Covarrubias, hicimos parada y fonda en el Monasterio de Santo Domingo de Silos.
Por las curvas malísimas, donde casi nos comían el terreno los mordiscos terribles de las montañas, sólo retumbaban en mis oídos los nombres de Gonzalo de Berceo y Gerardo Diego. Un acceso tan difícil debía esconder algo maravilloso; y tenía razón Emma, como casi siempre. Llegamos a un pueblecito lleno de los colores únicos del otoño, mezclando hermosamente los amarillos, los ocres, los verdes luminosos. Y en el centro el Monasterio, historia viva de la religión y la literatura, rodeado seriamente por dos grandes Iglesias. Guardamos cola en la entrada y en su interior deslumbró la enorme galería de columnas en dos pisos. Y allí, al fondo, orgulloso vigilante, el ciprés. "Enhiesto surtidor de sombra y sueño" lo inmortalizó Diego. Alto, rígido, frágil en el incomparable entorno arquitectónico. Algo especial se respiraba en el recorrido. Me emocionaba pensar que estábamos pisando por el origen de nuestra lengua castellana, por uno de los parajes evocados por tantos maestros... Y se terminó el paseo después de una hora y pico que parecieron minutos.
Me acerqué discretamente a Víctor Márquez, monje benedictino que nos ayudó a leer entre piedras y dibujos, y le pregunté si era posible visitar la biblioteca del Monasterio. Con voz baja, aparte, me dijo que sí, que esperara en la tienda de la salida. Recorrimos otro camino, subiendo a la planta de arriba. Sólo a Emma y a mí nos abrió el tesoro literario que escondían aquellos muros. Mi emoción no podía ser mayor cuando me vi rodeado de auténticas joyas prácticamente apiladas. Manuscritos, beatos e incunables junto a ediciones de Gredos o Austral, y La vida de Santo Domingo de Silos, escrita de puño y letra de Berceo. Víctor también es poeta, de casi cuarenta años, silencioso, en soledad, crítico con la religión. Compartimos admiración por dos leoneses, Gamoneda y Antonio Colinas. Intercambiamos direcciones y nos prometimos el envío de libros. Nunca podré agradecer a Víctor su afecto sin límites. Nuestra conversación seguía paseando por largos pasillos, estancias privadas, un nuevo claustro que nunca vi en fotos. Nos invitó a pasar unos días en el Monasterio para disfrutar de la literatura, del sosiego, del silencio; y obviamente aceptamos. Tocaba ya la segunda advertencia para el canto gregoriano y Víctor nos hace salir por otra puerta, en dirección a la Iglesia. Allí escuchamos en primera fila la oración en latín del Día de Difuntos cantada por los benedictinos de Silos. Pero mi mente y mi corazón se encontraban muy lejos, casi tan altos como las últimas ramas del solitario y anciano ciprés.

miércoles, 31 de octubre de 2007

Sobre las piedras

Empieza un puente algo largo, pero siempre difícil. Difícil porque estas fechas se llenan de flores de plástico y de nombres sobre piedras, de recuerdos hondamente heridos, a veces ajenos o lejanos. Es verdad que esta frase la repito mucho, pero Rafael Alberti parece habérmela grabado a fuego: "Notas que te haces mayor porque estás rodeado de muertos". Dura, muy dura, durísima, con una reflexión dolorosamente profunda.
Y aquí sentado en la soledad de la noche, me vienen a la memoria imágenes antiguas en blanco y negro, con sonrisas, bailes y abrazos; las pocas y vacías visitas al cementerio de Montánchez, materializadas en la triste frase de su entrada que me susurra al oído esta foto de mi amiga Sara Solomando; el fervor y la esperanza de la gente para con sus antepasados; las calles de los camposantos llenas de colores de falsa primavera y suelos y lápidas radiantemente limpias. ¿Por qué sólo llevamos flores a nuestros recuerdos en estos días? ¿Y el resto del año, de los años? ¿Quién realmente nos espera tras esas verjas oxidadas que separan la vida de la muerte?
Y de fondo palabras encadenadas que me martillean sin piedad: templo de la verdad, no desoigas, voz, ilusión...

sábado, 27 de octubre de 2007

Encuentro en Guadalupe

Acabo de llegar hace pocas horas de Guadalupe. Mi amigo Javier Pérez Walias me ha traído y también me ha llevado. Las más de dos horas y media en total del viaje nos han dado para hablar mucho y bueno, afianzando las opiniones que ya tenía del poeta y del amigo; no sé todavía cómo agradecérselo.
Muchas y buenas páginas también para este ausente blog me ha dado la doble jornada (viernes-sábado) que he pasado en Guadalupe con poetas y fotógrafos extremeños. Allí nos convocaban el comisario del Año Jubilar 2007, Teresiano Rodríguez, y los dos motores literarios dentro de la convención: José Miguel Santiago Castelo y Julián Rodríguez. La excusa de juntarnos es la publicación de un libro inmediato con poemas inéditos de una veintena de autores de Extremadura y con bellas fotografías de esta espiritual localidad. Lecturas, debate y puestas en común han hilado la convivencia. Paseos, visitas, comidas y cenas, y por la noche entre copa y copa secretos, risas y chismes literarios (que los hay; el mejor el de uno que reza mucho y su fotocopiadora). Inma oyó emocionada las campanadas del Monasterio y bajo las siete más una mujeres fuertes del camarín se confió al sueño del reencuentro. Álvaro, con Yolanda y Alberto, hablaba entusiasmado de los diarios de José Antonio y de la buena salud de nuestras letras regionales. Qué poco tiempo para charlar de tantas cosas que uno llevaba anotadas...
Daniel, José Manuel y un servidor disfrutamos como pocas veces entre confidencias, versos y nocturnidades. Los tres únicos llegamos hasta el final y cerramos Guadalupe; a Serafín nos lo raptaron y nos libraron (oh desgracia) de su oncena sabiduría. Terminamos la madrugada metidos en la doble cama de la habitación 104 del Parador, con un portátil de fondo simple y música que iba algo deprisa, una hilera de zapatos cuyo olor no encontraba parangón, los ronquidinos de Daniel después de leernos sus garabatos cuadriculados y los ojos emocionados de Jose, de los que no aparté mi lectura y que me convenció para viajes comunes y tristes detrás de los barrotes de la incomprensión.
A las pocas horas, visita a la Patrona de todas las Españas acompañado del brazo de mi querido Castelo. Después de poner verde a Buñuel, verle disfrazado de soldadito español recogiendo un premio de poesía antes que yo naciera y oirle imitar a Borges recitando de memoria a Gabriel y Galán, sólo tengo palabras renovadas de admiración y afecto hacia una de las personas más grandes que he conocido en mi vida (ya cuento los minutos para verte en breve en la capital del Reino).
Espero que los allí congregados nos volvamos a encontrar juntos lo antes posible. Sé que esta noche dormiré con la sensación de faltarme algo, con la impresión de que seguramente la historia no se repita. Las fotografías que hemos ido memorizando en las retinas de nuestras cámaras congelan ya uno de los momentos más especiales en la vida de cada uno. Lo sé. Al salir de Guadalupe sólo pedía que todos llegáramos a nuestro destino (Cáceres o Badajoz, Madrid o Colombia) con el corazón lleno de versos ajenos y abrazos verdaderos, compartidos e insustituibles. Seguiremos informando...

jueves, 25 de octubre de 2007

Asco

Sorpresa repulsiva. Sabía que el racismo existía, pero verlo tan claro me repugna. Impotencia. Lágrimas que no me dejan ver el video completo. Imágenes repetidas impunemente en prensa y televisión. Un poco de corazón, por Dios. Qué duro es seguirme viendo representado en esa pobre adolescente ecuatoriana. Ya empieza la hipocresía a disfrazarse de políticos, jueces y periodistas, contertulios de la tele y compañeros de trabajo.
Qué asco tener semejantes así. Dice que le encanta ser famoso por esto. Cobra ya incluso por sus declaraciones. Insulta a los periodistas que le acosan y sale fumando y bebiendo en los bares, rodeado de amigos que le apoyan y le ríen la gracia. Se teme ahora por su libertad, por su integridad. Los violentos están en la calle. No sólo es él. Quizá con gente de su calaña se entienda mejor.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Ladran, amigo Sancho, luego cabalgamos

Esta es una de las muchas frases de Cervantes que se atribuyen a don Quijote pero que no aparece en ninguna de sus páginas. Lo que hace la literatura... Sabias palabras, aún así, que bien podría haber dicho el caballero de la triste figura y que a mí ahora me vienen como anillo al dedo.
Me cuentan que la envidia tiene todavía diversas caras. Que hace incluso a personas de más de cincuenta años volver a una adolescencia trasnochada (casi como la de mis alumnos) y perder el juicio y la educación acusando entre desvelos. Hay acoso y derribo desde hace ya tiempo pero parece que ahora es su momento; no sé porqué, nunca hice nada.
¿Por qué no nos limitamos a cuidar de nuestras cosas y nuestras responsabilidades? ¿O es que es él realmente quién no cumple sus mínimos establecidos? Maestro del escape y la palabra fácil, siempre disfrazada y nunca directa. Cuánto habrá sufrido esta gente de piedra, silenciosa porque está podrida por dentro. ¿Tanto daño se le habrá hecho? ¿Tanta maldad puede ocultar ese cuerpo huraño y esos ojos llenos de ira? Parece que sí. Me dicen que cruzarse con él y no mediar palabra es lo lógico. Que la sonrisa no existe porque siempre es de noche.
Ahora logro entender mejor porque sus confesiones nunca me llegaron. Qué tristeza más grande comprobar que lo poco que tenemos se oculta hasta perderse tras la soberbia y la indignación. Como dice mi querido Félix Grande:
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No debieras volver jamás a nada, a nadie,
pues toda historia interrumpida
tan sólo sobrevive
para vengarse en la ilusión, clavarle
su cuchillo desesperado,
morir asesinando.
-
Nadie hay imprescindible. Lo único que me salva es que mi presencia le incomoda. Algo es algo. Ladra, mucho, y seguiré cabalgando. Él sin embargo caminará solo, cabizbajo, lleno de reproches y vacío de espíritu. En la lejanía y en el frío. Si es que en el fondo me da pena...

martes, 23 de octubre de 2007

Redescubriendo a Rafael Cadenas

El primer fin de semana de octubre lo pasamos Emma y yo en Madrid con la intención (entre otras muchas) de acercarnos a la Casa de América y encontrarnos con autores que me atraparon hace ya algún tiempo. Y de ello dieron cumplida cuenta nuestras charlas con Álvaro Mutis, Luis Sepúlveda, Rafael Cadenas y Tomás Segovia, entre otros. Al venezolano Rafael Cadenas (Barquisimeto, 1930) no le había visto nunca, ni tampoco le había puesto timbre a su tono de voz. Ambas cosas descubrí que van indisolublemente asociadas con su palabra poética. Es la obra de Cadenas (al menos la que conozco) capaz de hablar de cualquier cosa, un poder extraordinario para decir y hacer decir. En la Antología que lentamente me dedicó, casi como escondido, Ana Nuño dice en su prólogo que "La ignorancia española de una de las voces poéticas más interesantes, coherentes y sólidas de Hispanoamérica no es un hecho, empero, sorprendente. Puede aún afirmarse que ese desconocimiento de una parte substancial -a veces simplemente la mejor- de la creación literaria en su propia lengua es ya una tradición de rancio cultivo entre los españoles."... Y no le falta razón. Hago un repaso por el conocimiento lector que tengo de la poesía hispanoamericana del último siglo y siempre me salen los mismos nombres. Poetas estudiados y conocidos. Otros ni siquiera editados en España. Ya decía lacónicamente Machado que se desprecia lo que se ignora (¿Cuántos poetas de Venezuela he leído?).
Rafael Cadenas tiene una voz fuera de lo común. Pasea a tu lado, poniendo palabras a una conversación muda, a una reflexión compartida. Un verso rupturista y desafiante, siempre al lado de la marginalidad. Una palabra apoyada en el radicalismo pero que bebe de la memoria y no de caducos espíritus transgresores. Me recuerda mucho a Whitman, a ese viejo con mariposas en las barbas que tan bien dibujó Lorca en su Nueva York; a su autenticidad, a la correspondencia entre la palabra y la ética, a la búsqueda siempre de la integridad:
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Que cada palabra lleve lo que dice.
Que sea como el temblor que la sostiene.
Que se mantenga como un latido.
-
Alejado de exageraciones verbales, Cadenas se desnuda en lo justo no en lo sencillo. En el silencio, en lo visible, en la desconfianza que encierra el propio ser humano en sí mismo. Una experiencia con la realidad más desencantada. Un diálogo consigo mismo como única solución para la comunicación con el otro. La voz de un yo múltiple rodeado de serpientes, de calles, de amor, de viajes largos y terrenos desconocidos, que "cultiva el arte de la escucha y que no se oye así mismo hablar".
-
Palabras muy solas
de quien las pone
frente a la nada
que las pesa
y se las deshace
y se las arroja al rostro
para que las rehaga, firmes,
las reviva en su arder,
las llene.
-
Están probadas
con la terrible piedra.
Han de sostenerse
como si esperaran.
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Ahora que se acerca el Premio Cervantes y que toca autor hispanoamericano, sería una buena oportunidad rescatar de nuestra ignorancia a una de las voces más auténtica de la otra orilla: Rafael Cadenas, venezolano. Es justa y necesaria su restitución a este país nuestro que sólo sabe mirarse el ombligo.
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Vives piel adentro.
Ignoras
que ser
significa: alcanzable.
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domingo, 21 de octubre de 2007

Testamento lorquiano

El País ("Periódico global en español") ha cambiado el diseño y la letra, le ha puesto tilde ¡por fin! a su cabecera y ha añadido demasiado color azul. Pero sus páginas hoy domingo traían la grata noticia de que gracias a la recuperación del manuscrito de Poeta en Nueva York de Lorca estamos a punto de ver la versión definitiva de la gran obra del andaluz universal.
Más de tres años ya que la familia Lorca (con el incombustible Manuel Fernández-Montesinos al frente) se acercó a una famosa casa de subastas inglesa para hacerse con los borradores que se decían perdidos; papeles manuscritos, mezclados con notas de poemas publicados en ciertas revistas o incluso puesta en limpio y pasada a máquina de algún original. Todo ello dejado por Lorca en la mesa de Bergamín, en su editorial madrileña Cruz y Raya, a mediados de julio de 1936 con una nota estremecedora: "Querido Pepe: He estado a verte y creo que volveré mañana. Abrazos de Federico". Todavía faltaban muchas correcciones que hacer a esa amalgama de papeles, tachados y doblados casi sin orden. Pero nunca sabremos la última voluntad de su creador, que moriría asesinado un mes después.
José Bergamín utilizó este borrador en su exilio mexicano para que aparecieran dos ediciones de Poeta en Nueva York, dos publicaciones (oh, sorpresa) diferentes. Y luego vendría la historia que todos conocemos: el silencio largo y alarmante de Bergamín, su ¿desconocimiento? del paradero final del manuscrito, la búsqueda sin éxito por muchos de estos valiosos papeles, su aparición casi novelesca años después en una casa de subastas...
La familia Lorca siempre supo que existía, pendiente de cualquier jugarreta sucia y mezquina donde la amistad no lo fue tanto. Ahora para suerte de todos los lorquianos los papeles más personales de Federico, los poemas de su mejor libro, de su testamento literario, ya están en limpio para ofrecernos de la mano de la Fundación Lorca y de varios estudiosos del granadino la edición definitiva y más cercana a la última decisión del poeta. Es cierto que el inseguro y nunca satisfecho Federico hubiera cambiado muchas cosas, desde dedicatorias hasta versos completos, pasando incluso por el orden o las partes. Pero eso nunca lo sabremos. Ya falta menos para la aparición final de uno de los mejores libros del siglo XX, y será en Nueva York, la ciudad que le vio nacer y que inspiró al poeta sus reflexiones más hondas y desgarradas. Mi querida Laura García Lorca está al frente del proyecto, por lo que todo quedará a la altura de la más exigente calidad.
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[...] Pero no son los muertos los que bailan,
estoy seguro.
Los muertos están embebidos, devorando sus propias manos.
Son los otros los que bailan con el mascarón y su vihuela;
son los otros, los borrachos de plata, los hombres fríos,
los que crecen en el cruce de los muslos y llamas duras,
los que buscan la lombriz en el paisaje de las escaleras,
los que beben en el banco lágrimas de niña muerta
o los que comen por las esquinas diminutas pirámides del alba. [...]
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La espera ha sido de más de setenta años. Injusta, muy injusta. Pero los versos americanos de Federico García Lorca, imperecederos, pertenecerán para siempre (a pesar de muchos) a nuestra memoria más íntima y colectiva.

sábado, 20 de octubre de 2007

La literatura y sus caminos

Llego hace un rato a Montánchez; algunos fines de semana ya que no veo a mis padres y el abrazo se hacía necesario. Los próximos sábados y domingos los tengo comprometidos.
Vengo de Badajoz, de celebrar su Fiesta Cultural (ya cuatro años consecutivos) donde se fallan los premios "Ciudad de Badajoz" de Poesía, Novela, Periodismo y Escultura; y a partir del año que viene de Pintura. Premios que me reúnen de nuevo con grandes y buenos amigos y con esta gente del Ayuntamiento (Consuelo, María y Juanma) que tan bien nos cuidan. Fernando Marías, Lorenzo Silva, Marta Rivera de la Cruz y otros muchos narradores que se han convertido en cómplices no sólo literarios sino de comidas y cenas y risas. En lugar privilegiado mi querido y admirado Manolo Pecellín. En nuestra mesa de poesía (con la ausencia enorme de Santiago Castelo, tan liado como siempre) entre otros Álvarez-Buiza, Ángel Sánchez Pascual (maestro muy cercano), Ramírez Lozano (con su excelente Corambo emeritense para todos), Diego Valverde Villena y Luis Alberto de Cuenca.
Diego es una persona especial, inteligentemente culto, preparadísimo para todos los avatares que nos va repartiendo la vida. Desde el principio nos caímos bien y hemos procurado que no decaiga. Reímos y hablamos mucho. Sin él estos premios no supondrían lo mismo para mí. Ahora vuela camino de Jordania, al Cervantes. Nos volveremos a ver ya, en poquísimo tiempo.
Luis Alberto de Cuenca no deja de sorprenderme en cada conversación, en cada encuentro. Coincidimos en opiniones literarias y hablamos nuevamente de últimas adquisiciones y descubrimientos. Me ha quedado muy inquieto su última recomendación literaria de mediados del XIX (casi manuscrita) y además cinéfila; novela hecha película en los años sesenta y ahora recuperada y puesta a punto por un admirado Spielberg. Ya le he dicho que como no sea para tanto se la tengo jurada. Qué pobre el panorama narrativo español de los últimos años... Hispanoamérica nos está devolviendo la llegada de Colón con autores de voces fuertes, misceláneas, llenas de matices. Qué buena gente Luis Alberto y lo que uno aprende a su lado. Hemos cerrado palabras con próximo encuentro en Madrid. Me promete sorpresa.
Anoche no pude dormir bien. No fue la cama, enorme en el hotel lujoso donde nos hospedábamos; tampoco la gran cena, trasnochamos para que bajase entre copas y confidencias. Creo que el sueño se ha alejado por convertirse en realidad. Soy muy afortunado, lo sé, me lo creo. La literatura forma ya parte de la vida de uno quizá por demasiados caminos.

miércoles, 17 de octubre de 2007

Delibes cumple 87 años

Hoy 17 de octubre el gran Miguel Delibes cumple 87 años y hay que celebrarlo. La literatura tiene que celebrarlo y los lectores también. Para ello se ha preparado en estos días el Congreso Internacional "Cruzando fronteras: Miguel Delibes, entre lo local y lo universal", organizado por la Cátedra Miguel Delibes de la Universidad de Valladolid. Con su consabida generosidad, el novelista nos regala en esta ocasión tan especial la edición de sus Obras completas (publicadas entre el Círculo de Lectores y la editorial Destino) en siete volúmenes. Los cuatro primeros estarán dedicados al Delibes novelista; el quinto, al cazador; el sexto, al periodista y ensayista; y el último a los recuerdos y viajes. Cada volumen será prologado por un destacado estudioso del vallisoletano. La edición ha sido dirigida por Ramón García Domínguez y, aunque la obra de Delibes ha sido objeto de diversas recopilaciones, es la primera vez que se publica de manera íntegra y bajo la supervisión del propio autor, que ha releído todos sus textos desde La sombra del ciprés es alargada (1948) hasta El Hereje (1998).
Delibes dio por terminada su andadura literaria hace nueve años a causa de su mala salud. "Aunque viví hasta el año dos mil..., el escritor Miguel Delibes murió en Madrid el 21 de mayo de 1998, en la mesa de operaciones de la clínica La Luz. Esto es, los últimos años literarios no le sirvieron de nada", afirma con descarnada sinceridad el autor en el breve texto que escribió en mayo pasado como preámbulo de sus Obras Completas. Tras someterse a una operación para atajar el cáncer que padecía le fue "imposible" volver a escribir; comprendió que "estaba acabado" y que El hereje había sido su última novela. "En el quirófano entró un hombre inteligente y salió un lerdo [...] Los optimistas que sobreviven a un cáncer suelen decir que lo vencieron", pero aunque los cirujanos impidieron que la enfermedad le matara no pudieron evitar que le inutilizara para trabajar el resto de su vida. "¿Quién fue el vencedor? [...] Terminé como siempre había imaginado: incapaz de abatir una perdiz roja ni de escribir una cuartilla con profesionalidad [...] Otros tuvieron menos tiempo. Al fin y al cabo, setenta y ocho años son bastantes para realizar un obra".
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A comienzos de enero de 2006 recibí una breve pero cariñosísima carta de Miguel Delibes agradeciéndome una mía enviada a finales del mes de noviembre. Leí en la prensa una entrevista suya donde confesaba que sólo le gustaba leer biografías y me lancé a escribirle, a contarle todo lo que siempre le quise contar y a mandarle uno de mis libros. Me emocioné mucho al leer sus palabras, su letra tímida pero firme, como esa valentía y honestidad que siempre le han caracterizado. Nunca podré agradecerle los buenos ratos que compartí con el Mochuelo y el Moñigo, con el Nini, con el pobre Azarías y su Milana bonita, con los monólogos lacónicos de Carmen ante su marido Mario muerto y tantos y tantos personajes e historias que ya pertenecen a nuestra memoria literaria colectiva. No hay mejor manera de festejar sus 87 años de literatura que leyendo alguna de sus páginas; el Congreso y sus Obras completas ponen la guinda.
Un abrazo largo y renovado, querido don Miguel. Que cumplas muchos más. Y que nosotros lo leamos.