miércoles, 28 de febrero de 2007

Caminos y días

Mi amigo Luis Leal, profesor portugués que está conmigo en Valencia de Alcántara, me ha regalado dos fotografías. Ésta es la que más me gusta. Me emociona el camino, el aire contenido, la montaña de nuestros orígenes al fondo. Se hace camino al andar, un camino que invita a la búsqueda antes de que anochezca. La mirada de Luis se posa en un momento mágico del día, de la tarde; gracias por invitarme al paseo.
Hace ahora pocos años que mi abuela Josefa se despedía, casi sin ruido, de toda la familia. Yo la imaginé avanzando por un camino muy similar a éste. Montánchez está repintado aquí y allá por estrechos senderos que nos suben a la sierra o nos bajan hacia el llano; las paredes de piedra hablan del pasado y del trabajo del hombre cuando era hombre. ¡Cuántas veces me acuerdo de mi abuela y de nuestras conversaciones! Romancillos populares, leyendas del pueblo sólo guardadas en su memoria, impresiones impresionantes sobre el devenir de los días que compartíamos, el pasado de nuestra familia, su historia de amor con mi abuelo que todavía me emociona... Cuántas charlas interrumpidas, cuántos caminos por recorrer juntos, cuántas comidas por compartir. Te sigo añorando demasiado abuela. Un beso grande y sonoro, como los tuyos.

martes, 27 de febrero de 2007

Amanece, que no es poco

"Ya no queda más consuelo/que la tarde", dice en un poema mi amigo Antonio Reseco. ¡Cuántas reflexiones en estos días con esta frase! Don Antonio Machado siempre decía que existía algo seco porque antes estuvo verde, que sentíamos el desamor porque antes nos invadió el amor, que llegaba el final del día, la tarde dorada, porque antes habíamos visto amanecer...
Todos los días me levanto con una música telefónica que me trae tu voz, mi vida. Todos los días viajo ilusionado hacia mis clases y mis alumnos, y en el trayecto hablamos los amigos del nosotros y de nuestras circunstancias. Todos los días hay nuevos libros en mi mesa, regalos fortuitos o buscados que me hacen más feliz, más pleno. Todos los días pienso en esa frase que siempre me acompaña y que me susurra a cada momento que existimos porque alguien piensa en nosotros y no al revés. Todos los días mi padre, mi madre y mi hermano.
Y llega la tarde y con ella la noche, y me reconforta pensar que este día que he vivido es mío, es diferente a otros y ya nadie me lo podrá arrebatar nunca. Y me tumbo en el sofá, con luz disimulada, y me arropo con mi pequeña manta amarilla de cuadros para que los primeros rayos del día me deslumbren y me hagan caminar nuevamente hacia la calle, en mi busca.

domingo, 25 de febrero de 2007

Dificultades

Está visto que uno no puede estar tranquilo. Nunca. Cuando parece que todo te sonríe llega un empujón de la vida y te hace caer de bruces, casi sin tiempo para poner las manos y no darte contra el suelo. Sé que esto no es más que un susto sin importancia. Estoy deseando ya recibir una llamada de teléfono y poner ruta hacia la tranquilidad. Sé que sólo será un susto. Quiero creerlo. Nunca estuve más asustado que ahora...
Los cimientos de mi vida parecen tambalearse por una simple fotografía; y encima no estoy ahí para hacer entre todos una piña infranqueable. ¡Qué difícil esto de vivir!

viernes, 23 de febrero de 2007

Reflexiones poéticas (3 de 3)

En el viaje de vuelta a Cáceres vine leyendo el Libro de los venenos de Gamoneda, prosa poética deslumbradora, libro original donde los haya. En la dedicatoria don Antonio además de las muestras de amistad y afecto me apunta un abrazo y los convenientes antídotos.
¿Porqué el panorama poético actual (y no sólo a nivel nacionalísimo) estará tan envenenado? Del encuentro poético de Madrid he traído muchas cosas, quizá demasiadas para un poeta que sólo escribe de lo que sabe y de lo que le pasa al pequeño mundo del que se rodea. Lo que me quedó muy claro desde el comienzo de las sesiones es que aquí cada uno habla de su yo, y no me refiero al yo poético.
Al terminar la última sesión hubo despedidas, algunos abrazos y ciertas promesas de contacto. Una hora antes, Gamoneda tuvo que abandonarnos con ruta urgente hacia León; se despidió uno a uno de todos los asistentes dando la vuelta a la enorme mesa en la que estábamos dialogando. Tardó un rato en acabar la ronda, mientras seguía el debate. Al final el aplauso fue atronador, no sólo al poeta sino también a ese hombre bueno y humilde que da lecciones a los que predican ya algo más que prepotencia.

jueves, 22 de febrero de 2007

Reflexiones poéticas (2 de 3)

La primera reunión fue pública. Antonio Gamoneda y Michel Deguy representan las poéticas española y francesa. Por la noche recepción en la Embajada Francesa a los poetas invitados a las sesiones y cena privada en los majestuosos salones. El Embajador, hombre tímido y muy cordial, nos abre las puertas de su casa.
Aprovecho como siempre para husmear en cada rincón, hablar con todo el mundo, recojer dedicatorias y quedar inmortalizadas mis charlas en fotografías. El maestro Gamoneda un encanto. Hemos hablado largo y tendido sobre el yo y el nosotros. Me dedica dos de sus libros y en el primero me fecha la dedicatoria en Francia, no en Madrid: "Querido Hilario ¡es que estamos en terreno francés!". Está cansado del dichoso premio; no le dejan escribir y va de un lado a otro como una cupletista. Tenemos amigos comunes, y también enemigos compartidos. Me da un abrazo y seguimos tomando fino. La cena va a comenzar. Nos espera una larga noche de encuentros, complicidades y deslumbramientos.

Reflexiones poéticas (1 de 3)

Acabo de llegar de Madrid. He soltado una maleta pesada con libros y satisfacciones abrazados entre ellos. Un puñado de poetas españoles y franceses hemos estado dialogando estos dos días en el Instituto Cervantes sobre el pensamiento poético. Muchas caras conocidas y muchos nuevos amigos. Me sentaron entre Ada Salas y Jorge Riechmann. Sobre nosotros una enorme cúpula de cristal que hacía sentirnos todavía más frágiles.
Antonio Gamoneda de maestro de ceremonias y el Instituto Francés como organizador del evento. Todo magníficamente bien. Saldrán nuestras reflexiones en el Libro Blanco, publicación que recogerá a modo de actas todo lo que trabajaremos durante seis sesiones. Ésta ha sido sólo la primera. Los encuentros prometen, y mucho.
¿Qué es la poesía? ¿Piensa en sentido absoluto? ¿El poeta nos debe la verdad en poesía? ¿Una verdad de revelación, de iluminación, de criterio? ¿Qué papeles juegan lo sensible y lo inteligible? ...Ufff, necesito sentirme menos divino.

miércoles, 21 de febrero de 2007

Cinco días y tres noches

Y apareció, como aparecen los duendes, casi al anochecer. Se paseó conmigo de la mano y nos mirábamos a los ojos. Las palabras se acompañaban esta vez de besos y risas cómplices... Mientras, en la calle, las gentes (¡pobres ignorantes!) creían sentirse felices.

jueves, 15 de febrero de 2007

Regalos mudos

¿Será posible que me guste tanto regalar mis libros como escribirlos? Quizá hoy en las páginas de El Cultural haya encontrado respuesta a tan inquietante actitud: "La obra de arte es de quien la mira". Y digo yo (salvando las distancias entre los conceptos de obra de arte y mi propia obra): por mirar que no quede, porque lo de leer... ni los libros regalados.

martes, 13 de febrero de 2007

Nostalgias

Echo de menos a un viejo profesor de filosofía que tuve en COU. Le recuerdo en muchas ocasiones. Era un hombre diferente, con muchas rarezas, algo escandaloso en opiniones y sugerencias, pero sus clases eran las que más me gustaban. Me alegraba verle entrar por la puerta del aula, siempre con una sonrisa y una historia nueva en el abrigo llena de ironía y moraleja. Parecía que a veces se iba por las ramas y en vez de hablar sobre el tema que tratábamos comenzaba a divagar sobre la situación actual de la sociedad, los cambios y descubrimientos en la adolescencia o incluso retazos de su vida personal que daban a sus clases un aire de confidencialidad y afecto.
Cuando yo comencé a dar clases (hace ya algunos años) quería ser ese profesor que nunca tuve pero que me hubiera encantado encontrarme, y siempre me venía la imagen de mi viejo profesor de filosofía. También me acuerdo mucho del profesor de literatura de El club de los poetas muertos llamado Keating (interpretado grandiosamente en el cine por Robin Williams) que dio tanto por sus alumnos y que acabó siendo expulsado del internado pacato y conservador en el que enseñaba de forma diferente a sus compañeros; expulsado simplemente por saberse acercar más a sus alumnos, a sus exigencias, a su mundo, a sacarles de vez en cuando del aula y mostrarles que la vida está mucho más allá de esas cuatro paredes, que tiene otros matices y colores de los que han visto hasta ahora.
Cuánto echo de menos a mi viejo profesor de filosofía, cuánto echo de menos al profesor Keating y a sus estridencias, cuánto echo de menos a alumnos como yo...

lunes, 12 de febrero de 2007

Profecía

Mi amigo Fermín Liberal, poeta en la niebla, me dedicó hace algún tiempo un buen poema y me lo regaló. Ahora estoy releyéndolo. No sólo aparezco en la dedicatoria sino que en sus versos se perfila nuestra amistad y nuestro común delirio por la poesía. Se titula "Profecía" y habla del destino, de ángeles y abrazos. Saldrá publicado en unos días:
-
[...]
el silencio
se despojó de su hábito entre mis dedos
tal vez ya para siempre,
y fue entonces que cesó la lluvia;
y fue entonces que desapareció el miedo;
y fue entonces que llegaste,
porque así estaba escrito
[...]
-
Es hermoso que alguien te dedique un texto y encima cuente en él sus impresiones sobre ti; nunca lo había pensado hasta hoy. Dedico algunos de mis poemas a las personas que dan sentido a casi todo lo que yo hago o lo que yo soy, pero recibir este mismo regalo es una sensación extraña, placentera, satisfactoria, casi como cuando descubrimos algo nuevo cuando niños y no tenemos palabras para explicar lo mágico del momento. Gracias amigo Fermín, sabes que confío en ti; dichosa ventura por los caminos literarios.
A ti, mi vida, decirte que cuando apareces tú en lo que escribo no quiero que me des las gracias; mi deuda la tengo yo contigo... Para toda la eternidad.

jueves, 8 de febrero de 2007

Bendito teléfono

Muchos días sin poder sentarme delante del blog a escribir. Aunque parezca mentira. Viajes, clases, lecturas pendientes (ya quizá demasiadas), nuevo libro en imprenta y otro en camino...
Acaba de llamarme al móvil mi amigo Manolo y hemos hablado del ayer y del presente. Cuántas cosas buenas vivimos juntos el año pasado en clase y fuera del instituto. Cómo le echo de menos. Me ha emocionado volver a escuchar su voz y sus reflexiones; la gente buena e inteligente están en vías de extinción, pero afortunadamente quedan personas como él que tiene tiempo para acordarse de los amigos e incluso dedicarse a su mujer y a sus hijos, y encima corre maratonianamente todos los días.
Yo aquí, sentado, casi sin tiempo de reflexionar sobre todo aquello que me viene a la cabeza. Qué satisfactorio vivir con los recuerdos tan cercanos, mucho más si son hermosos y llenos de afecto. Queda pendiente un encuentro de cuatro; abrazos, amigo.

viernes, 2 de febrero de 2007

Flores


"...porque las flores también sueñan
con lo eterno de los abrazos"
-
En una nota escrita con tu nombre y con una letra que, aunque el viaje y la distancia borronaron, seguiste reconociendo como mía. Y tuya...
Gracias por estar tan cerca de mí, y dejarme quererte tanto.