martes, 4 de diciembre de 2012

Fernando Marías, cielo arriba

Esta mañana ha visitado nuestro Instituto "Gregorio Marañón" de Caminomorisco el escritor Fernando Marías, para charlar con los alumnos de su libro Cielo abajo. Llegó cuando comenzaba a llover y se ha despedido de nosotros con un sol espectacular. Gracias por regalarnos un día tan especial, como siempre.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Adiós Miliki

Ha muerto Miliki, y con él se va también parte de nuestra infancia. Me he puesto melancólico y la emoción ha vuelto a mis ojos, viajando al recuerdo de momentos y personas que ya no están.
Gracias Miliki por ese paraíso perdido con el que hoy vuelvo a reencontrarme...

martes, 23 de octubre de 2012

Lorenzo planetario


Hace unos días que a Lorenzo Silva le han concedido el Premio Planeta de este año. Paseando por mis "Ausencias" me he topado con esta antigua entrada que habla del narrador y la persona. Felicidades, querido Lorenzo; un premio bien merecido.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Felicidades Dragó


Fernando Sánchez Dragó ha sido de nuevo padre; tiene 75 años y su cuarto hijo se llama Akela. Hace unos días escribió en El Mundo un artículo realmente precioso (que reproduzco aquí completo) y lo adornó con algunas fotografías del parto. Parece ser que a muchos detractores esto le ha parecido una atrocidad. ¡Vaya país! ¡Cuánta falsedad y cuánta pacatería ridícula!
Querido Fernando: ya te lo he dicho pero de nuevo felicidades a ti, a Naoko y a Akela. Os merecéis todo lo mejor. Y recuerda aquel falso membrete cervantino: "Ladran, amigo Sancho, luego cabalgamos"...

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AKELA, TÚ Y YO, CACHORRO DE HOMBRE, SOMOS DE LA MISMA SANGRE

Eso decía Kaa, silbando, a Mowgli...
Escribo atropellado. Apenas he dormido. El domingo 16 de septiembre, mientras José Tomás se encerraba con seis toros en el anfiteatro de Nimes, nació mi cuarto y último hijo. Hubiera preferido que lo hiciese en octubre para ser Libra, como su padre, pero no se manda en tales cosas.
Ignoraba yo, hasta que vino al mundo, si sería niño o niña, azul o rosa, como se decía antes. Salió varón. No lo supe hasta que le vi el pito. ¿Como antes? Pues sí, como antes, ya que mi mujer se empeñó en que naciera en casa, con comadrona y sin ginecólogo ni medicalización alguna.

Inicialmente me opuse, pero no hubo forma de disuadirla. Parece ser que esa antigua modalidad del parto se está poniendo de moda, sobre todo en los países nórdicos: Holanda, Suecia, Noruega... En Japón no sé. Una de cada tres madres holandesas, por lo visto, da a luz en su cama y la seguridad social corre con los gastos. Ya decía Azorín que vivir es ver volver. Corre, corre, y más pronto o más tarde reapareces en el punto de partida.
Todo salió bien, aunque la casa se llenó de enseres y de mujeres: seis llegué a contar, incluyendo a la parturienta y excluyendo a mi gata Damisela, que no perdió ripio. Un gineceo. Los tres gatos machos y yo, al principio, no sabíamos dónde meternos. Luego reaccioné, puse manos a la obra, me acomodé a dos palmos del ojo del tifón de los acontecimientos, encaré como José Tomás el hoyo de las agujas, seguí minuto a minuto el parto de frente y por derecho durante muchas horas, toqué la cabecita del niño en cuanto la tapa del cráneo apareció en el extremo de la vagina y corté su cordón umbilical con un puñalillo que me facilitaron las parteras sin dañar las partes nobles del recién nacido.
Éste, por cierto, tira a japonés: nariz chata, ojos rasgados. Aún no sé si en su rabadilla se dibuja la mancha azul de los mongoles.

Los gatos también andaban por allí, mirándolo todo, ronroneando y transmitiendo paz, armonía, serenidad y gracia a la mujer que estaba a punto de convertirse en madre. Noriko, una amiga suya, japonesa, lo filmó todo: un largometraje, más bien un serial.
Mi hija Ayanta, que lleva dos días acribillada por las agujetas, sostenía a Naoko por las axilas, la abrazaba, la besaba y eran sus besos, sus brazos y su sostén sedación natural para las contracciones de mi esposa.
Caterina, mi nieta, con los ojos muy abiertos, aprendía a vivir y absorbía la vida.
El niño se llamará Akela, como el lobo jefe de la manada de Seoonee que acogió a Mowgli. Esa palabra, en hindi, significa solitario, pero eso no le impedirá acudir al Consejo de la Roca, como lo hacía su homónimo, cuando las circunstancias lo exijan.
Era yo reticente a la llegada de un nuevo hijo. ¡A mi edad!, me decía... Ya no lo soy, ya no lo digo. La vida es plenitud hasta el mismo instante en que se acaba. Todo ha sido emocionante. Estoy muy contento y no quiero ocultarlo, sino proclamarlo, a riesgo de que los lectores piensen que chocheo y que no sea el lobo tan feroz como lo pinto. Quizá tengan razón.
Entretanto, "una mujer morena, / resuelta en luna, / se derrama hilo a hilo / sobre la cuna" y Akela es ya boca que vuela, corazón que en sus labios relampaguea.
Tú y yo, ranita, cachorrillo, somos de la misma sangre, como Kaa, como Baloo, como Bagheera, como el Hermano Gris... Cuida de tu madre cuando te quedes huérfano de padre, aunque sea éste quien siga, de momento, velando por toda la manada desde lo alto de la Roca. ¡Que el favor de los vientos te acompañe, las velas de la vida te conduzcan y la Ley de la Selva te proteja!

FERNANDO SÁNCHEZ DRAGÓ
El Mundo, 19/09/2012

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sábado, 22 de septiembre de 2012

Doncel, premio Café Gijón

Felicidades a mi amigo Diego Doncel, montanchego de adopción, porque su nueva novela En el tiempo de la infamia ha ganado el premio de Novela "Café Gijón". Un abrazo de los grandes; te lo mereces.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Adiós a Santiago Carrillo


Ayer falleció Santiago Carrillo y he querido recuperar aquí como homenaje personal una fotografía histórica que cumple 35 años y que siempre me ha conmovido. Qué lástima y cuánta nostalgia de un tiempo en el que personas íntegras se acercaban a la política con ideales arraigados e intereses compartidos y no propios...

En la foto aparecen Carrillo, la Pasionaria y Alberti en el Congreso de los Diputados (primera legislatura democrática tras el franquismo, junio de 1977). 

miércoles, 5 de septiembre de 2012

García Lorca, sonetos misteriosos, amantes ocultos


Ha aparecido un interesante artículo escrito por la periodista Isabel M. Reverte y publicado en dos partes por ABC:   "Lorca: la historia oculta de los sonetos de amor (1)" y "Los amantes ocultos en los sonetos de amor de Federico García Lorca (y 2)".
Bien documentado y con novedades y explicaciones convincentes, la periodista rastrea la azorosa publicación de los Sonetos del amor oscuro de García Lorca, que vieron la luz casi 50 años después de ser escritos; aparecieron primero en francés en 1981, luego en una edición clandestina en Granada sin el nombre de su autor y finalmente en 1984 de manera "oficial" se publicaron en ABC. El misterio se contextualiza en una lluvia de nombres imprescindibles: José Rosales, Federico García Rodríguez, Francisco García Lorca, Isabel García Lorca, Manuel Fernández Montesinos, Ian Gibson, Marie Laffranque, André Belamich, Eutimio Martín, Francisco Giner, Marcelle Auclaire, Santiago Castelo, Mario Hernández, Daniel Eisenberg, Víctor Infantes, Pedro Cátedra, Juan de Loxa, Antonio Carvajal, Félix Grande, Luis Rosales, Vicente Aleixandre, Miguel García-Posada, Luis María Ansón, Lázaro Carreter,...
En la segunda parte se intenta encontrar el o los destinatarios de estos últimos textos lorquianos; versos oscuros que hablan de un amor limpio y verdadero, pero que debía ocultarse. Y lógicamente se nombra a Rafael Rodríguez Rapún (su pareja oficial) pero también a Eduardo Rodríguez Valdivieso, a Juan Gil-Albert y al tan traído y llevado Juan Ramírez de Lucas.  

Que cada uno lea y saque sus propias conclusiones. Yo sigo pensando lo mismo, aquello que el propio Federico confesó en uno de sus magníficos sonetos oscuros:

EL AMOR DUERME EN EL PECHO DEL POETA

Tú nunca entenderás lo que te quiero
porque duermes en mí y estás dormido.
Yo te oculto llorando, perseguido
por una voz de penetrante acero.

Norma que agita igual carne y lucero
traspasa ya mi pecho dolorido
y las turbias palabras han mordido
las alas de tu espíritu severo.

Grupo de gente salta en los jardines
esperando tu cuerpo y mi agonía
en caballos de luz y verdes crines.

Pero sigue durmiendo, vida mía.
¡Oye mi sangre rota en los violines!
¡Mira que nos acechan todavía!

sábado, 25 de agosto de 2012

miércoles, 16 de mayo de 2012

Coincidencias


En la prensa de hoy, Ian Gibson (autoridad lorquiana sin duda ninguna) afirma que Juan Ramírez de Lucas ni fue el gran amante de Federico García Lorca, ni tampoco el destinatario de los Sonetos del amor oscuro escritos al final de su vida. Ese lugar importante en el corazón del poeta lo ocupó Rafael Rodríguez Rapún.
Descree la tesis de la inminente novela de Manuel Francisco Reina que aparecerá en pocos días con el título de Los amores oscuros; "la ignorancia del señor Reina sobre toda la vida de Lorca me parece extraordinaria", afirma.
En fin... Las mismas conclusiones que yo defiendo desde hace días en este blog.

domingo, 13 de mayo de 2012

Lorca inédito


Hoy, en El País, se publica el tercer y hasta ahora último documento inédito de Federico García Lorca que había guardado celosamente Juan Ramírez de Lucas: un dibujo.
Llevamos toda la semana, capítulo a capítulo, desgranando la "historia de amor" entre ambos: una carta, un poema y varios dibujos lorquianos que el joven escondió en una caja de madera. Ahora, dos años después de su muerte, ven la luz por deseo expreso del propio Juan.
Ya veremos en qué acaba todo esto... Ay!


viernes, 11 de mayo de 2012

Patinazo

Manuel Francisco Reina, autor de la novela Los amores oscuros que aparecerá en breve, de nuevo patina seriamente en una de sus últimas afirmaciones sobre Federico García Lorca: al final de su vida "su madre apenas le hablaba y su padre mantenía con él una relación muy protectora". Sin palabras...

jueves, 10 de mayo de 2012

Los amores luminosos de García Lorca

Esta mañana publicaba el periódico El País un largo e interesante artículo de dos páginas donde se descubría el nombre del último amor de Federico García Lorca, al que escribió la que parece su última carta y al que dedicó un poema, hasta ahora ambos documentos inéditos. Se le bautiza en el artículo como el "protagonista último" de los Sonetos del amor oscuro lorquianos y universales. Se llamaba Juan Ramírez de Lucas (Albacete, 1917-Madrid, 2010), periodista y crítico de arte; guardó silencio durante más de 70 años y escondió en una caja de madera todos sus recuerdos lorquianos: dibujos, cartas, un poema, su diario,… Antes de morir entregó a una de sus hermanas su legado para que se hiciera público.
Todos estos datos quedarán ratificados y contextualizados (espero) en una novela de Manuel Francisco Reina titulada Los amores oscuros, que la editorial Temas de Hoy publicará el 22 de mayo. Hasta que aparezca la novela y me pierda por sus páginas intentaré esbozar aquí algunas cosas que no me quedan claras...

Los borradores de los "sonetos oscuros" están la mayoría de ellos fechados en Valencia, a principios de noviembre de 1935 (muchos de ellos escritos en papeles con el membrete del hotel Victoria). Hasta allí se había acercado Lorca, entre otras cosas, al estreno de Yerma con Margarita Xirgu. El 22 de noviembre la actriz y el poeta viajarán a Barcelona, al estreno de Bodas de Sangre; esta vez sí acompañará a Federico su pareja de estos años: Rafael Rodríguez Rapún, una relación que sólo saben sus amigos más íntimos. Lorca y Rapún se conocerán en la primavera de 1933 ya que Rafael era el secretario contable de La Barraca; desde entonces hasta el final. La última fotografía en la que aparecen los dos está fechada en Madrid, el 28 de junio de 1936 en la verbena de San Pedro y San Pablo; Federico sonríe feliz y acaricia la frente a Rafael Rodríguez Rapún, rodeados por varios amigos.
Tres fueron los grandes amores del poeta, de los que quedan bastantes testimonios incluso del propio Lorca: Salvador Dalí, Emilio Aladrén y Rodríguez Rapún. Y a ellos se podría añadir una larga lista de relaciones esporádicas o simples encuentros; me vienen ahora a la cabeza nombres como Philip Cummings, Enrique Amorim, Eduardo Rodríguez Valdivieso, Eduardo Blanco-Amor,... y ahora Juan Ramírez de Lucas. Sí, muchos le conocieron y le trataron, pero de ahí a ser sus grandes amores hay mucho trecho.
Creo que García Lorca en una obra tan impresionante como los Sonetos del amor oscuro seguramente recogerá muchas de sus experiencias amorosas; el amor con mayúsculas, pero también lo erótico y lo carnal. Todos sus amores estarán representados de una manera u otra. Lo que está claro es que Rafael Rodríguez Rapún es el protagonista en estos versos.
El autor de la novela Los amores oscuros -según El País- afirma que “la relación de ambos se rompió antes del viaje de Federico a Nueva York y Uruguay”; obviamente esto no es verdad. Podría citar muchísimos documentos que prueban lo contrario. Creo que no es necesario.
También defiende que "Luis Rosales le entregó a Ramírez de Lucas, años después de la muerte del poeta, una carpeta con todos los sonetos mecanografiados que habían encontrado en la buhardilla de su familia; pensaban que esos documentos debían quedar en su poder”. Esto es falso e imposible. ¿Luis Rosales deshaciéndose de los últimos borradores de Federico? ¿Regalándoselos a un desconocido? ¿A un posible amor? ¿Al dudoso "destinatario" de los versos oscuros? Jamás he oído nada parecido. Ni eso pasó nunca ni es lógico defenderlo. ¿Pruebas? Ninguna.

Entre los papeles guardados por Juan Ramírez han aparecido dos documentos inéditos lorquianos: una carta y un poema. Y esto sí que es realmente lo interesante.
La carta está fechada en Granada, en la Huerta de San Vicente, el 18 de julio de 1936; es la festividad de San Federico. Una carta "amorosa" (dice el periódico) de la que sólo se desvela un pequeño párrafo:
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“Conmigo cuentas siempre. Yo soy tu mejor amigo y te pido que seas político y no dejes que el río te lleve. Juan: es preciso que vuelvas a reír. A mí me han pasado también cosas gordas, por no decir terribles, y las he toreado con gracia”.
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¿Dónde está el amor en estas palabras? ¿Sentimientos amorosos o de amistad? Quizá no las han reproducido porque este fragmento no demuestra tal cosa ni "simboliza la pasión de la pareja".

El poema que también guardaba Juan es un inédito lorquiano; su letra es definitoria y muchas de sus imágenes poéticas también. Se lo dedicó Federico cuando ambos viajaban a Córdoba (?); lo escribió "sobre la marcha, en el único papel que llevaban encima, un recibo de la Academia Orad, situada en el número 3 de la madrileña Carrera de San Jerónimo, donde estudiaba Ramírez de Lucas. Se trata del pago del mes de mayo de 1935, por valor de 10 pesetas". Esto dicen sus versos:
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Aquel rubio de Albacete
vino, madre, y me miró.
¡No lo puedo mirar yo!

Aquel rubio de los trigos
hijo de la verde aurora,
alto, solo y sin amigos
pisó mi calle a deshora.
La noche se tiñe y dora
de un delicado fulgor
¡No lo puedo mirar yo!

Aquel lindo de cintura
dulce galán sin sombrero
sembró por mi noche obscura
su amarillo jazminero.
Tanto me quiere y le quiero
que mis ojos se llevó.
¡No lo puedo mirar yo!

Aquel joven de la Mancha
vino, madre, y me miró.
¡No lo puedo mirar yo!
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El verso tintado de rojo es una transcripción mía (El País lee "sentí galán sin..."). El sentimiento de gran amor vuelve a brillar por su ausencia... Versos de circunstancia o volanderos, pero versos lorquianos al fin y al cabo.

Espero ansioso la novela donde ojalá todo esto quede aclarado. Novela, que no ensayo; este dato (junto con todo lo demás) no deja de inquietarme.
Ya lo he dicho en varios sitios y lo suscribo: Lorca nos ha dejado su literatura, grande, insustituible; su intimidad, su privacidad, pertenecen al hombre. Es verdad que su homosexualidad está en el germen de su obra, de su vida y lamentablemente de su muerte; pero esto empieza a ser ya una especie de culebrón, como si fuese uno más de esos personajes que salen en programas de televisión contando y vendiendo sus miserias. Muchos se preguntan desde hace años dónde está Lorca; ¿han intentado buscarlo en su obra?

miércoles, 18 de abril de 2012

Javier Marías y Soria


Menuda se ha liado en Soria con el último artículo publicado por Javier Marías. En la ciudad no se habla de otra cosa. Aquí traigo el artículo de Marías, que apareció en El Pais Semanal este pasado domingo; añado después otro texto, publicado ayer como réplica por un periodista soriano en un medio local. 
La polémica está servida, pero que muy bien servida. Que cada uno saque sus conclusiones...

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CUANDO UNA CIUDAD SE PIERDE

No es presunción, pero me consta que algunas personas han visitado la ciudad de Soria en los últimos años por las numerosas veces en que la he mencio nado con afecto y elogio. A esas personas les debo una explicación, si se han pasado por allí recientemente,  y una advertencia a quienes aún tengan pensado acercarse por cau sa de mis recomendaciones. Tanto apego sentía yo por Soria -lugar de muchos veraneos de infancia- que hace doce años, y tras más de veinte de no pisarla, alquilé el que había sido el piso del gran amigo de mi familia Don Heliodoro Carpintero, quien además, en parte, me enseñó a leer y escribir. Durante este periodo he pasado temporadas en primavera, verano, otoño y en el crudo invierno, y en esa casa, con vistas al precioso parque conocido como la Dehesa, he escrito parcialmente mis últimas cuatro novelas. Ha sido un refugio en todos los sentidos del término… hasta que se ha convertido en lo contrario -un asedio- y me he visto obligado a abando nar la ciudad y ese piso. El último lustro en Soria ha sido insoportable, y casualmente ha coincidido con el reinado, como alcal de, de Carlos Martínez Mínguez, del PSOE -se lo pudo ver a menudo hace unos meses como escudero de Carme Chacón-.
La ciudad ha celebrado siempre unas fiestas largas, de una semana, los sanjuanes, consistentes sobre todo en la murga non-stop (día y noche) que las llamadas “peñas” endilgan a los habitantes con unas monótonas charangas. Bien, uno evitaba aparecer por allí en las fechas correspondientes. Pero en estos últimos cinco años parece que lossanjuanes duren las cuatro estaciones. El pasado otoño la cosa fue notable. Vinieron las fiestas de San Saturio (patrón local), que solían ocupar dos o tres días y ahora se alar gan casi siete, y se erigió una carpa estridente en la Plaza Mayor, tan alta como el Ayuntamiento; luego, el puente del Pilar se fes tejó otra semana, con la ciudad invadida por un “mercado me dieval” (ya saben, venta de chucherías y de alimentos incontrolados, de salubridad dudosa). El 22 de octubre, que ya no era nada, fue un buen ejemplo de lo que sucede: a lo largo de once horas -once-, grupos de “dulzaineros” o “gaiteros” atronaron el lugar sin descanso, mientras parte de la ciudadanía dispu­taba algo semejante a una carrera sin pies ni cabeza y otra parte saltaba sobre colchonetas en una plaza muy céntrica, todo ello acompañado de música y “ánimos” estruendosos por altavoces. Era como si la ciudad hubiera enloquecido. Lo malo es que esa es la tónica general. Teatros de autómatas tocando salsa ocho horas diarias en verano; desde febrero, ensayos de tambores y trompetas para la Semana Santa (qué diablos tendrán que en sayar, si es lo mismo desde hace siglos); bares y terrazas proliferantes, sin control alguno, con la música a tope y sin respetar los horarios (si el dueño del que padece uno cerca es además un malasangre, imagínense la tortura); mastuerzos a grito pelado de madrugada, sin que la policía municipal nunca se inmute; conciertos y actuaciones cada dos por tres en pleno centro, bafles hasta las tantas; botellones en el delicado parque, que que da arrasado; un “trenecito” turístico que recorre la ciudad metiendo más ruido que otra cosa; un sistema de recogida de hojas a mil decibelios… El Ayuntamiento, en vista de que los ociosos juegan sin cesar a la tanguilla en la Dehesa, sustituyó el suelo de tierra o grava por uno de asfalto, gracias a lo cual el estrépito es continuo: clink, clank, clonk, vuelve loco al más cuerdo. Por no hablar de las procesiones, de las que pocas poblaciones se li bran en este Estado nacional-católico en el que seguimos viviendo. (Añadan a unas caseras infragaldosianas, esto a título particular mío.)
Por si no bastara todo esto, acaba de comenzar una disparatada y descomunal obra justo al lado del parque (que sin duda se verá muy dañado), para construir un superfluo aparcamiento subterráneo. Existe ya uno a unos centenares de metros, que está siempre medio vacío. La obra del nuevo e inútil (útil sólo para destruir) se prevé que dure dos años, así que échele tres, por lo menos, de zanjas, vallas, perfo radoras, tuneladoras, lodo, polvo y árboles muertos. Como para pasear por allí, sin duda. Los sorianos son muy dueños de tener la ciudad que quieran, faltaría más, y a buen seguro están contentos con su alcalde, pues lo reeligieron hace menos de un año. Ahora bien, si antes Soria era un lugar singular, decoroso y digno y con enorme encanto, ahora –cómo decirlo- con su “valencianización” permanente, se ha convertido en un sitio vulgar, como cualquier otro. De la de Machado y Bécquer no queda nada, y maldito lo que estos dos poetas les importan a las actuales autoridades. La transformación es sintomática de lo que es hoy España: si una localidad pequeña, castellana, aus tera, tranquila y fría se ha convertido en un espacio ruidoso, impersonal y festero (no sé de dónde sale el dinero para tantos “entretenimientos” municipales), da escalofrío imaginar lo que serán otras de mejor clima y costeras. Dejo allí buenos amigos (Ángel, Sol y Alejandra; Enrique y Mercedes; Fortunato y Lourdes y Álvaro; César, y Jesús y Ana; Emilio Ruiz, que murió justo cuando me despedía). Seguiré animando de lejos al equipo de fútbol, el Numancia; los buenos recuerdos de hoy y de antaño prevalecerán sobre los malos recientes, seguro. Pero, así como los sorianos son libres de cargarse su ciudad (desde mi punto de vista), yo lo soy de largarme, aunque con mucha pena. Un adiós significativo.

JAVIER MARÍAS
(El País Semanal, 15 de abril de 2012)

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SILENCIO, SE VERANEA

Vaya por delante, doy mi palabra, de que no soy muy amigo de entrar al trapo en lo que a la polémica del momento concierne. Ha sido, sencilla y llanamente, que el artículo “Cuando una ciudad se pierde”, del señor Javier Marías, a quien respeto e incluso admiro, me ha tocado una fibra que ya tenía bastante irritada desde hacía mucho tiempo… Y que conste que no es una ojeriza personal, insisto, contra el señor Marías (que no se la profeso), ni contra otro renombrado literato que también se deja caer por aquí con frecuencia (y que suele adolecer de comentarios del estilo), ni contra nadie concreto: lo que a mí me toca los bemoles es una actitud.
A lo largo de mi vida, máxime desde que decidí no vivirla fuera de esta tierra ni de esta ciudad, he tenido que contemplar el ir y venir de amigos que tomaron otro camino, de visitantes de fin de semana y Virgen de Agosto, de hijos de emigrantes buscando la vuelta a las raíces… Y es alarmantemente frecuente, supongo que por tendencia natural humana, esa querencia por “que todo siga como yo lo recuerdo”. Aquí es, ya lo lamento, donde a mí se me hincha la vena. Nuestro espacio mental nos pertenece, y allí podemos amueblar los decorados como mejor nos plazca, pero cuando ya se nos ocurre extrapolar eso a la aplicación práctica en el mundo real es cuando nos damos de cornadas los dos: el nostálgico de “a ratos” y el pragmático de todos los días. Y que conste que, por mí, bienvenido sea cualquiera que se deje caer por aquí, sea cual sea la fecha, la frecuencia y la duración de la estancia, pero háganme el favor, señores, y no nos digan cómo tenemos que vivir aquí y cómo debemos mantener la ciudad sólo para que ustedes estén a gustito los cuatro ratos que vienen.
Me apuesto el cuello a que cuando el señor Marías y gentes de opinión semejante se dan un garbeo en automóvil por la gran city en cuyo padrón figuran, les gusta tener un aparcamiento donde parar; aparcamiento cuya construcción, me vuelvo a apostar el pescuezo, ocasionó ruidos y molestias. Y no es que yo sea un fan de la actual obra del paseo del Espolón, pero en lo que sí que soy intransigente es en defender el derecho de Soria y de los sorianos a tener infraestructuras y servicios: los que moramos aquí todo el año también los necesitamos.
No le voy a quitar la razón: en Soria nos hace falta poco para organizar un festejo. Hay quien lo entiende como inherente a nuestra idiosincrasia; otros, por el contrario, nos tildan de ociosos y gamberros. A estos últimos, les invito a que, por ejemplo, se tiren un mes de noviembre, de principio a fin, viviendo aquí, aguantando el frío y la oscuridad, la quietud extrema y la falta de todo. Quizá entonces entiendan por qué buscamos el bullicio y por qué lo disfrutamos con tanto ahínco.
Ahora bien, don Javier, lo que sí que voy a decir en voz bien alta es que usted está pasando a Soria y a sus habitantes por un rasero desmesuradamente estricto y un tanto desquiciado. ¿Realmente le molesta tanto el repiqueteo de la tanguilla de los jubilados? ¿Tanto como para tratarlos con esa crueldad y llamarlos “ociosos”? ¿Acaso no tiene en Madrid bares y terrazas, trenecitos turísticos, y todas esas aberraciones que tanto le indignan en Soria? Porque yo no veo que deje de vivir allí por ello… Porque usted y los que opinan igual, los de “que dejen Soria quieta y como está”, para sus gestiones administrativas, sus hospitalizaciones, sus aparcamientos, su ocio, y un sinfín de asuntos mundanos, hacen el gasto fuera de aquí, normalmente en capital grande, y cuando vienen a Soria quieren calma chicha. Entérense de una bendita vez: Soria, por encima de todo, es una ciudad en la que vive gente, y para disfrutar de paz de cementerio, señores míos, se va uno al cementerio. Es lo que tiene la vida: que organiza revuelo.
A lo mejor no se encontraría tan molesto, don Javier, si se hubiese alquilado un piso no tan céntrico y bien situado; y eso que estoy convencido de que en una calle de sexta categoría de Madrid traga usted cien veces más ruido que en el centro de Soria, pero, en cualquier caso, aquí hay muchas zonas y barrios donde apenas se oye una mosca. Ahora bien, si usted necesita silencio absoluto para escribir, admirado señor Marías, me temo que ya es cuestión personal de cada uno; muchos le damos a las letras (no tan exitosamente como usted) y no tenemos tanto problema con el entorno.
Y, por el amor de Dios, y esto va para todos, déjenme ya de una maldita vez de Machado, Bécquer y el Sursum corda. La cultura está muy bien, y fue fantástico que esta tierra les inspirara de un modo tan sublime, pero estos dos señores está muertos, y vivieron en una Soria de hace 100 y 150 años, respectivamente; bueno será que queden reminiscencias, que las hay, pero no pretendan, por favor, encontrarse las cosas como entonces: esto no es el plató de una película.
Es muy fácil soñar Soria desde la distancia y maldecir luego los cambios en nuestro imaginario ideal; lo que no es tan fácil es vivirla en el día a día y ver cómo los escasísimos progresos que conseguimos son, para más inri, criticados por una serie de personas que se creen con derecho, cuando se hartan de las comodidades y la prosperidad de su gran Metrópolis, a tener Soria como reducto del pasado y coto privado de vacaciones. Avelino Hernández, soriano en la diáspora que jamás perdió el norte en este aspecto, escribió una genial obra, El Aquilinón, donde ésta y otras actitudes parecidas quedan resumidas en una sola frase: “¡Copón, qué bien se piensa desde casa!”.

ALBERTO SANZ MARTÍNEZ (TITO)
(http://www.sorianoticias.com/, 17 de abril de 2012)

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miércoles, 4 de abril de 2012

Doble homenaje

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"El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho", 
Miguel de Cervantes (cap. XXV de El Quijote, 1605). 
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El dibujo es del maestro Mingote, in memoriam...

martes, 3 de abril de 2012

Reflexionando

Esta tarde, paseando por Soria, nos hemos encontrado con esto en la calle. La foto bien merece una reflexión, profunda y seria... Ay!

miércoles, 21 de marzo de 2012

Día Mundial de la Poesía

Hoy se celebra, junto con la llegada de la primavera, el Día Mundial de la Poesía. Y por ello traigo aquí un poema del libro que ando leyendo en estos días. Es lo último de Jesús García Calderón, al que sigo y leo hace ya tiempo: La mirada desnuda. Inaugura este magnífico libro una preciosa colección de poesía ("Luna de poniente") que saca a la luz la editorial emeritense De la Luna libros, de la mano de Marino González y Elías Moro. Muchas felicidades a los tres; todos estamos de enhorabuena.  

LA MIRADA DESNUDA

También guarda el poema
un orden incompleto y decisivo.
Nadie puede tocarlo.
Nadie puede ocultar su desengaño
y se tiende hacia ti
como la tarde ciega se derrama
en ese atardecer que la resume.
Un poema está siempre desnudo.
Le arrebatan tus manos el ropaje
escueto del silencio.
Está siempre desnuda su mirada.
No traiciones su afán por conocerte
y préstale tu voz para que pueda
respirar y vivir y hacerse tiempo.

martes, 20 de marzo de 2012

lunes, 12 de marzo de 2012

¿Los restos de García Lorca en Uruguay?

Ahora dicen que los restos mortales de Federico García Lorca (Ay!) pudieran estar en Uruguay. Hasta allí los llevó en 1953 una especie de amante que tuvo el granadino llamado Enrique Amorim; que si vino a España y lo desenterró, que si los restos los transportó en una pequeña caja blanca, que si le hizo un enorme monumento y se le honró con pompas fúnebres,... Ya está bien; todo esto empieza a dar asco más que pena.

sábado, 25 de febrero de 2012

Con Inma Chacón

Sí, es verdad que ya hace varios meses que mi querida Inma Chacón ganó el finalista del Planeta 2011 con su Tiempo de arena; pero hasta hoy desde estas páginas no había tenido oportunidad de felicitarla públicamente. Muchas, muchísimas felicidades; porque te lo mereces, porque eres tan buena persona que todos los premios serán pocos. Cada vez más y mejor...
Y también Inma gracias por venir ayer a mi instituto y por hacer felices a mis alumnos. Se quedaron prendados de Nick (La Galera, 2011) y ahora de ti. Gracias por compartir tus libros, tu tiempo y tu corazón. Ya te echamos de menos.

viernes, 13 de enero de 2012

Nuevamente Félix Grande

Tengo en mis manos el primer libro de poesía que leeré en el nuevo año. Es el último de Félix Grande: Libro de familia, publicado por Visor en su cuidada colección Palabra de Honor.
Mucho tiempo sin publicar Félix, quizá demasiados años. Aparecieron recientemente sus poesías completas recopiladas bajo el título de Biografía (Barcelona, Círculo de Lectores, 2010), donde como novedad publicaba su inédito La cabellera de la Shoá, estremecidos versos que surgieron en su visita a los campos de exterminio nazi de Auschwitz.
Ahora, emocionado, pasearé por estas páginas familiares, entrañables, llenas de memoria y sentimientos, de heridas y enseñanzas. Un placer de nuevo que me viajará a los poemas de antes, como cuando juntos el poeta y yo montamos su antología Una grieta por donde entra la nieve en 2006 para Renacimiento.
Gracias maestro, amigo; un abrazo muy grande, Félix.