domingo, 29 de abril de 2007

Algo más que un premio

Anoche, tras escuchar a Isaac Rosa hablar de ¡Otra maldita novela sobre la guerra civil! (magnífica experimentación metaliteraria que recomiendo), Pilar Galán y yo viajamos rumbo al Casar para hacer acto de presencia en la gala literaria del XV Premio "Helénides de Salamina" del que nuevamente somos jurado con otros cinco compañeros más. Al llegar volvimos a encontrarnos con esa buena gente que repite cada año, en el mismo sitio y casi por las mismas fechas. Los políticos también abandonan sus trajes y con Silvia, Juan Andrés y Chema surgen las conversaciones amigas de siempre, con esa complicidad entrañable. Una buena cena servida y macerada dignamente entre risas y cotilleos, verdaderos motores de eventos como éste.
El premio ha llegado a las manos de un joven escritor de Navalmoral, Álvaro Nuevo, alumno de mi querida Dulce Chacón en aquellas presencias literarias que ella inició y actualmente participante también de un taller literario. Es un claro ejemplo de que estas iniciativas que tanto preocupan a la Junta funcionan, y funcionan bien; que parece que nos falla la memoria a la hora de reconocer las labores literarias tan fructíferas en nuestra región llevadas a cabo desde una política cultural estudiada y con mucha dedicación. El joven escritor galardonado, que se trabucaba entre las emociones y los nervios, acertó cuando afirmaba que se tenía que escribir desde las tripas, amén de premios y publicaciones.
Pilar Galán, magnífica narradora, hizo una hermosa aproximación al género del cuento defendiendo su actualidad y trayendo aquella definición de Cortázar que ella tan bien lleva a su literatura: "Un cuento es un relato en el que lo que interesa es una cierta tensión, una capacidad de atrapar al lector y llevarlo de una manera casi fatal hacia una desembocadura, hacia un final". Habló desde el atril lentamente, con timidez, dejando calar cada palabra entre los que la escuchábamos. Es imposible no quererla...
Terminamos juntos otro año. De camino la guardia civil controló su alcoholemia; abrazos y tiritones, confidencias ante una triste cocacolazero, queso y vinos, bomboneras sicodélicas, despedidas demasiado cortas y otra interesante conversación-Barceló con Álvaro. De regreso a casa, el peso de las bolsas hizo que me parara de vez en cuando a mirar el cielo, liso, nocturno, con el silencio de una ciudad que dormía ajena a los pequeños placeres.

jueves, 26 de abril de 2007

En el 70 aniversario del bombardeo de Gernika por la aviación alemana al servicio de Franco

Tú hiciste aquella obra y le pusiste un título.

Ése y no otro. Siempre,

desde el primer llanto del mundo,

las guerras fueron conocidas,

las batallas tuvieron cada una su nombre.

Tú habías vivido una:

la primera más terrible de todas.

Y sin embargo, mientras

a tu mejor amigo, Apollinaire,

un casco de metralla le tocaba las sienes,

tu desvelada mano,

y no a muchos kilómetros de lo que sucedía,

continuaba inventando la nueva realidad maravillosa

tan llena de futuro.

-

Pero cuando después,

a casi veinte años de distancia,

fue tocado aquel toro,

el mismo que arremete por tus venas,

bajaste sin que nadie lo ordenara

a la mitad del ruedo,

al centro ensangrentado de la arena de España.

Y acusaste con furia,

levantaste hasta el cielo tu lamento,

los gritos del caballo

y sacaste a las madres los dientes de la ira

con los niños troncados,

presentaste por tierra la rota espada del defensor caído,

las médulas cortadas y los nervios tirantes afuera de la piel,

la angustia, la agonía, la rabia y el asombro de ti mismo,

tu pueblo,

del que saliste un día.

Y no llamaste a esto

ni el Marne ni Verdun ni ningún otro nombre merecedor del recuerdo [más hondo

(aunque allí la matanza fue mucho más terrible).

Lo llamaste Guernica.

Y es el pueblo español,

aunque tantos no quieran,

el que está siempre allí,

el que tuvo el arrojo de poner en tu mano

esa luz gris y blanca que salió entonces de su sangre

para que iluminaras su memoria.

-

RAFAEL ALBERTI

(Los ocho nombres de Picasso, 1966-1970)

miércoles, 25 de abril de 2007

Treinta y tres claveles

En la madrugada del 25 de abril de 1974 se iniciaba en Portugal un levantamiento militar que provocaba la caída del dictador António Oliveira Salazar, que dominaba lacónicamente el país desde 1926. El régimen más longevo de toda Europa por fin terminaba, llegando al país luso el estado de derecho democrático que pronto también brillaría en nuestra oscurecida España.
Y ese día, en la Plaza del Comercio de Lisboa, una vendedora de flores regalaba entre lágrimas ilusionadas sus claveles a los militares sublevados, bautizando hermosamente como Revolución de los Claveles (Revolução dos Cravos) a este grito por la libertad.
Hoy, con un clavel en la mano que regalo a mi amigo portugués Luis Leal, igual al de aquellos días, abro las Poesías completas de Saramago, traducidas con amistosa pulcritud por Ángel Campos Pámpano, y leo "Enigma":
-
Un nuevo ser me nace a cada hora.
El que fui, ya lo he olvidado. El que seré
no guardará del ser que soy ahora
sino el cumplimiento de cuanto sé.
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La memoria, adornada con flores, revolucionaria siempre, con el cuerpo deshabitado, sigue afortunadamente siendo roja...

lunes, 23 de abril de 2007

La pobreza luminosa de Gamoneda


El "no saber" es natural en la creación que se desprende de la cultura de la pobreza. Es una suerte de pureza en la oscuridad del pensamiento, que podría ser anulada precisamente por el saber metódicamente adquirido. Nosotros, "los de la pobreza", no tuvimos libros, no fuimos a la universidad. Esta diferencia con los creadores cultos a partir de una situación social que pueda considerarse afortunada, no es, ni a favor ni en contra, una diferencia de grado cualitativo. Esta diferencia la procurará el talento.
Pero el individuo y, por tanto, el poeta, se realiza en la colectividad. Por esta indefectible circunstancia, toda poesía, aun siendo "irremediablemente subjetiva" (nos lo dice Sartre), es también siempre, en su significación última, poesía social. Puede o no llevar consigo convicciones ideológicas. Ante los poderes injustos, en los poetas de origen acomodado podrá darse la ideología solidaria; en los que se reconocen en la pobreza, será una manifestación de su vida desafortunada. Dicho más brevemente: hablar desde el interior de la pobreza no es lo mismo que solidarizarse con la pobreza.
Ellos, los solidarios, pueden, por las causas ideológicas que digo, encontrar necesario manifestarse realistas y críticos, pero lo hacen (no sé si se dan cuenta) con el mismo lenguaje "normalizado" que adoptan los poderes injustos. Insensiblemente, se asimilan a tales poderes.
-
ANTONIO GAMONEDA

viernes, 20 de abril de 2007

Mucho más que dos

Siempre hay una música de fondo que marca en la memoria los momentos vividos. Ayer pasamos el día en Marvao, precioso pueblo portugués que encierra entre sus viejas murallas el paso del tiempo. En la torre más alta, desde la que se divisaba todo el entorno, venía a nuestros oídos y a nuestras manos el poema de Mario Benedetti que hermosamente musicaron Los Sabandeños...
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si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
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tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro
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tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía
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Palabras justas, acordes precisos para describir lo compartido, para contar lo sentido... Es la magia de la poesía: hace universales los sentimientos únicos.

martes, 17 de abril de 2007

Los momentos y sus caras

Hemos llegado hace poco rato del Museo Vostell de Malpartida, una tarde muy primaveral en los Barruecos llena de flores luminosas y cigüeñas que volaban siempre de dos en dos, como nosotros. Muchas fotos y secretos al oido que hicieron del atardecer el momento mágico del día.
Mi móvil está malito y lo quedé en casa descansando. Lo he encendido y saltan como locas llamadas y mensajes almacenados. Entre todos ellos una amiga que no sé porqué me dice que está enfadada, teléfenos que no conozco y no me dejan recado en el contestador y la voz siempre cariñosa de mi amigo Daniel Casado que me dice que me echa de menos. Remarco su número y hablamos un rato. Yo también añoro su compañía. Mucho. Le doy las gracias por hablar de mi amor en su blog; sé que se alegra de corazón. Él me pide algún número de teléfono que sigue sin tener (dos veces en pocos meses su móvil se ha suicidado ya) y me anuncia la llegada esta misma mañana de la hija de nuestro Chema. ¡Qué alegría tan feliz y esperada!
Llega la noche y con ella siempre noticias buenas y menos buenas. No se puede estar tranquilo. La vida sólo te sonríe a medias. Nadie dijo que vivir fuera fácil, pero se seguirá intentando. O al menos eso me digo a mí mismo mientras borro las llamadas perdidas y los mensajes desconocidos de mi teléfono...

viernes, 13 de abril de 2007

De boda

Hoy viernes, a las 13:30 horas, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Montánchez, he casado a dos amigos de esos auténticos: Luis y Aurea. Hace ya casi un año que me dieron la feliz noticia de su enlace y de que además el oficiante de la celebración sería yo. Algo bueno tendría esto de ser mediopolítico.
La emoción a flor de piel y los versos finales de Cernuda que casi no me salen al verles ahí delante, agarrados de la mano, escuchándome muy atentos. Sus padres, sus hermanos y algún amigo de esos auténticos nos rodeaban y aplaudían. Lágrimas al final por tanta alegría y fiestón esta noche.
Mañana repetimos boda en el Castillo de la Arguijuela, con música en directo y poemas y cartas de hermanos y amigos. Eso sí: ella vestida de blanco inmaculado y él con uno de sus mejores trajes (¡que tiene muchos!). Les convenceré para que se prometan amor eterno leyendo unas frases escritas para la ocasión... irrepetible, única, casi de sueño, para ellos y para mí.
La felicidad no existe pero estas cosas se le parecen mucho...

domingo, 8 de abril de 2007

Leonor (1913-2007)

¿No ves, Leonor, los álamos del río
con sus ramajes yertos?
Mira el Moncayo azul y blanco; dame
tu mano y paseemos.
Por estos campos de la tierra mía,
bordados de olivares polvorientos,
voy caminando solo,
triste, cansado, pensativo y viejo.
-
(Antonio Machado)

miércoles, 4 de abril de 2007

Huellas escritas

Hoy en dos lugares preciosos hemos dejado Emma y yo nuestras palabras escritas. Primero en el "Aula Machado", en el viejo instituto donde don Antonio enseñaba francés; calles empedradas y árboles asombrados. Los alumnos siguen corriendo por aquellos mismos pasillos. El otro libro de visitas lo firmamos en lo alto de la ermita de San Saturio, donde llegamos con algo de frío; resonaban a cada paso los versos lacónicos de Gerardo Diego sobre este histórico río Duero. Largo el paseo, pero intenso y literario igualmente.
Mi pobre ejemplar de Campos de Castilla lleva metido en su bolso dos días y sin tregua para dejarnos caer por sus páginas. Tantas imágenes que retener... Sol y frío para seguir las huellas de Machado: "Hoy es siempre todavía".

lunes, 2 de abril de 2007

A un olmo seco (1912-2007)

Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo,
algunas hojas verdes le han salido.

-
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
-

[...] olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.
-
(Antonio Machado)

domingo, 1 de abril de 2007

Antonio y Leonor

Mañana viajo camino de Soria. Allí estaré el resto de vacaciones que me quedan. Los sorianos reviven estos días el centenario de la llegada de Antonio Machado a su ciudad. Me dice Emma que por las calles hay fotografías enormes y poemas sueltos que recuerdan las nostalgias del pobre don Antonio. LLevo en mi bolsillo un pequeño ejemplar de Campos de Castilla, el primero que tuve; releeré los poemas junto al olmo seco, en las orillas de San Saturio, en el aula donde el viejo profesor enseñaba francés, en la tumba de Leonor en lo alto del Espino... Tengo la mejor guía para pasear por estos lugares.
Don Antonio se asfixiaba en esta pequeña ciudad cuando llegó en 1907 hasta que apareció la joven Leonor. Ella marca un antes y un después en la vida del poeta. La ciudad no vio con buenos ojos la diferencia de edad pero a ellos no les importó. La muerte se la arrebató rápidamente y don Antonio no pudo regresar nunca más a Soria, donde conoció todas las etapas del corazón.
Estoy deseando llegar mañana. Dormiremos poco y pasearemos mucho. Leeremos poemas en voz alta y el sol al día siguiente nos seguirá encontrando como siempre, enredados en las sábanas entre sueños cumplidos y promesas venideras.