miércoles, 31 de octubre de 2007

Sobre las piedras

Empieza un puente algo largo, pero siempre difícil. Difícil porque estas fechas se llenan de flores de plástico y de nombres sobre piedras, de recuerdos hondamente heridos, a veces ajenos o lejanos. Es verdad que esta frase la repito mucho, pero Rafael Alberti parece habérmela grabado a fuego: "Notas que te haces mayor porque estás rodeado de muertos". Dura, muy dura, durísima, con una reflexión dolorosamente profunda.
Y aquí sentado en la soledad de la noche, me vienen a la memoria imágenes antiguas en blanco y negro, con sonrisas, bailes y abrazos; las pocas y vacías visitas al cementerio de Montánchez, materializadas en la triste frase de su entrada que me susurra al oído esta foto de mi amiga Sara Solomando; el fervor y la esperanza de la gente para con sus antepasados; las calles de los camposantos llenas de colores de falsa primavera y suelos y lápidas radiantemente limpias. ¿Por qué sólo llevamos flores a nuestros recuerdos en estos días? ¿Y el resto del año, de los años? ¿Quién realmente nos espera tras esas verjas oxidadas que separan la vida de la muerte?
Y de fondo palabras encadenadas que me martillean sin piedad: templo de la verdad, no desoigas, voz, ilusión...

sábado, 27 de octubre de 2007

Encuentro en Guadalupe

Acabo de llegar hace pocas horas de Guadalupe. Mi amigo Javier Pérez Walias me ha traído y también me ha llevado. Las más de dos horas y media en total del viaje nos han dado para hablar mucho y bueno, afianzando las opiniones que ya tenía del poeta y del amigo; no sé todavía cómo agradecérselo.
Muchas y buenas páginas también para este ausente blog me ha dado la doble jornada (viernes-sábado) que he pasado en Guadalupe con poetas y fotógrafos extremeños. Allí nos convocaban el comisario del Año Jubilar 2007, Teresiano Rodríguez, y los dos motores literarios dentro de la convención: José Miguel Santiago Castelo y Julián Rodríguez. La excusa de juntarnos es la publicación de un libro inmediato con poemas inéditos de una veintena de autores de Extremadura y con bellas fotografías de esta espiritual localidad. Lecturas, debate y puestas en común han hilado la convivencia. Paseos, visitas, comidas y cenas, y por la noche entre copa y copa secretos, risas y chismes literarios (que los hay; el mejor el de uno que reza mucho y su fotocopiadora). Inma oyó emocionada las campanadas del Monasterio y bajo las siete más una mujeres fuertes del camarín se confió al sueño del reencuentro. Álvaro, con Yolanda y Alberto, hablaba entusiasmado de los diarios de José Antonio y de la buena salud de nuestras letras regionales. Qué poco tiempo para charlar de tantas cosas que uno llevaba anotadas...
Daniel, José Manuel y un servidor disfrutamos como pocas veces entre confidencias, versos y nocturnidades. Los tres únicos llegamos hasta el final y cerramos Guadalupe; a Serafín nos lo raptaron y nos libraron (oh desgracia) de su oncena sabiduría. Terminamos la madrugada metidos en la doble cama de la habitación 104 del Parador, con un portátil de fondo simple y música que iba algo deprisa, una hilera de zapatos cuyo olor no encontraba parangón, los ronquidinos de Daniel después de leernos sus garabatos cuadriculados y los ojos emocionados de Jose, de los que no aparté mi lectura y que me convenció para viajes comunes y tristes detrás de los barrotes de la incomprensión.
A las pocas horas, visita a la Patrona de todas las Españas acompañado del brazo de mi querido Castelo. Después de poner verde a Buñuel, verle disfrazado de soldadito español recogiendo un premio de poesía antes que yo naciera y oirle imitar a Borges recitando de memoria a Gabriel y Galán, sólo tengo palabras renovadas de admiración y afecto hacia una de las personas más grandes que he conocido en mi vida (ya cuento los minutos para verte en breve en la capital del Reino).
Espero que los allí congregados nos volvamos a encontrar juntos lo antes posible. Sé que esta noche dormiré con la sensación de faltarme algo, con la impresión de que seguramente la historia no se repita. Las fotografías que hemos ido memorizando en las retinas de nuestras cámaras congelan ya uno de los momentos más especiales en la vida de cada uno. Lo sé. Al salir de Guadalupe sólo pedía que todos llegáramos a nuestro destino (Cáceres o Badajoz, Madrid o Colombia) con el corazón lleno de versos ajenos y abrazos verdaderos, compartidos e insustituibles. Seguiremos informando...

jueves, 25 de octubre de 2007

Asco

Sorpresa repulsiva. Sabía que el racismo existía, pero verlo tan claro me repugna. Impotencia. Lágrimas que no me dejan ver el video completo. Imágenes repetidas impunemente en prensa y televisión. Un poco de corazón, por Dios. Qué duro es seguirme viendo representado en esa pobre adolescente ecuatoriana. Ya empieza la hipocresía a disfrazarse de políticos, jueces y periodistas, contertulios de la tele y compañeros de trabajo.
Qué asco tener semejantes así. Dice que le encanta ser famoso por esto. Cobra ya incluso por sus declaraciones. Insulta a los periodistas que le acosan y sale fumando y bebiendo en los bares, rodeado de amigos que le apoyan y le ríen la gracia. Se teme ahora por su libertad, por su integridad. Los violentos están en la calle. No sólo es él. Quizá con gente de su calaña se entienda mejor.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Ladran, amigo Sancho, luego cabalgamos

Esta es una de las muchas frases de Cervantes que se atribuyen a don Quijote pero que no aparece en ninguna de sus páginas. Lo que hace la literatura... Sabias palabras, aún así, que bien podría haber dicho el caballero de la triste figura y que a mí ahora me vienen como anillo al dedo.
Me cuentan que la envidia tiene todavía diversas caras. Que hace incluso a personas de más de cincuenta años volver a una adolescencia trasnochada (casi como la de mis alumnos) y perder el juicio y la educación acusando entre desvelos. Hay acoso y derribo desde hace ya tiempo pero parece que ahora es su momento; no sé porqué, nunca hice nada.
¿Por qué no nos limitamos a cuidar de nuestras cosas y nuestras responsabilidades? ¿O es que es él realmente quién no cumple sus mínimos establecidos? Maestro del escape y la palabra fácil, siempre disfrazada y nunca directa. Cuánto habrá sufrido esta gente de piedra, silenciosa porque está podrida por dentro. ¿Tanto daño se le habrá hecho? ¿Tanta maldad puede ocultar ese cuerpo huraño y esos ojos llenos de ira? Parece que sí. Me dicen que cruzarse con él y no mediar palabra es lo lógico. Que la sonrisa no existe porque siempre es de noche.
Ahora logro entender mejor porque sus confesiones nunca me llegaron. Qué tristeza más grande comprobar que lo poco que tenemos se oculta hasta perderse tras la soberbia y la indignación. Como dice mi querido Félix Grande:
-
No debieras volver jamás a nada, a nadie,
pues toda historia interrumpida
tan sólo sobrevive
para vengarse en la ilusión, clavarle
su cuchillo desesperado,
morir asesinando.
-
Nadie hay imprescindible. Lo único que me salva es que mi presencia le incomoda. Algo es algo. Ladra, mucho, y seguiré cabalgando. Él sin embargo caminará solo, cabizbajo, lleno de reproches y vacío de espíritu. En la lejanía y en el frío. Si es que en el fondo me da pena...

martes, 23 de octubre de 2007

Redescubriendo a Rafael Cadenas

El primer fin de semana de octubre lo pasamos Emma y yo en Madrid con la intención (entre otras muchas) de acercarnos a la Casa de América y encontrarnos con autores que me atraparon hace ya algún tiempo. Y de ello dieron cumplida cuenta nuestras charlas con Álvaro Mutis, Luis Sepúlveda, Rafael Cadenas y Tomás Segovia, entre otros. Al venezolano Rafael Cadenas (Barquisimeto, 1930) no le había visto nunca, ni tampoco le había puesto timbre a su tono de voz. Ambas cosas descubrí que van indisolublemente asociadas con su palabra poética. Es la obra de Cadenas (al menos la que conozco) capaz de hablar de cualquier cosa, un poder extraordinario para decir y hacer decir. En la Antología que lentamente me dedicó, casi como escondido, Ana Nuño dice en su prólogo que "La ignorancia española de una de las voces poéticas más interesantes, coherentes y sólidas de Hispanoamérica no es un hecho, empero, sorprendente. Puede aún afirmarse que ese desconocimiento de una parte substancial -a veces simplemente la mejor- de la creación literaria en su propia lengua es ya una tradición de rancio cultivo entre los españoles."... Y no le falta razón. Hago un repaso por el conocimiento lector que tengo de la poesía hispanoamericana del último siglo y siempre me salen los mismos nombres. Poetas estudiados y conocidos. Otros ni siquiera editados en España. Ya decía lacónicamente Machado que se desprecia lo que se ignora (¿Cuántos poetas de Venezuela he leído?).
Rafael Cadenas tiene una voz fuera de lo común. Pasea a tu lado, poniendo palabras a una conversación muda, a una reflexión compartida. Un verso rupturista y desafiante, siempre al lado de la marginalidad. Una palabra apoyada en el radicalismo pero que bebe de la memoria y no de caducos espíritus transgresores. Me recuerda mucho a Whitman, a ese viejo con mariposas en las barbas que tan bien dibujó Lorca en su Nueva York; a su autenticidad, a la correspondencia entre la palabra y la ética, a la búsqueda siempre de la integridad:
-
Que cada palabra lleve lo que dice.
Que sea como el temblor que la sostiene.
Que se mantenga como un latido.
-
Alejado de exageraciones verbales, Cadenas se desnuda en lo justo no en lo sencillo. En el silencio, en lo visible, en la desconfianza que encierra el propio ser humano en sí mismo. Una experiencia con la realidad más desencantada. Un diálogo consigo mismo como única solución para la comunicación con el otro. La voz de un yo múltiple rodeado de serpientes, de calles, de amor, de viajes largos y terrenos desconocidos, que "cultiva el arte de la escucha y que no se oye así mismo hablar".
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Palabras muy solas
de quien las pone
frente a la nada
que las pesa
y se las deshace
y se las arroja al rostro
para que las rehaga, firmes,
las reviva en su arder,
las llene.
-
Están probadas
con la terrible piedra.
Han de sostenerse
como si esperaran.
-
Ahora que se acerca el Premio Cervantes y que toca autor hispanoamericano, sería una buena oportunidad rescatar de nuestra ignorancia a una de las voces más auténtica de la otra orilla: Rafael Cadenas, venezolano. Es justa y necesaria su restitución a este país nuestro que sólo sabe mirarse el ombligo.
-
Vives piel adentro.
Ignoras
que ser
significa: alcanzable.
-

domingo, 21 de octubre de 2007

Testamento lorquiano

El País ("Periódico global en español") ha cambiado el diseño y la letra, le ha puesto tilde ¡por fin! a su cabecera y ha añadido demasiado color azul. Pero sus páginas hoy domingo traían la grata noticia de que gracias a la recuperación del manuscrito de Poeta en Nueva York de Lorca estamos a punto de ver la versión definitiva de la gran obra del andaluz universal.
Más de tres años ya que la familia Lorca (con el incombustible Manuel Fernández-Montesinos al frente) se acercó a una famosa casa de subastas inglesa para hacerse con los borradores que se decían perdidos; papeles manuscritos, mezclados con notas de poemas publicados en ciertas revistas o incluso puesta en limpio y pasada a máquina de algún original. Todo ello dejado por Lorca en la mesa de Bergamín, en su editorial madrileña Cruz y Raya, a mediados de julio de 1936 con una nota estremecedora: "Querido Pepe: He estado a verte y creo que volveré mañana. Abrazos de Federico". Todavía faltaban muchas correcciones que hacer a esa amalgama de papeles, tachados y doblados casi sin orden. Pero nunca sabremos la última voluntad de su creador, que moriría asesinado un mes después.
José Bergamín utilizó este borrador en su exilio mexicano para que aparecieran dos ediciones de Poeta en Nueva York, dos publicaciones (oh, sorpresa) diferentes. Y luego vendría la historia que todos conocemos: el silencio largo y alarmante de Bergamín, su ¿desconocimiento? del paradero final del manuscrito, la búsqueda sin éxito por muchos de estos valiosos papeles, su aparición casi novelesca años después en una casa de subastas...
La familia Lorca siempre supo que existía, pendiente de cualquier jugarreta sucia y mezquina donde la amistad no lo fue tanto. Ahora para suerte de todos los lorquianos los papeles más personales de Federico, los poemas de su mejor libro, de su testamento literario, ya están en limpio para ofrecernos de la mano de la Fundación Lorca y de varios estudiosos del granadino la edición definitiva y más cercana a la última decisión del poeta. Es cierto que el inseguro y nunca satisfecho Federico hubiera cambiado muchas cosas, desde dedicatorias hasta versos completos, pasando incluso por el orden o las partes. Pero eso nunca lo sabremos. Ya falta menos para la aparición final de uno de los mejores libros del siglo XX, y será en Nueva York, la ciudad que le vio nacer y que inspiró al poeta sus reflexiones más hondas y desgarradas. Mi querida Laura García Lorca está al frente del proyecto, por lo que todo quedará a la altura de la más exigente calidad.
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[...] Pero no son los muertos los que bailan,
estoy seguro.
Los muertos están embebidos, devorando sus propias manos.
Son los otros los que bailan con el mascarón y su vihuela;
son los otros, los borrachos de plata, los hombres fríos,
los que crecen en el cruce de los muslos y llamas duras,
los que buscan la lombriz en el paisaje de las escaleras,
los que beben en el banco lágrimas de niña muerta
o los que comen por las esquinas diminutas pirámides del alba. [...]
-
La espera ha sido de más de setenta años. Injusta, muy injusta. Pero los versos americanos de Federico García Lorca, imperecederos, pertenecerán para siempre (a pesar de muchos) a nuestra memoria más íntima y colectiva.

sábado, 20 de octubre de 2007

La literatura y sus caminos

Llego hace un rato a Montánchez; algunos fines de semana ya que no veo a mis padres y el abrazo se hacía necesario. Los próximos sábados y domingos los tengo comprometidos.
Vengo de Badajoz, de celebrar su Fiesta Cultural (ya cuatro años consecutivos) donde se fallan los premios "Ciudad de Badajoz" de Poesía, Novela, Periodismo y Escultura; y a partir del año que viene de Pintura. Premios que me reúnen de nuevo con grandes y buenos amigos y con esta gente del Ayuntamiento (Consuelo, María y Juanma) que tan bien nos cuidan. Fernando Marías, Lorenzo Silva, Marta Rivera de la Cruz y otros muchos narradores que se han convertido en cómplices no sólo literarios sino de comidas y cenas y risas. En lugar privilegiado mi querido y admirado Manolo Pecellín. En nuestra mesa de poesía (con la ausencia enorme de Santiago Castelo, tan liado como siempre) entre otros Álvarez-Buiza, Ángel Sánchez Pascual (maestro muy cercano), Ramírez Lozano (con su excelente Corambo emeritense para todos), Diego Valverde Villena y Luis Alberto de Cuenca.
Diego es una persona especial, inteligentemente culto, preparadísimo para todos los avatares que nos va repartiendo la vida. Desde el principio nos caímos bien y hemos procurado que no decaiga. Reímos y hablamos mucho. Sin él estos premios no supondrían lo mismo para mí. Ahora vuela camino de Jordania, al Cervantes. Nos volveremos a ver ya, en poquísimo tiempo.
Luis Alberto de Cuenca no deja de sorprenderme en cada conversación, en cada encuentro. Coincidimos en opiniones literarias y hablamos nuevamente de últimas adquisiciones y descubrimientos. Me ha quedado muy inquieto su última recomendación literaria de mediados del XIX (casi manuscrita) y además cinéfila; novela hecha película en los años sesenta y ahora recuperada y puesta a punto por un admirado Spielberg. Ya le he dicho que como no sea para tanto se la tengo jurada. Qué pobre el panorama narrativo español de los últimos años... Hispanoamérica nos está devolviendo la llegada de Colón con autores de voces fuertes, misceláneas, llenas de matices. Qué buena gente Luis Alberto y lo que uno aprende a su lado. Hemos cerrado palabras con próximo encuentro en Madrid. Me promete sorpresa.
Anoche no pude dormir bien. No fue la cama, enorme en el hotel lujoso donde nos hospedábamos; tampoco la gran cena, trasnochamos para que bajase entre copas y confidencias. Creo que el sueño se ha alejado por convertirse en realidad. Soy muy afortunado, lo sé, me lo creo. La literatura forma ya parte de la vida de uno quizá por demasiados caminos.

miércoles, 17 de octubre de 2007

Delibes cumple 87 años

Hoy 17 de octubre el gran Miguel Delibes cumple 87 años y hay que celebrarlo. La literatura tiene que celebrarlo y los lectores también. Para ello se ha preparado en estos días el Congreso Internacional "Cruzando fronteras: Miguel Delibes, entre lo local y lo universal", organizado por la Cátedra Miguel Delibes de la Universidad de Valladolid. Con su consabida generosidad, el novelista nos regala en esta ocasión tan especial la edición de sus Obras completas (publicadas entre el Círculo de Lectores y la editorial Destino) en siete volúmenes. Los cuatro primeros estarán dedicados al Delibes novelista; el quinto, al cazador; el sexto, al periodista y ensayista; y el último a los recuerdos y viajes. Cada volumen será prologado por un destacado estudioso del vallisoletano. La edición ha sido dirigida por Ramón García Domínguez y, aunque la obra de Delibes ha sido objeto de diversas recopilaciones, es la primera vez que se publica de manera íntegra y bajo la supervisión del propio autor, que ha releído todos sus textos desde La sombra del ciprés es alargada (1948) hasta El Hereje (1998).
Delibes dio por terminada su andadura literaria hace nueve años a causa de su mala salud. "Aunque viví hasta el año dos mil..., el escritor Miguel Delibes murió en Madrid el 21 de mayo de 1998, en la mesa de operaciones de la clínica La Luz. Esto es, los últimos años literarios no le sirvieron de nada", afirma con descarnada sinceridad el autor en el breve texto que escribió en mayo pasado como preámbulo de sus Obras Completas. Tras someterse a una operación para atajar el cáncer que padecía le fue "imposible" volver a escribir; comprendió que "estaba acabado" y que El hereje había sido su última novela. "En el quirófano entró un hombre inteligente y salió un lerdo [...] Los optimistas que sobreviven a un cáncer suelen decir que lo vencieron", pero aunque los cirujanos impidieron que la enfermedad le matara no pudieron evitar que le inutilizara para trabajar el resto de su vida. "¿Quién fue el vencedor? [...] Terminé como siempre había imaginado: incapaz de abatir una perdiz roja ni de escribir una cuartilla con profesionalidad [...] Otros tuvieron menos tiempo. Al fin y al cabo, setenta y ocho años son bastantes para realizar un obra".
-
A comienzos de enero de 2006 recibí una breve pero cariñosísima carta de Miguel Delibes agradeciéndome una mía enviada a finales del mes de noviembre. Leí en la prensa una entrevista suya donde confesaba que sólo le gustaba leer biografías y me lancé a escribirle, a contarle todo lo que siempre le quise contar y a mandarle uno de mis libros. Me emocioné mucho al leer sus palabras, su letra tímida pero firme, como esa valentía y honestidad que siempre le han caracterizado. Nunca podré agradecerle los buenos ratos que compartí con el Mochuelo y el Moñigo, con el Nini, con el pobre Azarías y su Milana bonita, con los monólogos lacónicos de Carmen ante su marido Mario muerto y tantos y tantos personajes e historias que ya pertenecen a nuestra memoria literaria colectiva. No hay mejor manera de festejar sus 87 años de literatura que leyendo alguna de sus páginas; el Congreso y sus Obras completas ponen la guinda.
Un abrazo largo y renovado, querido don Miguel. Que cumplas muchos más. Y que nosotros lo leamos.

martes, 16 de octubre de 2007

La Tarde de Extremadura

Acabo de llegar de Mérida, del programa de televisión "La Tarde de Extremadura" en nuestro canal autonómico. Este espacio, realizado por Viernes Producciones, se emite de lunes a viernes a partir de las 18:00 horas y está presentado por mi amiga Sara Solomando y José Ángel Leiras. Es un magazine en el que yo destacaría la proximidad y la información. Aunque el hilo conductor de "La Tarde" es cada día un pueblo, el contenido del programa se enriquece con la actualidad de Extremadura enfocada desde un punto de vista social y ameno; un amplio equipo de reporteros recorren la geografía extremeña con la intención de transmitir todo lo que sucede en la región de la mano de sus habitantes y juegan un papel fundamental el ritmo y dinamismo de las conexiones en directo y una gran variedad de temas mediante debates, reportajes y entrevistas.
Yo colaboro en él todos los martes a las 19:30 horas en una tertulia final poco seria, porque de lo contrario no hubiera aceptado. Además de los presentadores, en los sofás nos sentamos para charlar sobre lo humano y lo divino Alicia Rodríguez (la jefa de todos), Carmen Martínez-Fortún (profesora también de lengua y literatura), Patro Sánchez (educadora social), Juan Copete (dramaturgo) y un servidor. Hoy hemos compartido mesa, charla y risas con José Antonio Moreno, músico y periodista, porque con Juan sólo podremos contar a veces. Llevamos dos programas juntos con el de hoy y es verdad que esto de la tele tiene magia. Todavía me veo algo reservado, pero con tiempo y una caña todo se acaba pescando.
Los profesionales que nos rodean son exageradamente jóvenes. Esta televisión nuestra va muy deprisa; hay programas estupendos, nos dan identidad, y la calidad es muy digna. Estoy satisfecho y muy contento con lo conseguido en tan poco tiempo. Canal Extremadura se ve no sólo por las antenas de toda la vida, también por Televisión Digital Terrestre y Vía Satélite; además puede visualizarse por internet. Extremadura, sus gentes, sus cosas, al alcance de cualquiera y desde cualquier sitio. Los sueños acaban cumpliéndose... casi siempre.

lunes, 15 de octubre de 2007

Premios ¿literarios?

- Premio Nadal 2007: Felipe Benítez Reyes con Mercado de espejismos (18.000 euros)
- Premio Príncipe de Asturias de las Letras: Amos Oz (50.000 euros)
- Premio Nacional de Poesía 2007: Olvido García Valdés por Y todos estábamos vivos (15.000 euros)
- Premio Nobel de Literatura: Doris Lessing (1,1 millones de euros)
- LVI Premio Planeta de Novela: Juan José Millás por El mundo; Boris Izaguirre finalista con Villa Diamante (601.000 y 150.250 euros)
- Premio Nacional de Narrativa 2007: Vicente Molina Foix por El abrecartas (15.000 euros)
-
¿Quién fue el Premio Nacional de Poesía en 2003? ¿Y el Nadal del año pasado? ¿Cómo se llamaba el Nobel de Literatura del 2000? ¿Alguien recuerda el Premio Planeta del año 1999? ¿Quién se llevó el Cervantes hace tres años? Verdaderamente esto es de locos, sobre todo las carreras para comprar los libros de los premiados y las conversaciones "superentendidas" y las reseñas "superencantadas" de nosotros, pobres lectores.
Pero todo seguirá igual, algunos con más dinero. Al año que viene nombres nuevos. Y como diría Alberti "mientras, por dentro, permanecemos seráficos"...

sábado, 13 de octubre de 2007

"El olvido que seremos", desde Colombia

Esto del blog es algo que no deja de sorprenderme todos los días. Siempre hay alguien que me dice que me lee o me escribe para puntualizar ciertas cosas. Copiando a mi querido Luis Felipe Comendador, añadía hace poco tiempo un "Geocontador" que además me cuenta desde qué países leen mis ausencias. Recibo varios emails sobre todo desde Latinoamérica; uno de ellos esta semana me ha emocionado particularmente.
Desde Colombia mi ya nueva amiga Blanca Capacho me escribía contándome y agradeciéndome mi lectura de El olvido que seremos de su paisano Héctor Abad Faciolince. Novela durísima, real, emotiva, de esas que dan qué pensar, reflexiva y profunda. Enseguida le contesté a Blanca y entramos en contacto. Qué maravilla, casi mágica, esto de internet. Con el permiso de ella reproduzco aquí parte de su carta que le agradezco de corazón y que me ha dado pie a leer otra vez la novela con ojos nuevos. Mi abrazo más grande para ti, Blanca, y para todos los hermanos colombianos con quienes gracias a El olvido que seremos he llegado tristemente a conectar mejor:
-
[...] Quiero comentar que tu blog “Ausencias” me gustó muchísimo. Soy colombiana orgullosa de tener a alguien de la talla de Héctor Abad Faciolince, y qué rico saber que nuestros escritores han trascendido las fronteras. Me encanta su forma de escribir. Lo leo semanalmente en su columna de la Revista Semana, la mejor en mi concepto en el país.
Respecto de
El olvido que seremos es una magnífica obra, de las mejores. Es más: fue la obra más vendida en el 2006, estuvo de número uno en las librerías del país. Logra conectarte tanto con el escritor, te trasmite sus sentimientos y te hace sentir tantas cosas y reflexionar sobre muchos aspectos de tu vida. Es tan limpia, tan bien escrita, tan consecuente.
Quiero que sepas que la historia de Héctor Abad es una de las miles que le han sucedido a muchos colombianos víctimas de la violencia política durante los últimos 40 años. Es fiel reflejo de una realidad demasiado dura y cruel, pero que es nuestra realidad y que estamos tratando de cambiar por el bien de futuras generaciones.
Es un gran obra. Qué alegría que a alguien como tú le haya gustado tanto. Y ahora que chismoseé dónde es Cáceres dije WOW!!! Te agradezco el comentario. Y qué rico que hayas sentido su libro, como lo sentimos quienes vivimos llenos de esperanzas por que sea de las últimas historias que se cuenten, no porque querramos olvidar sino porque queremos un país donde no haya más víctimas.
Te envío un fuerte abrazo, y qué rico seguir recibiendo noticias tuyas. Desde ya puedes contar con una amiga más (así sea desde la virtualidad) y por supuesto con una admiradora.
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Obviamente con estas palabras, mucho más autorizadas que las mías, la novela que a mí tanto me ha gustado y de la que hablé con la mejor de mis intenciones sigue ahora más que nunca estando recomendadísima.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Un desván lleno de duendes

Después de cinco años "soñando y dando guerra", el grupo extremeño El Desván del Duende presenta mañana su primer disco titulado "Eres buena gente" en el Teatro López de Ayala de Badajoz; comienzan así una gira que les llevará a distintas localidades extremeñas, Salamanca y Cádiz (desde el pasado mes de mayo ya han ofrecido unos cuarenta conciertos por toda España). En este trabajo, que ha tardado dos años en salir al mercado autoeditado por el propio grupo bajo el sello La Cueva Record, fusionan la rumba extremeña con el pop, el reagge y algo de rock y confiesan hoy en la prensa que quiere ser "un canto al optimismo, desenfadado y con música para bailar". En dos meses y medio han vendido más de tres mil copias y cuentan con la colaboración de "Los Delinqüentes", Lichis (líder de "La Cabra Mecánica"), el guitarrista flamenco Juan Diego Mateos o el flautista Pepe Torres, aunque la letra y la música son propias.
José Manuel Díez, amigo y poeta, es uno de sus seis integrantes. Es la voz principal y autor entre otras de la letra de una de las canciones de este CD, "Macetas de colores", elegida himno oficial de la candidatura de Cáceres a la capitalidad cultural del 2016; repleta de olores, sensaciones con las que se te van los pies, tonalidades que son fáciles de reconocer, casi casi como un espejo o un álbum de fotografías recortadas con tus mejores momentos.
Queridos duendes: os deseo el mejor de los éxitos, el más grande, casi tanto como el fondo de vuestro desván, acogedor y lleno de utopías como la vida. Mi homenaje (y con vuestro permiso) es traer aquí "Macetas de colores" para que todos -los pocos que quedan- la vayan tarareando:
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La noche está manchando las paredes
con pompas de jabón y chocolate.
Por Cáceres revientan los claveles
para gritar que no, que ya es bastante.
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La noche está manchando las paredes
con pompas de jabón y chocolate.
Debajo de las piedras los claveles
gritan que no, que ya es bastante.
Las faldas de mi niña están colgadas
de la copa de un pino piñonero.
Le sobra a la mañana una cigarra
y dos cencerros y el sol de enero.
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Siento que la vida es diferente aquí
y busco el color de su mirada.
La luz que invento,
la luz que salta cada día,
el sueño que se avalanza.
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El chaparrón regando tagarninas,
una vieja que baila por las esquinas.
Debajo de macetas de colores
para gritar que no, que ya es bastante.
Se trata de vivir enamorado,
te doy un puñaito de palabras.
Se trata de la lluvia en los tejados
y una guitarra, esta guitarra.
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Siento que la vida...
-
Ey, primo, la vida es bella
tú verás cómo,
cómo debajo del invierno sube
la primavera.
Ey, primo, la gente en Cánovas
me encanta, canta pa que debajo
del invierno suba,
suba la primavera, la primavera...
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Siento que la vida...
-
Gracias por regalarnos y hacernos partícipes de vuestros sueños y muchas felicidades Antonio, Miguel, Jorge, Carlos, Lupe, y sobre todo a ti Jose... Tenemos un abrazo pendiente.

martes, 9 de octubre de 2007

La Memoria Histérica

Hoy martes el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha defendido el papel de la Monarquía ante las incesantes críticas a la Corona española y ha asegurado que "de la historia de la unidad espiritual, cultural, jurídica y política de España es inseparable la Monarquía". En su intervención en un programa de la Cadena Cope subrayó que "los Reyes de España han constituido un factor esencial de ese proceso histórico y ejercen también hoy ese delicado y sacrificado oficio de servicio a la unidad plena y solidaria de todos los españoles". Rouco ha pedido a todos los católicos españoles que se rece por el Rey en todas las misas.
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El mismo cardenal Rouco Varela apelaba el jueves 4 de octubre a la responsabilidad frente a la Educación para la ciudadanía. No cabe responder a la imposición de esta asignatura "de forma pragmática o acomodaticia", porque está en juego el derecho de los padres a elegir la formación religiosa y moral de sus hijos. El cardenal arzobispo de Madrid afirma que "es un deber de todos los católicos apoyar a la Iglesia en este empeño", y en particular, de "los titulares de los centros educativos católicos".
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En otro orden de cosas, La Conferencia Episcopal Española aprobó el pasado viernes en una reunión plenaria el documento "Vosotros sois la luz del mundo", en el que anuncian la ceremonia donde Benedicto XVI beatificará el otoño próximo en Roma a casi quinientos mártires de la Guerra Civil e invitan a una peregrinación al Vaticano para asistir masivamente: "Son 498 hermanos nuestros en la fe, de los muchos miles que dieron su vida por amor a Jesucristo en España durante la persecución religiosa de los años treinta del pasado siglo XX", afirma el documento. Los próximos beatos, muertos en distintos lugares de España en 1934, 1936 y 1937, son los obispos de Cuenca y de Ciudad Real, varios sacerdotes seculares, numerosos religiosos, seminaristas y laicos, jóvenes, casados, hombres y mujeres, a los que "la Iglesia reconoce ahora solemnemente que murieron como mártires".
El portavoz, Juan Antonio Martínez Camino, negó que la iniciativa pueda estar buscando la confrontación al asegurar que "la memoria de los mártires no es una memoria contra nadie y no se trata de buscar culpas de nadie". La Conferencia Episcopal también evitó utilizar el término Guerra Civil (en la que la Iglesia apoyó al ejército franquista) para enmarcar el contexto de la muerte de los futuros beatos, al considerar la expresión "inexacta cronológica y técnicamente". Sin embargo no podemos obviar que hasta ahora la iglesia española había venido utilizando la expresión "mártires de la Guerra Civil" para referirse a este tipo de beatificaciones.
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Uffffff... Yo a estas alturas me quedo con la reflexión que el pobre Miguel de Cervantes puso en boca del lucidísimo don Quijote: "Con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho". Y lo que te rondaré, morena.

domingo, 7 de octubre de 2007

Jardiel Poncela y Montánchez

Anoche en Madrid, en el pequeño Teatro Muñoz Seca, vimos desde la cuarta fila (como siempre que puedo) la nueva representación de la divertida Usted tiene ojos de mujer fatal de Enrique Jardiel Poncela. Yo leí la obra hace años y conforme iba avanzando la trama recordaba con asombro algunos diálogos. Me encantaron los decorados de Mingote y el vestuario de los años veinte.
El texto de mi admirado Jardiel muy respetado. Brillante el papel de Oshidori, criado fiel del don Juan de turno, y el del heredero del Marqués que va en busca de los encantos del señor en cuestión. Nos reímos mucho, y eso que la ironía inteligente se escurría a veces en los rápidos desparpajos de los personajes. No ha envejecido nada esta obra de 1934, que va a cumplir ya setenta y cinco años.
Lo que nunca olvidaremos Emma y yo es algo entre llamativo y asombroso: cada vez que Oshidori habla con Francisca (rica e histérica ex amante que tomará el puesto de secretaria del señor, porque sigue enamoradísima y le gusta sufrir) le llama señorita Montánchez. Sí, así es; el apellido de ella es el nombre de mi pueblo.
De fondo, entre risas y aplausos, Montánchez, Montánchez, Montánchez... Grande y siempre sorprendente Jardiel Poncela. Y encima abanderado turístico. Recomendada por muchas razones, sobre todo por un texto talentoso con ese humor inconfundible, antológico, irrepetible y único.

sábado, 6 de octubre de 2007

Álvaro Mutis multiplicado por tres

Llegamos ahora al hotel, agotados. Todo el día de un lado a otro por este Madrid que cada vez me cansa más. Fin de semana completo y repleto de planes. Entre ellos la Casa de América para conocer "VivAmérica", encuentro anual que conmemora el 12 de octubre como patrimonio común de los pueblos iberoamericanos: música, literatura, teatro, cine, arte, gastronomía y debates.
Nos hemos acercado por la tarde a ver al chileno Luis Sepúlveda que hablará sobre el circo de los cuentos. Después de firmarme su querido relato de la pobre gaviota que no sabía volar, me comenta en una charla amena que vive aquí en Gijón desde hace años y que le agrada mucho que mis alumnos lean con tanto interés este librito.
Pero realmente mi cita en la Casa de América es para escuchar a tres poetas magníficos en un debate abierto sobre su obra: Tomás Segovia, Rafael Cadenas y Manuel Alegre. El venezolano Cadenas distante, hermético, reticente como sus versos (ya le dedicaré una página en este blog otro día); Tomás Segovia, valenciano aunque mexicano de adopción, muy sordo pero luminoso como nunca. Es la primera vez que le veo; le conozco hace mucho porque su poesía siempre me gustó. Me regala unas palabras cariñosas al final del acto y juega con un pequeño dibujo y mi nombre en la dedicatoria de LLegar, su último libro poético, un verdadero prodigio que recoge sus versos de los dos últimos años. Nos vamos y en la despedida doy un abrazo lleno de palabras a mi amigo Luisito Muñoz, que limpia el pescado como nadie y que ama el silencio hermosamente.
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Al salir Emma y yo nos fijamos que Álvaro Mutis está al fondo, sentado en una mesa, distraído. No llevo nada de él encima (con todo lo que me ha contado Maqroll el Gaviero). Nos vamos, pero no se puede cegar mi decepción. Volvemos, me acerco entre tímido y valiente dispuesto a compartir su café. Le cuento y me escucha. Sonríe y me dice que me espera, que vaya corriendo a por un libro. Al rato (nervioso como un adolescente) regreso con la summa poética reunida sobre su Gaviero, edición preciosa y especial que se hizo por la concesión de su Premio Cervantes con el Fondo de Cultura Económica, sus poesías completas. Me ve llegar de lejos y sonríe. "Tu nombre me gusta; es una marca de diferencia". Me invita a sentarme. No me mira. Pasa las páginas entre asombrado y nervioso. No conoce la edición. "¡Coño! Nunca vi antes este libro". Llama a una chica joven y toma nota. Me cuenta la historia de la foto de la contraportada, donde se chupa el dedo. "Los extremeños tienen suerte, chico". Me agarra fuertemente la mano y maldice su mala letra porque ya no logra disimular sus temblores. Le oí decir en alguna ocasión que en su poética la palabra busca el orden íntimo para solventar el deterioro de la materia y del hombre; lo que son las cosas...
Nos despedimos. Me marcho deseándole salud para él y para Maqroll, que anda ya liado en otro viaje. "Las gracias te las doy yo a ti por descubrirme mi obra; qué productivo encuentro". Aquí en el hotel recuerdo ahora que en una entrevista suya afirmaba algo así como que en su poesía él siempre busca una tenue posibilidad para que la libertad contradiga a la providencia. Qué suerte hemos tenido, maestro.

jueves, 4 de octubre de 2007

El sueño de las manzanas

Este sábado 6 de octubre la Asociación Foro por la Memoria va a llevar a cabo la exhumación de una fosa en Carmonita, pequeño pueblo pacense justo en los límites entre Cáceres y Badajoz. Se pretende encontrar los restos de ocho personas, seis de ellas vecinas de Alcuéscar (muy cerca del mío, de Montánchez), fusiladas por un escuadrón de Falange a finales de septiembre de año 1936. Un equipo de técnicos compuesto por 23 personas (cinco arqueólogos, dos documentalistas, dos abogados y un antropólogo forense) se encargarán de esta exhumación, gracias a la denuncia por desaparición interpuesta en los juzgados de Mérida en el mes de junio pasado. Los estudios técnicos de la finca han sido favorables y han propiciado el inicio de la excavación. Según las estimaciones del Foro por la Memoria, el desenterramiento se prolongará hasta mediados de octubre, si no hay complicaciones.
Con el inicio de la Guerra Civil y el avance de las tropas golpitas por las provincias de Huelva, Badajoz y Cáceres, numerosas personas que, de uno u otro modo, habían colaborado con la legalidad republicana, huyen de sus localidades de origen hacia otras donde esconderse o no ser reconocidos. Este es el caso de Santos Jiménez y cuatro de sus hijos, Juan José, David, Justino y Manuel, que junto a Manuel Corchero marchan de Alcuéscar hasta la cercana localidad de Cordobilla, en agosto de 1936. Santos había sido durante algunos años jefe de la policía local de su pueblo. Denunciado al jefe local de Falange, son detenidos y conducidos sobre el 20 de septiembre de ese mismo año, junto a dos vecinos de la localidad de Carmonita, a una de las entradas de la finca "El Segador", donde son fusilados y enterrados.
Más de setenta años después podrán descansar en paz. Mientras, aquí sentado frente al periódico en el que leo esta noticia, me viene al corazón el eco triste y premonitorio de la "Gacela de la muerte oscura" de Federico García Lorca:
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Quiero dormir el sueño de las manzanas,
alejarme del tumulto de los cementerios.
Quiero dormir el sueño de aquel niño
que quería cortarse el corazón en alta mar.
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No quiero que me repitan que los muertos no pierden la sangre;
que la boca podrida sigue pidiendo agua.
No quiero enterarme de los martirios que da la hierba,
ni de la luna con boca de serpiente
que trabaja antes del amanecer.
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Quiero dormir un rato,
un rato, un minuto, un siglo;
pero que todos sepan que no he muerto;
que hay un establo de oro en mis labios;
que soy el pequeño amigo del viento Oeste;
que soy la sombra inmensa de mis lágrimas.
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Cúbreme por la aurora con un velo,
porque me arrojará puñados de hormigas,
y moja con agua dura mis zapatos
para que resbale la pinza de su alacrán.
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Porque quiero dormir el sueño de las manzanas
para aprender un llanto que me limpie de tierra;
porque quiero vivir con aquel niño oscuro
que quería cortarse el corazón en alta mar.
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miércoles, 3 de octubre de 2007

Gerardo Diego, 111

Hoy 3 de octubre, pero de 1896, nacía a las 23:45 horas en la calle Atarazanas número 7 de Santander el poeta Gerardo Diego. Su nombre ha corrido menos suerte en el saber popular que el resto de sus compañeros de eso que llaman "Generación del 27" y que ellos mismos se jaleaban como grupo poético de amigos. Mi querido Pepín Bello -hoy don José- con sus más de cien años me ha comentado en varias ocasiones (sentados los dos en una mesa camilla con dos cervezas y aceitunas, en su pisito-museo madrileño de la calle Santa Hortensia) que era un hombre bueno, afable, que utilizaba siempre las palabras justas; nunca tuvo un roce con sus amigos y poetas republicanos, él que era de misa diaria.
Fui muy afortunado en compartir el centenario de su nacimiento aquí en Cáceres con su hija Elena, educadísima, sensible, pendiente siempre del homenaje sincero y emocionado a su padre. Yo era casi un niño cuando él murió. Del 27, que tanto me ha dado y seguirá haciéndolo, cronológicamente mi vida se cruzó con unos pocos, ya mayores: Aleixandre, Guillén, Alonso, Diego y Alberti. Sólo pude abrazar a Rafael Alberti, pero en ese gesto de admiración, de respeto, de agradecimiento y de afecto abrazé a todos. Mi querido Rafael, qué me gusta ver nuestras fotos y tus dibujos y dedicatorias...
De Gerardo Diego (amén de su labor de antólogo y sus maestras reflexiones literarias) me quedo con un buen puñado de poemas. Uno especialmente me embargó de emoción cuando por el mes de abril Emma y yo paseábamos por los márgenes del río Duero a su paso por la ermita de San Saturio en Soria; allí, una placa clavada en granito inmortaliza los versos que Diego regaló a este río y a los amantes que pasean por sus orillas. In memoriam, maestro:
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Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja;
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.
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Indiferente o cobarde,
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.
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Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.
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Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.
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Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.
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Río Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada,
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sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.
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martes, 2 de octubre de 2007

Ante el espejo

Sentarme tranquilamente delante del ordenador y leer los blogs amigos se está convirtiendo ya todas las tardes en un acto prácticamente reflejo. Me entero de muchísimas cosas, me divierto, me entran ganas de gritar, vuelven a darme arcadas, aprendo de lo lindo y me convenzo de alguna idea que hace años adquirí casi a primera vista.
Ya ha comenzado octubre, y llega pasado por agua. Mi blog supera las diez mil ausencias y tiene un añito y tres meses y pico de vida. Repaso varias páginas y releo algunas de las cosas más bonitas que me han pasado en estos meses y también algunas más serias. Un diario abierto en mil páginas al alcance de cualquiera. ¡Qué valentía disfrazada de estupidez y cara dura! Quitarle a los demás un ratito de su tiempo para que lean un ratito del mío. Al fin y al cabo -y aunque algunos se mueran en negarlo- es exhibicionismo (del latín exhibere, "mostrar") en estado puro.
El título de mi blog lo tomé prestado de uno de mis libros, En un triángulo de ausencias, y publicar es también exhibicionismo. No voy a retomar conceptos como autobiografía, sujeto lírico o realidad poética para hablar de composiciones personales, pero sí reconozco que dar a conocer a los demás nuestros pensamientos y sentimientos escondidos bajo versos o relatos es una manera ciertamente de desnudarnos. Cada día estoy más convencido de ello y entiendo mejor la reacia actitud en sus últimos años de Federico García Lorca a publicar en forma de libro sus cosas más suyas. Difícilmente sabremos en manos de quién acabarán estas palabras nuestras, llenas de reflexiones, afectos, preocupaciones. Nunca la personalidad de uno estuvo tan fácilmente al alcance de la mano de los desconocidos. Exhibicionistas son también los Grandes Hermanos, las operadísimas y retocadas de Interviú, la Esteban, Marichalar, la Obregón, el Paquirrín y la madre que lo parió.
Todos al alcance de todos. Bueno, sólo los que quieren. Pero no nos engañemos: a los que escribimos para los demás (porque si escribiéramos para nosotros no lo haríamos público ni en un libro ni en un blog) nos encanta desnudarnos públicamente. Qué pena que uno no tenga el cuerpazo que el bueno de Comendador describía ayer en su blog... Será culpa del espejo, amigo, seguro.