jueves, 28 de agosto de 2008

Historia de Montánchez. Desde sus orígenes hasta el siglo XXI

Ayer a las 20:00 horas se presentó públicamente, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Montánchez (Cáceres), mi último libro. Nunca se había presentado aquí ninguna obra, pero en esta ocasión estaba justificado. Después de ciento catorce años una nueva Historia de Montánchez ve la luz; camino iniciado brillantemente por Tirso Lozano Rubio (1865-1938), esta publicación revisa, corrige y amplía todo lo que dejó escrito aquel montanchego ilustre en 1894.
El profesor Teófilo González Porras aceptó con la amistad de siempre mi invitación a que fueran sus palabras las que abrieran este volumen a los lectores, en una mesa en la que además me acompañaron otros amigos: Juan Alcázar, Emilia Guijarro, Javier Alonso de la Torre y Silvia González. De público muchos de los que me quieren y muchos de los montanchegos y montanchegas que se interesan por sus raíces y tradiciones.
Historia de Montanchez. Desde sus orígenes hasta el siglo XXI; un libro extenso de casi ochocientas páginas, con veinticinco fotografías y un precioso mapa topográfico de finales del XIX, un generoso y afectuoso prólogo de José Antonio Ramos Rubio y los sellos editoriales del Ayuntamiento de Montánchez y la Institución Cultural "El Brocense" de la Diputación de Cáceres. Se me quedan escasas las palabras y la lista de agradecimientos. Varios años de trabajo que ahora se convierten en satisfacciones. Cientos de ejemplares vendidos en tan sólo dos días y dedicatorias incontables a gente cariñosa y atenta... No se puede pedir más.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Sobre la felicidad


Me acaba de echar la bronca mi amiga Sara Solomando por mi dejadez, y no ha sido la única. Pido disculpas a todos los que habéis entrado en mis Ausencias sin encontrar entradas nuevas en estas últimas semanas. Me cuenta Sara que en su precioso blog (Névoa confusa) me propuso para un nuevo meme; es cierto que siempre los he continuado y esta vez no va a ser una excepción. Así que aquí va. En esta ocasión debo hablar sobre la felicidad, cumpliendo cuatro reglas: escribir seis cosas sin importancia que nos hagan felices, poner el enlace de la persona que nos ha elegido, escribir estas reglas en el blog y elegir seis personas para continuar el desafío.
Es ciertamente difícil quedarme únicamente con seis cosas, seis destellos que me ayudan diariamente a vivir. La felicidad debe ser una continua búsqueda en el ser humano, camino hacia esa ansiada luz que tan bien describe mi querido Antonio Colinas en sus poemas. De las muchas que se me ocurren enumero estas seis como se me pide:
  • Despertarme tranquilo, sin prisas; abrir los ojos y verte a mi lado
  • Recibir carta (o e-mail) con sorpresa
  • Escuchar la voz de las cuatro personas que dan sentido a mi vida
  • Perderme en una nueva librería y encontrar un libro y otro y otro... y llevármelos todos
  • Una llamada amiga para hacer cualquier cosa
  • Hablar de poesía en mis clases y ante oídos vírgenes citar a Antonio Machado, Alberti, Neruda, Federico, Miguel Hernández...

Y ahora el nombre de las seis personas que me gustaría que continuasen este meme y así conocerlas un poco mejor: Carmen Martínez-Fortún, Miguel Ángel Lama, José Manuel Díez, Daniel Casado, Gonzalo Hidalgo Bayal y Paco Hurtado Muñoz. Para ser felices sólo hay que intentarlo y no pensar en la meta sino en el viaje. Qué sería si no de nosotros...

viernes, 8 de agosto de 2008

Tener un blog en verano

Un mes ya desde mi última entrada en estas Ausencias, pero mi verano está más ajetreado que nunca. Hablo mucho por teléfono con amigos, demasiados papeles entre manos y planes variados a cortísimo plazo. Y conmigo siempre lecturas penitentes: las poesías recién publicadas de mi amigo Álvaro Valverde tituladas Desde fuera, también las del nunca premiado pero muy leído Leopoldo María Panero Escribir como escupir y los nuevos poemas del joven granadino Daniel Rodríguez Moya en Cambio de planes; Sauce ciego, mujer dormida, los deliciosos cuentos de Haruki Murakami; y la relectura emotiva y llena de agradecimiento de la nueva edición de Campo de amapolas blancas de mi admirado Gonzalo Hidalgo Bayal (hablaré de todas estas lecturas en próximas entradas).
Y entre viajes, reuniones horribles y arreglos de programas culturales no me queda tiempo libre ni para los demás ni para mí. Menos mal que sé que el aburrimiento es malísimo (hace escribir verdaderas gilipolleces; Javier Figueiredo hace resumen inteligente de ello estos días en su blog) y por eso no tengo sitio para él. Cuanto menos tiempo derrocho más cosas hago.