miércoles, 31 de enero de 2007

Invisible

Emocionado me tiene la lectura del último y enorme libro de Manuel Rivas; Los libros arden mal es su título y tiene algo más de 600 páginas. Sólo llevo leídos los cuatro primeros capítulos pero estoy entusiasmado. La posguerra civil a través de los libros, de las lecturas, de las prohibiciones, de los expolios a bibliotecas públicas y privadas.
¿Qué sería el mundo sin libros? No sé, pero para mí otro lugar mucho más inhóspito (y ya es decir, tal y cómo andan las cosas).
Me gusta este autor, y mucho. Sus reflexiones ante las cosas más simples son un auténtico deslumbramiento. Acabo de escribir un poema que agradezco y dedico al autor gallego; lleva una cita extraída de este gran libro: "Si quieres salvarte, hazte el invisible".
Cuánto me ahorraría en disgustos y pesadumbres la invisibilidad... Y cuánto tiempo ganado para la poca gente con la que merece la pena compartir vida.

miércoles, 24 de enero de 2007

Obsesiones en verso

Cuatro días ya de fiebre y "malestar general", en el argot médico. En el mío, hecho un trapo entre los sudores, los dolores de cabeza y las toses y los mocos. Y en medio de tanto paraíso me da por escribir... Y vaya sorpresas que me llevo; que con la fiebre se escribe, incluso bien. Aquí pongo una muestra:
-
Ven. Dame tu presencia,
que te mueres si mueres
en mí... y te olvido.
Ven a mí que quiero darte vida
con mi memoria mientras muero.
-
Lo peor de todo es que hoy releyendo el poemita compruebo que me lo dictó la fiebre enmarañada de memoria, y que los versos no son inéditos sino del gran Juan Ramón Jiménez. ¡Madre mía si los publico como míos! Si es que no hay nada peor que la obsesión poética; es tan mala y tan traicionera que te persigue incluso estando enfermo.

sábado, 20 de enero de 2007

Un viaje de ida y vuelta

Ayer viaje a Madrid con mis alumnos de bachillerato. Madrugón, mucha niebla, pero el sol de fondo promete. Comida en el camino con los compañeros (y sin embargo amigos) y llegada a primera hora de la tarde a la mágica Residencia de Estudiantes ¡Cuántas veces aquí y cada nueva visita se parece a la primera! Esta vez Juan Ramón Jiménez y sus 50 años del Nobel nos acompañan en nuestro recorrido.
Tarde de compras en Callao, con la Fnac y El Corte Inglés llenos de gente con prisas. Libros agotados, discos que no están y encuentro para contar con el del Tomate (qué fuerte, qué fuerte, qué fuerte). Parada, cena ligera y camino rápido hacia la Gran Vía para ver Los Productores.
En la puerta del teatro largas colas. Se anuncia desde hace meses como el mejor musical de los últimos tiempos. Sube el telón y el espectáculo no defrauda. Risas cada minuto, escenografía deslumbrante y diálogos excelentes. Algún alumno se despierta ayudado por los aplausos finales. Ha sido un día agotador. Es la una de la madrugada y nos quedan casi cinco horas de camino. Montamos en el autobús y dejamos atrás una fría noche madrileña. Otra jornada más que afortunadamente quedará en mi memoria; la de los afectos.

jueves, 18 de enero de 2007

Poesía en mi mundo, mi mundo en verso

Mi amigo Daniel Casado, toboganero de pro, no me habló de su proyecto hasta que no estaba inaugurado. MUNDO EN VERSO es captar al poeta en su palabra, en su poesía, en su imagen. Ya le he perdonado; es lo que tiene el cariño bien entendido.
Dos videos y dos poetas se han grabado por ahora; el primero de Dani y el segundo de José Manuel Díez. No hay color en las grabaciones; sólo blanco y negro. Una música de fondo, casi silenciosa, acompaña al poeta y a algunos amigos que pasan por allí. Me llega más la voz del autor que la de los lectores (cuestión de gusto). Dicen que la nuevas tecnologías es lo que traen: compartir no sólo tus pensamientos, no sólo tu trabajo sino ahora también tu voz y tu mirada casi avergonzada ante una cámara que desnuda sin piedad. Calentarnos ante pequeñas brasas que arden, abrir cajas vacías que se llenan de tonalidades, mirar en una vieja pared proyecciones de sombras y de pasados recientes... Afortunadamente el espectador-lector de poesía que observará estas grabaciones seguro que también es poeta a su manera.
Enhorabuena por la idea y por la puesta de largo. Si es que no se puede ser tan inquieto; casi siempre se acierta.

domingo, 14 de enero de 2007

El poder de las palabras

Habla hoy Zapatero en una amplia entrevista en El País, con tono más que lacónico, que no quiere vivir en la España de antes. Yo tampoco. Ayer por la tarde me emocionaba y lamentaba profundamente mientras oía leer a Almudena Grandes el duro manifiesto donde gritaba, casi con impotencia, que la bomba del pasado 30 de diciembre también había hecho pedazos los sueños de muchos hombres y muchas mujeres... "¡Un solo puño, un solo pensamiento y un solo corazón!".
¿Dónde estaban los curas y sus preservativos y sus familias? ¿Dónde Rajoy, Zaplana, Aceves y sus preocupaciones sociales por esta España que no quiere a los terroristas? ¿Dónde las asociaciones de las víctimas del terrorismo, tan apenadas, tan mentalizadas y unidas contra Eta? ¿Por qué no han hecho todos los esfuerzos necesarios para acabar con el terrorismo ahora? ¿Dónde la unidad de los partidos democráticos, que nos representan a todos los ciudadanos y en los que depositamos nuestra confianza?
Los que creimos en el poder de las palabras, del entendimiento, del diálogo para alcanzar la paz nos hemos equivocado:
-
Allá, donde terminan las fronteras, los caminos se borran. Donde empieza el silencio: avanzo lentamente y pueblo la noche de estrellas, de palabras, de la respiración de un agua remota que me espera donde comienza el alba. Contra el silencio y el bullicio invento la Palabra, libertad que se inventa y me inventa cada día. (Octavio Paz).
-

miércoles, 10 de enero de 2007

Igual y repetida la noche

Diez días después de empezar el 2007 aquí me encuentro, leyendo los blogs de los amigos y escribiendo alguna cosa. La rutina vuelve a invadir mis madrugadas y mis tardes, los alumnos, las clases, los proyectos literarios (afortunadamente esos nunca faltan) y la ilusión puesta en un viaje que inicio a final de mes, buscando (como decía el maestro Machado) aquel olmo viejo que me deje cantar a una rama verdecida.
Leo e-mails retrasados, los contesto disculpándome terriblemente y me encuentro entre los mensajes amistades y buenos deseos... todavía. Abro el correo que se amontonaba olvidado en la mesa del estudio desde hace ya varias semanas y encuentro un puñado de libros interesantes entre los envíos. Cojo uno grande, en pasta dura, que recopila la "poesía reunida" de mi buen Juan Carlos Rodríguez Búrdalo: La luz ardida (1985-2006). En un volumen de más de 500 páginas recopila sus 11 poemarios, editados cuidadosamente por la Caja de Castilla La Mancha. Y así, esta noche, vuelvo a acostarme con la poesía:
-
Vivir y no vivir es un instante.
Será después la lluvia nuevamente,
otra vez el bullicio de las calles,
el nocturno cansancio de los trenes,
el viento igual,
la soledad igual,
igual y repetida la noche en mi ventana.
-
Gracias por el regalo y la reflexión; enhorabuena, poeta-general. Ahí queda eso...