miércoles, 2 de junio de 2010

Enorme y triste decepción

Esta mañana me llegaba por correo electrónico una noticia doblemente triste y decepcionante. Debo confesar que no me imaginaba algo así, aunque ya hace tiempo que las cosas no eran como hacía años; todavía no sé por qué. Aparecía hoy en el Diario de Cádiz y la reproduzco aquí completa:
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UN LIBRO PUBLICADO POR LA FUNDACIÓN ALBERTI
FUE MANIPULADO, SEGÚN SU AUTOR
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Los espacios habitados de Rafael Alberti, de Joan Carles Fogo Vila, no recoge todo el texto original, con la desaparición de nombres como el de Luis García Montero o la ausencia de referencias a Aitana Alberti.
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A finales del pasado mes de octubre se presentaba en la Fundación Rafael Alberti, en El Puerto de Santa María, el libro Los espacios habitados de Rafael Alberti, cuyo autor es Joan Carles Fogo Vila, un arquitecto barcelonés con inquietudes literarias que plasmó en su obra aquellas casas y paisajes que estuvieron ligados a la figura del poeta. La presidenta de la Fundación, María Asunción Mateo, presentó públicamente este primer número de la nueva línea editorial de la entidad, del que se editaron unos 500 ejemplares, en torno a los actos conmemorativos del décimo aniversario del fallecimiento de Rafael Alberti. Lo que no había trascendido hasta ahora es que tan sólo unos días después de la presentación del libro, el 7 de noviembre, Joan Carles Fogo remitió un burofax a María Asunción Mateo trasladándole sus quejas por la edición final del libro en el que, según la carta a la que ha tenido acceso este periódico, el texto original fue objeto de numerosas modificaciones sin el conocimiento del autor.
En el escrito se recogen de forma detallada las alteraciones que habría sufrido el texto original, del que se habían realizado dos pruebas (el 2 y el 5 de octubre) antes de enviarlo a imprenta en las que sí figuraba el texto completo. Según expresa en su carta el autor "han desaparecido del libro, sin mi autorización, los nombres de Luis García Montero, Teresa Sánchez Alberti, Benjamín Prado, Pedro Guerrero, José Monleón, Hilario Jiménez, Almudena Grandes, etc. Incluso una cita completa de cuatro líneas de Luis García Montero aparece, tras la modificación del archivo, como un texto mío (sin comillas, sin número de nota y sin la nota al final del capítulo, todos ellos desaparecidos). Tampoco se incluyeron varias anotaciones enviadas en mis últimas correcciones al texto (entre ellas una petición de texto a incluir por parte de Aitana Alberti, referente a dos dibujos de su madre, que se ha reproducido de manera incompleta)".
Para el autor, y según él mismo expresa en la carta, lo ocurrido manifiesta "un comportamiento intransigente (radicalmente contrario al planteamiento de mi libro) al no utilizar las aportaciones de reconocidos escritores sobre la obra de Rafael Alberti".
Este periódico pudo hablar ayer con Joan Carles Fogo, que hasta ahora no había querido denunciar públicamente lo ocurrido y se había limitado a trasladar a la presidenta de la Fundación su malestar.
Joan Carles Fogo explica que se dio cuenta de que el texto no estaba completo al leer el suplemento especial que publicó Diario de Cádiz el pasado 29 de octubre, en el que se reproducía el primer capítulo del libro en el que aparece la frase de Luis García Montero sin citar al autor. "Pensé que era un error" -explica- "pero luego, leyendo el libro, comprobé cómo faltaban muchos nombres que sí estaban en el texto corregido. Para el autor es "una lástima que a estas alturas pasen estas cosas, no tiene justificación" y asegura haberse llevado "una decepción". Añade también que es "una pena que estas fundaciones funcionen de un modo tan personal" . Para Joan Carles Fogo se trata, sobre todo, "de una falta de respeto muy grande, algo que no se puede admitir", señaló.
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En fin. Para satisfacción propia, mi nombre tachado en este libro (el primero que se confirma oficialmente; me cuentan que hay alguno más) se une al de amigos y admirados albertianos de primera fila: Luis García Montero, Teresa Sánchez Alberti, Benjamín Prado, Pedro Guerrero, José Monleón, Almudena Grandes, Aitana Alberti, Manuel Ramos Ortega y José Jurado Morales, entre otros. Ya se había oído y demostrado que este oficio de correctora (disfrazada de Inquisición) era su protocolo habitual; pero es doloroso saber de quién proviene porque representa a una institución con el nombre de uno de nuestros grandes poetas.
Esta tarde he conversado largamente con Joan Carles Fogo y me confirmaba su preocupación y su malestar; me ha enviado un ejemplar (que viene de camino) y un folio en el que redacta cuidadosamente todas las alteraciones y fragmentos eliminados de su libro Los espacios habitados de Rafael Alberti; una parte muy vistosa de la interesante tesis doctoral de este conocido arquitecto catalán que ha investigado las relaciones personales de la literatura del 27 con la arquitectura.
En la misma página del Diario de Cádiz, para colmo de males, a este árbol caído se le añade el lamentable asunto de las denuncias que ha presentado por escrito al Ayuntamiento de El Puerto de Santa María el todavía hoy secretario de la Fundación Rafael Alberti sobre presuntas irregularidades en la gestión de la entidad.
Y ella muy ofendida declara al periódico que está “harta” de tantas acusaciones que según ella son “mentira” y anunció que se marcha hoy mismo de El Puerto para no tener que escuchar más “falsedades”; “Quien tenga algo que decir de mí que me denuncie, no tengo por qué aguantar lo que se le ocurra a cualquier cretino”, dijo. No obstante, sobre la queja de Joan Carles Fogo negó ayer todas las acusaciones del autor y lo acusó de “ruin” y “mentiroso”, señalando que el texto original era “un desastre de mil páginas” y que esta persona “sólo quiere vender libros”.
Pena y vergüenza. Pobre Alberti, tan contrario a estas contrariedades; si levantara la cabeza...