domingo, 8 de julio de 2007

La Ruta de Alvargonzález

Para cerrar la semana recorremos una ruta turística que ha diseñado el Ayuntamiento de Soria siguiendo el periplo de Antonio Machado por los alrededores de la ciudad. Era el final del verano de 1910 cuando el poeta emprende una excursión para visitar en compañía de unos amigos el nacimiento del río Duero, cuyos pueblos, paisajes y leyendas inspiran entre otros el poema de Campos de Castilla "La tierra de Alvargonzález". Ahora han tenido la feliz ocurrencia de recuperar el paseo de Machado en forma de ruta y titularla como el famoso romance.
Valonsadero, Pico Frentes, Toledillo y Ocenilla; Cidones con su Casa del Indiano y su Venta (que don Antonio describió en su poema dedicado a Azorín); el embalse de la Cuerda del Pozo, donde duerme ahogado el pueblo de La Muedra; y entre Vinuesa y Covaleda, Salduero y Molinos de Duero con hermosos palacios señoriales. Así llegamos a La Laguna Negra como final del recorrido.
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Llegaron los asesinos
hasta la Laguna Negra,
agua transparente y muda
que enorme muro de piedra,
donde los buitres anidan
y el eco duerme, rodea;
[...]
¡Padre!, gritaron; al fondo
de la laguna serena cayeron,
y el eco ¡padre!
repitió de peña en peña.
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Impresionante la subida por cuidados pinares y árboles como de cuento de hadas hasta esta enigmática laguna. Dicen que no tiene fondo, que la muerte se abraza por cada una de sus rocas, que su color es el color del desconsuelo. Un día con mucho calor y tranquilidad. La sombra se iba buscando en la escalada y la brisa, pobre pero fresca, se agradecía como un buen vaso de agua. Me imaginaba al pobre don Antonio llegando aquí a lomos de un burro, con su libreta, anotando impresiones e historias que le contaban los lugareños. No hay mejor lugar para leer los poemas tristes de Campos de Castilla que a orillas de esta laguna, apoyado en sus rocas, cobijado bajo sus pinos.
Parada y fonda en Vinuesa, en el hostal "La corte de los Pinares", ciertamente magnífico (recomendamos sus tostas). Regreso por otras carreteras, comarcales, pobres, alejadas de la vida y del ruido. Frutales, pinos, brezos, trigo y cebada van manchando de colores nuestra travesía. La música de fondo ya aprendida y el cansancio acumulado en los pies. No tenemos prisa. El autobús regresará mañana lunes a eso de las doce...