En unas horas el telón del 2006 caerá, llevándose consigo muchos de los momentos más intensos que afortunadamente he vuelto a disfrutar con amigos y familiares. ¡Cuántos propósitos que no se cumplen y cuántas sorpresas se han cruzado en el camino!
Un camino que por mucho que planees siempre toma su senda, libremente, sin forzar ninguno de mis pasos. Y aquí estoy, sentado, viendo fotografías que rememoran abrazos congelados y escribiendo mis nuevos sueños no en el papel sino en las invisibles conversaciones conmigo, y ahora contigo...