Volviendo ahora de clase, parados en una gasolinera a repostar, he leido en las páginas de un perdido periódico regional de hoy que Jesús Sánchez Adalid recibió anoche el XII Premio Fernando Lara de Novela (el señor Ansón ya debía saberlo antes del jueves porque despotricaba sobre esto entre miserable y amargado en el "El Cultural" de El mundo).
Lo primero que he hecho ha sido alegrarme muchísimo por el amigo, por el narrador y por los lectores. He cogido el móvil y le he mandado un sms emocionado. El alma de la ciudad lleva por título esta novela premiada, la octava que publica su autor. Una ciudad que es Plasencia, en la época mágica de la Edad Media. Ya estoy deseando leerla y darle un abrazo a Jesús cuando le vea. Él es un hombre especial, diferente. Te contagia tranquilidad y sabiduría sólo con escucharle. Al leerle es capaz de trasmitirte la honestidad de la historia y todo lo indecible que lleva inherente la buena literatura, sencilla, directa, clara, como la de su admirado Miguel Delibes.
Todos estamos de enhorabuena. Sobre todo los lectores. Qué bien que la literatura comercial de la casa Planeta se vea renovada con la espiritualidad de este buen extremeño. Que Dios te bendiga, amigo Jesús. Y que yo lo siga viendo y lo siga leyendo.