miércoles, 7 de mayo de 2008

La premiada melancolía de García Baena

Pablo García Baena (Córdoba, 1923) ha sido galardonado hoy con el XVII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. El premio, convocado por Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca, pretende "reconocer el conjunto de la obra de un autor vivo que por su valor literario constituye una aportación relevante al patrimonio cultural común de Iberoamérica y España". Fundador y director de la revista Cántico (1947) junto con Juan Bernier y Ricardo Molina, es uno de los poetas que más ha influido en la última poesía española y uno de los más representativos del movimiento cordobés de los años 40 que enlazó la Generación del 27 con la llamada Nueva Poesía.
La editorial Visor acaba de publicar en un único y excelente tomo su Poesía completa (1940-2008), al cuidado de Luis Antonio de Villena. Es autor de una obra "breve e intensamente rigurosa" que incluye Rumor oculto, Mientras cantan los pájaros, Antiguo muchacho, Junio, Óleo, Almoneda, Antes que el tiempo acabe, Tres voces del verano, Gozos para la navidad de Vicente Núñez, Fieles guirnaldas fugitivas y su último Los campos Elíseos (2006). De este libro rescato aquí, como homenaje de celebración y felicitación, el poema "Edad" que oí recitar al maestro y me emocionó -nos emocionó- hondamente:
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Si yo fuera mayor,
lo cual parece casi imposible,
amaría los ríos limpios entre las aneas,
el arco de las truchas,
las ocas paseando una tras otra por la orilla,
bobas y solteras como señoritas puritanas,
la campana sonando lejana en la heredad,
todo como lo viera alguna vez
en un paraje nórdico.
Y allí, bajo el árbol de la vida,
sentarme a leer un libro hermoso,
ya leído.
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Pero sí, soy mayor
y amo aun lo que apenas si recuerdo:
la madrugada alta y su ginebra,
la nuca que termina en rizo último
entre mis dientes,
despertar con el alba y con el miedo
de no saber quién duerme entre las sábanas,
la ola blanca y fría dejándome en el cuerpo
la escarcha de los christmas,
su ventura augural del año nuevo.
Y a la mañana al sol, junto a la barca,
leer el mismo libro de mis días.
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