Benedicto XVI celebró hoy el bautismo de trece recién nacidos en la Capilla Sixtina del Vaticano, ante el fresco de El Juicio Final de Miguel Ángel. Por primera vez ofició la misa dando la espalda a los fieles en algunos momentos de la ceremonia, siguiendo las antiguas tradiciones de la liturgia; pero justifica la recuperación de esta vieja moda, empleada en esta ocasión en el altar de la Sixtina, en señal de respeto a "la belleza y la armonía de esta joya arquitectónica". Esta ha sido la primera vez que un Papa, desde el Concilio Vaticano II (1962-1965), celebra la eucaristía dando la espalda a los feligreses y orando en dirección al altar.
El Santo Padre continúa así con su intención de reincorporar algunos de los rituales considerados desfasados por la Iglesia actual; ya en el mes de julio el Papa emitió un decreto para ampliar el uso del latín y en muchas ocasiones ha expresado su deseo de recuperar los himnos gregorianos para acompañar la celebración de la misa.
¡Ay, dónde vamos a llegar! No nos van a mirar cuando vayamos a rezar juntos, ni siquiera vamos a entender lo que nos cuentan y encima nos distraerán con musiquita lenta de fondo... Ratzinger de mi alma, ¿no tenías otro día para ignorar a los pecadores mejor que hoy, festividad de San Hilario?