El 27 de abril de 1977 (hace hoy exactamente 31 años) Rafael Alberti regresaba a España después de treinta y ocho años de exilio. Sus primeras palabras al descender del avión fueron conmovedoras: "Yo me fui con el puño cerrado y vuelvo con la mano abierta en señal de concordia entre todos los españoles".
Todavía es incontable (quién sabe si un millón) el número de personas que se vieron obligadas a abandonar este país. Muchos nunca volvieron y otros no lograron adaptarse definitivamente a sus nuevos países de acogida. Miles de hijos de exiliados no conocen España y dolorosamente sus orígenes han sido evaporados como si de humo y cenizas se tratase. Queda mucho por hacer, seguro, pero vamos en dirección correcta. Celebremos con la misma alegría con la que Alberti volvió a pisar tierra española y sus emociones se hicieron más vivas y reales que nunca. No cabe ninguna duda que fue el primer paso hacia esta normalidad que felizmente vamos disfrutando cada uno de los españoles de ahora, pero sin olvidar aquellos duros recuerdos que nos separaron tristemente por colores.