jueves, 23 de octubre de 2008

Releyendo a Antonio Reseco


insomnio

acaso sea este tránsito
por calles solitarias
la respuesta al conocimiento

siempre observación, el reclamo
de un gato, el camión de la basura
que se acerca, y se detiene, y reanuda la marcha
entre ruidos, cada vez más inexactos

han regado los adoquines esta madrugada

y siento la humedad que persiste
-aún da coletazos el invierno-
bajo mis pies

alguna luz aislada en pisos altos
recuerda la posibilidad de la vigilia,
como la que ahora me conduce
a direcciones extrañas por la hora,
inocuas a la clara luz del día

localizada, en la soledad del asfalto,
aparece una marca de brisa fresca
que va doblando el tablero de la noche
y azula el fondo de su decorado

el cielo que despierta

(De geografías, 2006)