Me llegan desde Granada dos libros hermosos y cuidados sobre Pablo Neruda, recién publicados por la imprenta de la Diputación provincial; y todo por aquella feliz idea de la que ya hablé aquí en mis "Ausencias" y en la que felizmente participé: la inauguración del Teatro Pablo Neruda en Peligros (Granada).
El primero de los libros es una antología del chileno titulada Se desata mi voz, reunión temática de poemas en cinco bloques: Fe de vida, Macrocosmos, Microcosmos, Hombre, Amor, Compromiso y Poesía; selección, edición y prólogo del profesor José Manuel Ruiz Martínez. Interesante, luminoso y (aunque sorprenda) con un resultado novedoso. Felicidades.
El segundo libro está a cargo del poeta granadino Alejandro Pedregosa (1974) y se titula Corazón de casa, donde "catorce jóvenes poetas cantan a Pablo Neruda": Juan Carlos Abril, Javier Bozalongo, José Cabrera Martos, María Jesús Campo Aguilar, Virgilio Cara Valero, Miguel Ángel Contreras, Trinidad Gan, Hilario Jiménez Gómez, Inmaculada Maroto Moles, Rosa Naváez Chacón, Andrea Perciaccante, David Porcel Bueno, Nero dal Puba y Ángel Talián. Me gusta la edición y el formato, pero sobre todo me ha pellizcado el corazón especialmente uno de los párrafos del prólogo del compilador:
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"Este pequeño libro quiere andar el camino lógico de la poesía y reúne a un grupo de jóvenes poetas granadinos (por nacimiento o por vocación) para que, a través de su lectura de la obra nerudiana, escriban un poema que sirva de homenaje al autor chileno y, por qué no, de correa de transmisión para los futuros poemas que están por escribirse".
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¡¡Yo, poeta granadino "por vocación"!! seguramente por mi admiración entregada hacia Federico García Lorca y Luis García Montero... Me ha encantado abrazarme en el libro con todos pero especialmente con dos de los poetas de la lista con quienes me une una vía de consanguinidad poético-extremeña: Alejandro Pedregosa (Premio Ciudad de Trujillo en 2002 con Retales de un tiempo amarillo) y Trinidad Gan (Premio Ciudad de Cáceres en 2008 con Fin de Fuga). Es lo que tiene la poesía, que une y aúna, acerca y presenta. Además gracias a Alejandro (contraigo desde hoy una deuda contigo), me he quitado la espinita de poder publicar un poema en homenaje a mi Neruda; no lo pude editar en aquel hermoso libro que coordiné titulado Pablo Neruda, un corazón que se desató en el viento (2005) por ese ridículo pudor a no abusar de uno mismo, en una sección en la que agrupé a escritores amigos bajo el epígrafe "Los poetas leen a Neruda". Lo que hace la vida...