Acabo de llegar de Madrid. He soltado una maleta pesada con libros y satisfacciones abrazados entre ellos. Un puñado de poetas españoles y franceses hemos estado dialogando estos dos días en el Instituto Cervantes sobre el pensamiento poético. Muchas caras conocidas y muchos nuevos amigos. Me sentaron entre Ada Salas y Jorge Riechmann. Sobre nosotros una enorme cúpula de cristal que hacía sentirnos todavía más frágiles.
Antonio Gamoneda de maestro de ceremonias y el Instituto Francés como organizador del evento. Todo magníficamente bien. Saldrán nuestras reflexiones en el Libro Blanco, publicación que recogerá a modo de actas todo lo que trabajaremos durante seis sesiones. Ésta ha sido sólo la primera. Los encuentros prometen, y mucho.
¿Qué es la poesía? ¿Piensa en sentido absoluto? ¿El poeta nos debe la verdad en poesía? ¿Una verdad de revelación, de iluminación, de criterio? ¿Qué papeles juegan lo sensible y lo inteligible? ...Ufff, necesito sentirme menos divino.