Supongamos que cada mañana te encuentras 1440 euros, sin hacer nada para ganarlos. Puedes regalarlos, gastarlos, divertirte con ellos o quemarlos. Pero los que no uses, al final del día desaparecerán.
Así funciona la vida. La diferencia es que lo que te encuentras cada mañana no son 1440 euros; son 1440 minutos... Piensa bien qué vas a hacer con ellos.
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