viernes, 30 de marzo de 2007

Pasionarios

Por fin empiezan mis diez días de vacaciones, cansado y deseoso, aunque luego digan que los profesores trabajamos poco; el concepto de "semana" parece multiplicarse con los años. Tengo ya la maleta preparada para mi primer destino: Montánchez. Pasaré sólo el fin de semana; cada uno este año tomaremos rumbos diferentes. Llevo en ella tres libros: El corazón helado de mi querida Almudena Grandes, Cuatro poetas en guerra (Juan Ramón, Machado, Lorca y Miguel Hernández) de Gibson y Campos de Castilla de don Antonio.
Semana Santa de pasión, angustia y soledad absoluta la de los personajes, reales o ficticios, de estas lecturas. Juan Ramón huye entre asustado, enloquecido y desesperado y nunca regresa a España; Machado muere con el corazón roto y los bolsillos también en Collioure; Lorca asesinado a tiros de envidia y fobia, disfrazados de guerra incivil; y Miguel tuberculoso, deshaciéndose entre cárcel y cárcel... Realmente historias terribles que no deberíamos olvidar con tanta facilidad. Este desagradecido país sigue siendo tan igual que me entran escalofríos cuando leo aquellos premonitorios versos de don Antonio, que ahora le sirven a Almudena para dar título a su espléndida novela:
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Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo, te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.
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