miércoles, 26 de septiembre de 2007

Tu rostro mañana

Me regalaron ayer por la tarde el último volumen de la gran novela Tu rostro mañana de Javier Marías. Grande por tamaño y por calidad. Ha sido su gran proyecto novelístico, según el autor. La ha dividio en tres entregas y suma en total casi mil setecientas páginas. En 2002 apareció "1. Fiebre y lanza", en 2004 "2. Baile y sueño" y ahora "3. Veneno y sombra y adiós". Confieso que al ver que el primer volumen no terminaba sino con la promesa de una segunda entrega me dio pereza. Había leído hacía muy poco Negra espalda del tiempo y Mañana en la batalla piensa en mí y sabía que Marías prometía mucho con esa nueva novela.
En Tu rostro mañana (informaba la crítica) el protagonista posee un don o una maldición: ver lo que la gente hará en el futuro, conocer hoy cómo serán sus rostros mañana, saber quiénes nos traicionarán o nos serán leales. La obra es un enorme cuadro donde ha volcado con profundidad y prosa arriesgada todo lo que quería decir -según él- de lo humano, de la guerra y de la paz, del olvido, de la muerte, del amor, de la importancia de hablar pero también de la conveniencia de callar. Autorizadamente se basó en las vidas de su padre -Julián Marías- y de su amigo Peter Russell; desgraciadamente ninguno de ellos conocerán ya este tercer y último volumen.
Es uno de los autores vivos que más prestigio literario tienen en Europa. Su nombre se recomienda además para el premio Nobel. Muchos han calificado ya esta trilogía como una de las grandes novelas de nuestro tiempo. He esperado impacientemente y ahora me regalan en una hermosa caja que se ha currado la editorial Alfaguara las tres novelas (en primera edición todas ellas). El autor confiesa que está exhausto, vacío de ideas, cansado. Le ha dedicado casi diez años. Es su retirada de la novela por un tiempo largo.
Javier Marías se conforma con aclarar que esta época le gusta cada vez menos para vivir... Felicidades y mucho ánimo maestro, gracias por el préstamo de tu sabiduría y que el descanso le sea propicio.