martes, 9 de octubre de 2007

La Memoria Histérica

Hoy martes el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha defendido el papel de la Monarquía ante las incesantes críticas a la Corona española y ha asegurado que "de la historia de la unidad espiritual, cultural, jurídica y política de España es inseparable la Monarquía". En su intervención en un programa de la Cadena Cope subrayó que "los Reyes de España han constituido un factor esencial de ese proceso histórico y ejercen también hoy ese delicado y sacrificado oficio de servicio a la unidad plena y solidaria de todos los españoles". Rouco ha pedido a todos los católicos españoles que se rece por el Rey en todas las misas.
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El mismo cardenal Rouco Varela apelaba el jueves 4 de octubre a la responsabilidad frente a la Educación para la ciudadanía. No cabe responder a la imposición de esta asignatura "de forma pragmática o acomodaticia", porque está en juego el derecho de los padres a elegir la formación religiosa y moral de sus hijos. El cardenal arzobispo de Madrid afirma que "es un deber de todos los católicos apoyar a la Iglesia en este empeño", y en particular, de "los titulares de los centros educativos católicos".
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En otro orden de cosas, La Conferencia Episcopal Española aprobó el pasado viernes en una reunión plenaria el documento "Vosotros sois la luz del mundo", en el que anuncian la ceremonia donde Benedicto XVI beatificará el otoño próximo en Roma a casi quinientos mártires de la Guerra Civil e invitan a una peregrinación al Vaticano para asistir masivamente: "Son 498 hermanos nuestros en la fe, de los muchos miles que dieron su vida por amor a Jesucristo en España durante la persecución religiosa de los años treinta del pasado siglo XX", afirma el documento. Los próximos beatos, muertos en distintos lugares de España en 1934, 1936 y 1937, son los obispos de Cuenca y de Ciudad Real, varios sacerdotes seculares, numerosos religiosos, seminaristas y laicos, jóvenes, casados, hombres y mujeres, a los que "la Iglesia reconoce ahora solemnemente que murieron como mártires".
El portavoz, Juan Antonio Martínez Camino, negó que la iniciativa pueda estar buscando la confrontación al asegurar que "la memoria de los mártires no es una memoria contra nadie y no se trata de buscar culpas de nadie". La Conferencia Episcopal también evitó utilizar el término Guerra Civil (en la que la Iglesia apoyó al ejército franquista) para enmarcar el contexto de la muerte de los futuros beatos, al considerar la expresión "inexacta cronológica y técnicamente". Sin embargo no podemos obviar que hasta ahora la iglesia española había venido utilizando la expresión "mártires de la Guerra Civil" para referirse a este tipo de beatificaciones.
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Uffffff... Yo a estas alturas me quedo con la reflexión que el pobre Miguel de Cervantes puso en boca del lucidísimo don Quijote: "Con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho". Y lo que te rondaré, morena.